CARTA AL DIRECTOR enviada por: Horacio Torvisco, de Alcobendas
En mi profunda ignorancia de casi todo, de lo que expongo a continuación también, siempre pensé que la ciencia médica lo que persigue, como principal cometido en los problemas de salud, es resolverlos de manera radical, es decir, buscando y contraviniendo las causas que producen las enfermedades y no quedarse solo en los paliativos, necesarios por otra parte. Huelga decir que la ciencia médica en su estricto sentido del término, en lo que se refiere al Covid 19, es el más firme y yo diría el único asidero que posee la humanidad.
No obstante y solapado a este quehacer puramente científico, hay estrategias de grandes farmacéuticas cuyos intereses, primordialmente hablando, no coinciden con los de la mayoría de la población y con el fundamento de servicio social que se espera de ella. Esta pandemia actual que tiene en jaque a la humanidad, es un problema que requiere, si se quiere resolver de manera radical, es decir, yendo a sus causas, una visión multidisciplinar que revise de forma rigurosa: nuestra forma de producir y consumir recursos en un planeta que está dando muestras de agotamiento; nuestra forma de repartir la riqueza que lleva actualmente a que una parte del planeta recibe una sobredosis de vacunas mientras otra no recibe absolutamente ninguna; nuestra forma de generar y utilizar el conocimiento cada vez más, en manos privadas corporativas y por lo tanto menos compartido, mediante el subterfugio legal de las patentes privadas, impidiendo que toda la humanidad sin discriminación, pueda hacer uso de ese conocimiento, en definitiva, hay que plantearse un nuevo enfoque científico de la realidad que no esté solo asentado epistemológicamente sino axiológicamente impulsando valores humanistas.
El potente negocio que hoy en día tiene la industria farmacéutica hace pensar a muchas personas que quizás aquellos que se lucran de la enfermedad no tienen entre sus principales objetivos erradicarla, más bien todo lo contrario, es decir, consolidar una sociedad medicalizada per se. DIARIO Bahía de Cádiz