CARTA AL DIRECTOR enviada por: Santiago Aragón Guarné, de Elche
Al regresar de un viaje de trabajo entró en el ascensor y coincidió con un vecino que le dijo que estaba totalmente de acuerdo, que también estaba harto de tanta jornada histórica y que ya era hora de volver a la dulce rutina. Como andaba justo de tiempo, asintió con la cabeza, entró en casa, dejó el equipaje y salió disparado para llenar la nevera.
Al salir, el mecánico del taller de enfrente le propinó dos campechanas palmadas en el hombro y le espetó un enérgico muy bien, rematándolo con un y yo porque no me atrevo. Seguía con prisas, así que, sonrió sin entender nada y se fue al supermercado.
Cuando volvió ya cargado de bolsas, Andrés el del bar, lo paró y señalando el balcón le dijo que se había pasado, que eso no tenía gracia.
Allí hondeaba una pequeña sábana con dibujos de borreguitos que destacaba como contrapunto a las banderas patrióticas que colgaban de otros balcones. Entonces cayó en la cuenta: la lavó justo antes de marcharse y olvidó recogerla.
Como prefiere héroe o villano a despistado, en un ejercicio de sostenella y no enmendalla, mantiene el ahora estandarte, que en este extraño tiempo, sigue cosechando adhesiones y rechazos. DIARIO Bahía de Cádiz