CARTA AL DIRECTOR enviada por: María Dolores Rodríguez Godino, de Baeza
Decía Antonio Pardal en poema a Cádiz: “Nunca podré olvidar tu bella Puerta Tierra ni el muro de Cortadura…”; ni la criminalización del turista como objetivo de sanciones y multas.
Y es que si ustedes viajan a Cádiz con su can y desconocen la normativa municipal, como la del resto de los 8.115 municipios que forman España al respecto sobre la micción de su can y el inmediato vertido de agua jabonosa y en virtud de que la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento, de las 8.116 leyes que su suman a las autonómicas, recibirá una sanción de hasta 500 euros.
Si usted solventa la incidencia con la compra in situ del agua y del jabón y lo vierte al tiempo que el Policía Local realiza la denuncia ha pecado usted de inocente al considerar el carácter pedagógico de la ley, la advertencia de la norma (nada grave por cierto) y la colaboración suya en la subsanación, que sólo nace de la ignorancia de norma local.
Para ese Policía Local, agente de la denuncia y testigo mudo de las micciones de los cánidos de otros viandantes en la misma plaza del Ayuntamiento, nuestra condición de turista no es otra que la de ubre de los ansiados euros por el Consistorio.
Aquí se plasma la diferencia entre una ciudad acogedora y una ciudad venida a aldea degradada sumida en la rapiña al visitante.
Culpa mía el olvido del último principio jurídico gaditano: siempre Podemos recaudar más.
P.D.: olvídense del collar del perro con la bandera de España. DIARIO Bahía de Cádiz