CARTA AL DIRECTOR enviada por: Pedro Ignacio Altamirano
Hace una semana tuve el gran honor personal de poder representar a los andaluces, como coordinador federal del partido nacionalista andaluz Somos Andaluces, en los actos de la Diada nacional de Catalunya, de la mano de Esquerra Republicana. Una oportunidad única de tener una visión amplia, y desde el mismo corazón de un pueblo que lucha por su independencia.
La primera impresión es que el proceso no tiene marcha atrás. Catalunya es una nación, los catalanes un pueblo, y lo que es aún más importante, conscientes de ello y con la determinación necesaria para, por encima de cualquier otra consideración política, conseguirlo. Un pueblo, una nación que quiere ser independiente. Lo van a lograr, ya que cuando un pueblo se moviliza, no hay fuerza conocida capaz de pararlo.
El momento en el que el viernes 10 se izaba la senyera, con todo el pueblo en pie, llenos de respeto y emoción, había que ser muy sordo y ciego para no ver lo que allí pasaba. Pero si quedaba alguna duda, al finalizar el acto y sonó el Els Segadors “Catalunya, triomfant, tornarà a ser rica i plena! Endarrera aquesta gent, tan ufana i tan superba! Bon cop de falç! Bon cop de falç, defensors de la terra! Bon cop de falç!…» todas las dudas desaparecen como vapor de agua. Catalunya es nación.
Pero más allá de las ganas de conseguir, el aún más que difícil objetivo, de la independencia, está la persistente realidad opresora y, poco democrática del centralismo marmóreo, que dictan los partidos estatales, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, al que se les ha unido Ciudadanos. Esta realidad es imposible cambiarla desde una sola trinchera… en esta transformación de la realidad actual, todos somos necesarios.
La transformación administrativa, social y política de la Península Ibérica, no puede ser obra de solo una nación, de un pueblo. Debe ser, va ha ser tarea de todos y cada uno de las naciones que convivimos en la península, en igualdad de esfuerzos y de objetivos. No podemos dejar a Catalunya, bajo ninguno de los conceptos, sola en el esfuerzo. Su esfuerzo debe ser el de todos, su objetivos el de todos, su independencia la de todos “Ara és hora, segadors! Ara és hora d’estar alerta! Per quan vingui un altre juny, esmolem ben bé les eines!”. Estemos todos alertas en este proceso de independencia y afiladas las herramientas para cuando llegue el momento.
De falç los andaluces sabemos mucho. Significa, en sentido contrario, el símbolo no de nuestra libertad, sino de nuestra opresión, pero llegado el momento, sabremos también usarlas para nuestra independencia. Nuestras herramientas de hoy no están hechas de frío y duro acero. Están fabricadas de ansias de libertad, identidad, democracia, independencia y solidaridad. Las herramientas de hoy, las falç de hoy están hechas con las manos entrelazadas y el corazón abierto. Con el material más duro y firme que el mundo conoce, la fraternidad.
Los andaluces sabremos fabricar nuestras falç. Sabremos estar en la trinchera correcta. Ya tenemos experiencia de lucha en la calle por nuestros derechos, como demostramos un 4 de diciembre de 1977, y con el duro precio de la sangre de Caparrós. Nada nos asusta. Nada nos detendrá ante nuestro compromiso con el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Los andaluces siempre hemos sido “primeros en el peligro de la libertad” pues la libertad fue siempre nuestra bandera.
Catalunya, el poble català, debe saber que no esta solo en esta lucha por su derecho a decidir su futuro, por su independencia pues en el sur, desde donde escribo estas, quizás, o no, demasiadas apasionadas letras, vive un pueblo de mujeres y hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos, dispuestos a caminar, codo con codo, por la senda de la libertad e independencia de los pueblos.
¡Visca Catalunya lliure! ¡Viva Andalucía Libre! DIARIO Bahía de Cádiz
(puedes comentar esta información más abajo)