CARTA AL DIRECTOR enviada por: Concepción de la Rosa Fox, de Cádiz
Hace unas semanas estuve ingresada en el Hospital Puerta del Mar para una intervención quirúrgica, de la cual me estoy recuperando de forma más que satisfactoria. Por mi condición de médico de ese centro, el hecho de ver las actuaciones “desde el otro lado” me ha resultado muy esclarecedor e interesante.
El motivo de mi carta es doble, por un lado y sobre todo, agradecimiento y reconocimiento sinceros, por el otro, una petición. Primero, como he dicho, agradecimiento a los facultativos Marcos Gutiérrez Nogueroles y al médico residente colaborador, quienes durante y tras la intervención demostraron su conocimiento, interés, pericia y profesionalidad, inspirando seguridad y confianza. No quiero dejar de nombrar a la fabulosa anestesista Dra. Rocío Porres quien magistralmente realizó su actuación y me mantuvo en todo tiempo sin dolor. Por supuesto, de igual modo, agradecer a todos –enfermeras y auxiliares- de la Planta Trauma A su corrección, dedicación y entrega, incorporando rehabilitación precoz, desde estas líneas, mi felicitación por su alta capacitación y ejercicio profesional.
En cuanto a la petición, se deriva de una denuncia: el nivel de ruido “tan espantoso” que hay en todo el Hospital. Conversaciones en tonos muy alto, televisiones (¡!) a deshora, móviles sin parar, sonidos imposible de las cisternas, de los carritos… todo, especialmente por las noches, suena imponente. Mi petición seria lograr que el SILENCIO fuera en el Hospital uno de los objetivos a cumplir por todas las Unidades. No es este el espacio para argumentar la influencia del ruido, y el stress que produce, en la recuperación de los pacientes y su bienestar. Ruego desde aquí, a quien corresponda, que lidere este objetivo.
Estoy segura de que si se logra, como se ha logrado un Hospital sin humos, los profesionales trabajarán mejor y los enfermos, que padecerán menos, mejorarán de forma más rápida. Un HOSPITAL SIN RUIDO, mejor para todos. DIARIO Bahía de Cádiz