CARTA AL DIRECTOR enviada por: Manuel Guerrero, de El Puerto
El otro día el secretario local del PP y segundo teniente alcalde, Javier Bello, publicaba en medios y redes sociales el anuncio de la presentación a la Flave del borrador de una nueva normativa de convivencia. La publicación arrancaba así “El gobierno de izquierdas radical” y en el segundo párrafo “El gobierno de PSOE-IU-Podemos” (mentira, Podemos no se presentó a las elecciones, ni estaba representado en la anterior corporación). Me llamó la atención el lenguaje tan deliberadamente de confrontación, que tenía además un regusto rancio, como si estuviese escuchando el trasnochado NODO hablando de las hordas bolcheviques.
Una constante durante este mandato, desde que Beardo otorgó a Bello, el cargo de portavoz del gobierno donde no ha parado de dejar perlas como sus famosos “no vamos a dejar títere con cabeza” o “se han acabado los chiringuitos de la izquierda”. Y me surgieron dos preguntas: ¿Qué necesidad hay de buscar tan gratuita confrontación ideológica? ¿Necesitamos los vecinos de El Puerto de Santa María una política basada en la ideología que sea?
La primera pregunta tiene una respuesta obvia; Ninguna necesidad de buscar la confrontación, salvo la de echar leña a un fuego para crear humo, el gran logro de la corporación del “influencer” Germán Beardo.
La segunda pregunta no tiene una respuesta tan clara, pero me gustaría aportar mi opinión en estas líneas. Llevado a los extremos, claro que se puede hacer una política municipal basada en la ideología, pero necesidad no hay ninguna. Los vecinos queremos que los servicios municipales funcionen, que las calles estén bien iluminadas, sin baches, sin basura, que los contenedores no huelan desde lejos, con semáforos que funcionen y en el caso especial de nuestra ciudad, que se acabe el parking de Pozos Dulces.
Pero lamentablemente, nos encontramos con una ciudad en la que la renovación de los servicios no se trabaja, se prorrogan contratos y estos no se inspeccionan, no llegan las soluciones, solo problemas que sufrimos los ciudadanos. Ejemplos los del pasado verano donde la limpieza brilló por su ausencia, cuando la población de nuestra ciudad, mínimo, se duplica, los contenedores rebosaban de basura porque durante semanas tuvimos un único camión de basura. Tuvimos a la policía local sin coches y sin gasolina en un verano en el que el control era más imprescindible que nunca debido al virus, pero en vez de mejorar o aumentar el servicio, por primera vez desde hace 35 años, no hemos tenido policía de playa. Tuvimos el contrato más corto e insuficiente de socorristas de playa, que se recuerda en muchos años. Más de un mes sin servicio de grúa municipal y los trabajadores despedidos.
Los autobuses funcionan con un contrato menor que es una copia del sacado hace 15 años y que con la capacidad de negociación de este gobierno, pretende colar uno parecido para los próximos 15 (como si no hubiese cambios en la movilidad de cualquier ciudad en 30 años). A día de hoy, El Puerto no tiene un contrato de mantenimiento urbano, el que acaba de anunciar Beardo tardará meses y sin mantenimiento para los semáforos. Seguimos sin pagar bien a nuestros proveedores, el período medio de pago, no para de crecer. Y sobre todo una falta de personal en el Ayuntamiento que tiene paralizadas prácticamente todas las áreas.
Tenemos un PGOU pendiente de un recurso en el Tribunal Supremo, que, si perdemos, va a sumir a muchos ciudadanos de esta ciudad en verdaderos dramas personales, por no hablar de las consecuencias de cara a posibles inversiones y los costes de posibles demandas al municipio ¿Alguien sabe si se está trabajando en un nuevo PGOU? Y así podría continuar, mostrando la falta de gestión y la deficiencia de nuestros servicios que es donde debería prestar atención un portavoz municipal.
¿Dónde estaba Bello durante este tiempo? Tal vez buscando las grapas para aquel presupuesto tantas veces anunciado junto a Beardo como inminente y que al final no existía. Seguimos con unos presupuestos que parafraseando a Bello son el trabajo de la “izquierda radical”, pero se ve que eso es mejor que remangarse y trabajar para hacer unos nuevos. Aquí señores, sobra ideología rancia de unos y de otros y falta trabajo que al final se vería reflejado en gestión, pero eso, se ve que no lo vamos a tener con la corporación de Germán Beardo. DIARIO Bahía de Cádiz