CARTA AL DIRECTOR enviada por: Juan Cejudo, de Cádiz
Es terrible ver a diario en los telediarios y leer en la prensa las noticias que nos llegan sobre el drama de la inmigración en el Mediterráneo. Desde el 2014 han muerto más de 10.000 personas intentando llegar a Europa. En 2016 murieron más de 5.000 personas y en lo que llevamos del 2017 ya han muerto más de 1.300 personas, muchos de ellos niños. Vienen huyendo de Siria, de Libia, de Afganistán. de Irak, de Somalia, de Nigeria…
¿Por qué huyen? En la mayoría de estos y otros países cercanos hay hambre, miseria, bombardeos de los países occidentales que provocan éxodos masivos de millones de personas. También lo provoca las políticas económicas de países occidentales. Grandes empresas multinacionales operan en estas áreas de conflicto.
¿Y Europa qué hace? ¿Favorece la acogida, la hospitalidad y la solidaridad con estas personas que huyen desesperadas? Europa se dedica a poner vallas con concertinas que matan, a levantar muros, cierra las fronteras a cal y canto y establece acuerdos con Turquía para que frenen a los que huyen y no nos molesten a nosotros los europeos… Blindamos nuestras fronteras con inversiones multimillonarias en vez de invertir en instrumentos de acogida y dignificación de estas personas para que puedan sencillamente vivir como lo que son: como seres humanos.
Hay quien ha dicho que Europa ha invertido 1.800 millones en blindaje de nuestras fronteras mientras apenas ha gastado 700 millones en acogida.
España concretamente se comprometió a coger a 17.337 personas y solo ha acogido a 1.304. Una verdadera ridiculez para un país desarrollado cuando países mucho más pobres como Turquía, Líbano, Pakistán, Irán, Jordania, Kenia o Uganda han acogido a millones de ellos.
Nuestra responsabilidad como ciudadanos debe ser denunciar estas políticas egoístas de una Unión Europea de los mercados y no de las personas. Exigir el fin del abastecimiento armamentístico a países de la zona para que sigan hostigando a estos países y el fin de la OTAN en sus políticas belicistas y exigirles que promuevan- como dice Francisco- “un desarrollo humano integral” en sus países de origen.
Y en nuestro país, exigir a nuestro Gobierno que cumpla con sus compromisos y que facilite a grupos y entidades la acogida de refugiados sin tantas trabas burocráticas que en la práctica paralizan el compromiso de acogida a la que nuestro país se comprometió. Hay muchos grupos dispuestos a recibir a refugiados, pero el Gobierno no facilita los trámites para que puedan llegar. Por eso se piden “corredores humanitarios”.
Por eso el lema de la manifestación que convoca la Apdha el día 20 de junio en Cádiz, a la que deberíamos de asistir masivamente, lo dice muy claro: “Queremos acoger ya”. Ese día lancemos juntos nuestro grito solidario y rechacemos los brotes de racismo y xenofobia que en algunos sectores se perciben.
Cadiz, Andalucía y España siempre han dado pruebas sobradas de solidaridad. Demostrémoslo una vez más sin olvidar los numerosos problemas sociales de sectores marginales de nuestra sociedad. DIARIO Bahía de Cádiz
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