CARTA AL DIRECTOR enviada por: Antonio Elvira García de Cádiz
Hace una fechas con motivo del despido de tres trabajadores un monitor, un psicólogo y una compañera vuestra discapacitada del CEE, tuve ocasión de conoceros cuando vuestra indignación se hacía manifiesta porque no entendíais que esas personas que vosotros tanto queríais, otros decidieron que se marcharan de vuestro lado.
Mirad, intencionadamente no indico el nombre de entidad en la que estamos, porque tenemos que considerarnos todos los que de una u otra manera pertenecemos a ella, como una gran familia y las cosas de familia hay que tratarlas dentro de su seno porque a las demás personas no les debe interesar nuestras cosas.
Lo primero que quiero deciros es que me alegro de que vosotros no seáis conscientes de la gravedad de la situación, pero detrás de vuestros amigos los despedidos están su mujer, hijos o progenitores como en el caso de vuestra compañera y ellos, unos y otros van a sufrir las consecuencias por la falta de ingresos en la unidad familiar, a todos se les ha condenado a la penosa situación de depender de por vida de las ayudas o subsidios, porque con sus edades les resultara muy difícil encontrar otro empleo.
Como os decía somos una gran familia formada por varias más pequeñas, una de esas familias es la compuesta por socios, padres y/o tutores, que en su gran mayoría piensan que abonando su cuota de socio su responsabilidad queda cubierta y no participan aportando ideas o soluciones para que estos casos de despido no se den, seguro que se estremecen cuando ven en TV los casos de niños y mayores lanzados al mar desde la patera por otros compañeros de viaje, pero en este caso tan próximo y tan similar, no les sensibiliza. Vosotros mis amigos discapacitados nunca actuaríais así, eso solo lo hacemos nosotros, los que decimos ser “capacitados”.
Otra familia son los trabajadores, vuestros amigos los monitores y demás trabajadores, esos que con su dedicación y paciencia os enseñan a que desarrolléis vuestras capacidades, pero no aprenden de vosotros, la solidaridad y amor por vuestros compañeros discapacitados, porque también ellos con su falta de actitud para unirse y defender a unos compañeros que mañana pueden ser ellos, también se consideran “capacitados”.
Mención especial con los que dicen ser representantes de los trabajadores, por su demostrada incapacidad y falta de compromiso. También pertenecen a la clase “capacitada”.
Otra de estas familias es la formada por todos los directivos, que son los que toman las decisiones importantes, los que deciden y seleccionan quien debe abandonar la gran familia y quien debe ingresar, los que deciden quien se incluye en el ERTE y luego cuando se reingresa tras haber estado percibiendo una parte importante de las prestaciones por desempleo lo despiden, dejándolo en la más absoluta de las precariedades, conociendo además de las cargas hipotecarias que cada uno tiene y que puede aún más complicarles su vida por no poder hacer frente a su pago. También ellos como todos nosotros, son “capacitados”.
En resumen amigos discapacitados fijaros lo que hacemos los potencialmente “capacitados”, eludimos nuestras responsabilidades particulares o colectivas y en ocasiones actuamos con dolo.
Amigos discapacitados que envidia os tengo por vuestra felicidad. Sois sin ninguna duda un ejemplo a seguir por vuestro sentido de compañerismo, espero que entre todos los que decimos ser capacitados busquemos la solución al error del despido y con ello facilitar que regresen a esta familia los que han sido expulsados, es decir, vuestros y nuestros amigos. DIARIO Bahía de Cádiz
Si Antonio pero el reingreso de estos trabajadores a la entidad dependen de personas
Que no tienen ningún interés en ayudar a tus amigos discapacitados. Lo siento.
Pues si, fuimos a un ERTE con la promesa de que este no serviría para generar despidos, y si para levantar la maltrecha economía, pues bien la economía ya no esta tan maltrecha, (palabras de la Junta directiva y coordinador) y los despidos llegaron, sin el mas mínimo pudor.
Mas de 20 años de vida dedicados a los discapacitados, y permítame que algo mas que amigos, los he visto crecer, muchos de ellos son de mi generación e incluso compartimos aficiones, en fin …….
demasiado como para cortar de raíz, camuflando estos en problemas económicos no poniendo en la balanza la calidad en el servicio a «mis amigos los discapacitados»
De manera urgente debe salir esa junta directiva , readmitir a los despedidos y retomar el clima normal de trabajo , así no podemos trabajar mas