CARTA AL DIRECTOR enviada por: Iñaki Ruiz, de Estella (Navarra) / Rota
Ningún conflicto desaparece exigiendo a la otra parte lo que debe hacer, tampoco se diluyen posicionando más adeptos a la causa en una u otra parte del conflicto, esos son caminos que llevan a consolidarlos, a hacerlos crecer, y cuando esto ocurre las dos partes de un conflicto continúan sufriendo.
Cuando las declaraciones de una y otra parte se tornan en profundos actos confesionales los conflictos inician el camino de su disolución.
Yo como ciudadano español, siento que:
1.- Planificamos desde un punto de vista geopolítico y de acumulación de capital-poder, el orden y control de un trozo de tierra sin ningún dialogo, “sin esas debilidades del poder, cosas de la decadente democracia”, que diría algún que otro dictador.
2.- Para esa finalidad no enviamos a intelectuales, científicos, filósofos o médicos, condujimos a soldados que durante ese interminable proceso tuvieron que sentirse muy solos en el ejercicio de arriesgar y entregar su vida por un objetivo “patriótico”.
3.- Esa estrategia configuro un escenario de presos, viudas, huérfanos, frustración y rabia.
4.- Tenemos enterrados en tumbas y encerados en cárceles a seres humanos que acataron órdenes, sintiendo que con ello defendían su libertad y la libertad de sus gentes. Y que tanto unos como otros cumplieron con lo que consideraron que era su deber.
5.- Cuando llego la democracia el conflicto por la libertad no lo atendimos debidamente y se volvió más virulento y agresivo.
6.- Esa desatención y las estrategias desarrolladas en uno y otro bando dejaron demasiadas razones en ambos lados para justificar deseos de venganza y muerte.
7.- No todo el mundo tiene la misma capacidad de identificar y diluir esos deseos, y que mientras no lo hagamos y nos liberemos del miedo, rabia y de la venganza no alcanzaremos la verdadera paz.
8.- A nadie que tuvo por principal propósito y sentido de vida “la lucha por la libertad” le debemos exigir que se manifieste contrario a ese sentimiento. Cualquier imposición y más esa en concreto obstaculizan el camino que debe separar el “por qué lo hice” de “cuál fue la consecuencia del como lo hice”.
9.- No debemos ganar, debemos solucionar y la rendición es la semilla de la venganza.
Yo como vasco, siento que:
1.- Si luchamos por la libertad, luchamos por encontrar un camino que nos lleve a todos hacia ella.
2.- Levantar el puño en la calle y en los mítines, es encerrar a los presos
3.- Gritar, amenazar, dibujar dianas, es encerrar a los presos
4.- Cualquier acción que intimide a un solo ciudadano de euskalerría o del Estado español, es encerrar a los presos.
5.- El sentido de la lucha, la acción y las consecuencias son aspectos que hay que diferenciar.
6.- Cada bando es responsable de templar a sus fanáticos radicales en lugar de usarlos o esconderse detrás de ellos. La paz y la libertad nunca supieron de fanatismos. A la paz y a la libertad se llega a través de los deseos profundos de paz y libertad.
(Urrusolo, condenado por 16 asesinatos y dos secuestros, aseguró a El País lo siguiente: “Fue una barbaridad haber utilizado la violencia sin considerar que lo primero es la vida de las personas y sus derechos”)
7.- Ya va siendo hora de que vuelvan a casa, gran parte de los presos del conflicto vasco. Ya va siendo hora de que vuelvan a pasear por sus calles, a respirar el aire de euskalerria, a sentir su sol, su niebla, su lluvia a mezclarse serena y apaciblemente con su gente.
8.-Ya va siendo hora que las victimas del terrorismo también vuelvan a pasear por las mismas calles, respirando el mismo aire, sintiendo el mismo sol, niebla y lluvia, mezclándose serena y apaciblemente con su gente. Sintiendo que lo que ocurrió fue porque así tuvo que ser, ninguna muerte fue en vano, todas y cada una sirven para valorar y honrar aquello por lo que lucharon los que hoy no están aquí , “paz y libertad”
9.- Quizá un día, alguien pueda cantar como lo hizo Víctor Jara en Chile:
“Yo pisare las calles de nuevamente
de lo que fue euskalerria ensangrentada
y en una hermosa plaza de Santiago (Pasaia) liberada,
me detendré a llorar por los ausentes».
Mis mejores deseos a los que aun hoy, de una u otra manera, no viven en paz y libertad. Mi gratitud a los que se fueron, y un gran abrazo de esperanza para todos los que quedamos diaria y eternamente sin su presencia. DIARIO Bahía de Cádiz
(puedes comentar esta información más abajo)