CARTA AL DIRECTOR enviada por: Alexia Rodríguez Pequeño, de Vigo
No tengo claro de dónde sacar valor para escribirte, el corazón duele y más al saber que ya no estás… La vida me ha brindado la suerte de tenerte, poder decir que tengo a mi abuelito. Hoy siento que me han arrancado un trozo del pecho de cuajo y que se ha ido contigo. Cuesta respirar, no llorar, no pedir más tiempo para poder tenerte a nuestro lado, el tiempo se acabó… Ahora toca tener valor y caminar sin ti. Te has ido, ahora estás con la abuela, estáis juntos. Difícil renunciar a teneros, complicado pensar en abrir esa puerta y no verte, no escucharte hablar o con esa ironía hacer gracias sobre mi vestimenta o preguntarme cómo va el trabajo.
Se apagó la luz, no volverás más. Se acabó, aunque no quiera. Toca aceptar la situación, en contra de mis deseos. Me gustaría parar el reloj, que el tiempo no jugase en nuestra contra. No puedo cambiar el rumbo del mundo, somos una simple partida de ajedrez, sin saber cuándo será la última jugada.
Ahora estás con la abuela, os toca cuidarme, guiarme, verme desde donde estéis y que os riais de mis aventuras de bombero torero.
Abuelo, cierto día de otoño viene al mundo, sé que fuiste la primera persona en tenerme en brazos después del médico. Siempre dijiste que me viste inquieta entre tus brazos, con unos ojos abiertos color cielo. Y ahora me ha tocado a mí estar ahí. No te solté, te hablé, acompañé, te di un beso, te pedí que no me dejases… Entendí que era el momento de partir e irte con la abuela. Ha costado, tenía miedo, pero en ese momento tuve templanza. No solté tu mano, porque no podía dejarte ir sin que supieses que te queremos y que eres importante. Costó soltar tu mano, no quería, no quería dejarte ir… Hubiese sido un hombro más levantando ese féretro, aunque no tengo fuerza, pero hubiese sido uno más…
Abuelito, te prometí varias cosas, algunas quedan pendientes en el tintero, y tengo claro que desde las puertas de San Pedro las verás. Toca decirte adiós, abuelito, pero no puedo. Pero sí diré: ¡Os quiero abuelo José y abuela Carmen! Ahora os toca guiarme en esta partida de ajedrez. DIARIO Bahía de Cádiz