DÍA 25 (LA GRAN FINAL)
“Abra ese telón, que el corazón me está volviendo a palpitar, que no me acuerdo ya de la presentación, ni de los dos cuplés que vamos a cantar, aaa ahhh aa ahhh…”. ¿Se puede empezar este relato en directísimo retardo de la final del Falla de forma más original? Afú, Juan, lo que nos queda; baja a la Barraca y pilla anarcados, pistachos y gomitas… que sí, que sí, que somos original original, como la Pepa y la catedral… y encima levante tres palitos allá fuera.
Cádi, Tacita de Plata, y por febrero, barreño de los wc portátiles. A ver si los guarros y guarras apuntan y me dejan de mear por las esquinas, que luego huele. La ciudad despeinada con el levantaso va recibiendo la primera avalancha de foráneos con sus dos coloretes y sus disfraces de vaca reglamentarios, aunque este viernes todo el foco de la fiesta sucede entre los muros del Gran Teatro Falla: la gran final de eso que los de más allá de Despeñaperros llaman “el concurso de chirigotas”, con lo sencillo que es decir el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023). La séptima y última final de la era Kichi (disfrazao de Congreso de la Lengua, será eso…), sin ninfas ni macetones… y con ¡¡una… dos… tres, tres carpas!!
¿Y qué tenemos por delante? Trece agrupaciones en el cartel, muchas ganas de exprimir la dilatada noche entre el aficionado local con entrada, y el botellón tomando posiciones en la plaza Fragela y entorno. Todo controlado, mi capitán. Y todo tan día de la marmota, también. Tras dieciocho finales embutido en el foso, casi todo sabe a mortadela.
Se puede, Bablé, se puede. El presentador de sala se hace de carne y hueso, saluda desde el escenario, ¡que bote que bote!, presume de zapatos, ejem, pide aplausos para todo el submundo fallero “por hacer posible este concurso”, pero “silencien los móviles” y para tomarse la copita, “suban al ambigú”. Y adelante con el homenaje en forma de coplas a Enrique Villegas Vélez, una de las mayores figuras del Carnaval de Cádiz, que consiguió ponerlo en el mapa nacional entrado los años 60 del siglo pasado, y a quien se le ha dedicado este COAC coincidiendo con el centenario de su nacimiento, en Huelva, a principios de 1923. Y. seguidamente, también un recuerdo a los carnavaleros que nos han dejado en los últimos tiempos. Que no falte de ná, niña.
Maripili, por última vez, tira de la palanca y que este inabarcable cronicón con combustible de garrafón y en reserva, sonría como si todo fuera jauja. Y ole ole y ole, ese Yuntamiento de Cádi, cómo convía, cómo mola, se merece una ola, uuuuaaaaa.
“me llaman Charlot, Charlot, Charlot”
Las 20.42 horas. Sin bulla, Juan. Aparece con el tipo de ‘Los escarabajos trillizos’ (mítica agrupación más recordada como ‘Los beatles de Cádiz’), la antología de Villegas bajo el nombre de ‘Recuerdos’. Repasan coplillas en un mix-popurrit. Y con piano incluido, no podía dejar de sonar Charlot, Charlot…, “soy un triste vagabundo, que va por el mundo haciendo reír, como un payaso de feria, llevo mi tragedia ocultada muy dentro de mí… me llaman Charlot, Charlot, Charlot, Charlot, Charlot, Charloooot”. ¿Cortijo los Rosales?, de eso te hablaba tu pare, Juan. “Sal, sal, sal, en Cádiz la encontrarás, Cádiz es un montón de sal…”. Y de propina, componentes que han salido en grupos del onubense interpretan el… “que las piedras son duras será del modo que se las mire, hay cosas en la vida que hacen a la gente cavilar, pues las de la Caleta les puedo asegurar, que son como las madres de muchos peces que hay en la mar…”. Juan es que sólo se baña en Santa María del Mar. Bonito homenaje para este Hijo Adoptivo de Cádiz, pregonero del Carnaval en 1999, y padre de una docena de hijos. Eso sí que es antológico.
“nos hemos acostumbrado a ser menos humanos”
Las 21.30 horas. Va telón, ahora sí, y el Falla enloquece con las luces estereoscópicas y las pulseritas festivaleras. Tortazo de realidad, el futuro muy presente, la advertencia en formato coro de los estudiantes de ‘El día de mañana’…, “no sé sobrevivir a este mal llamado porvenir…”. La humanidad en entredicho, para empezar ese taladro a las conciencias…, “hemos normalizado la indiferencia, mirar a otro lado para no ver más allá, hemos vuelto la cara al dolor de los demás… mientras no sea la nuestra, nos resbala la tragedia… nos hemos acostumbrado a ser menos humanos, menos humanos”. Y recadito para los derrotistas de los coros…, “quién soy para pedirle a medio teatro que se quede sentado si no me quiere escuchar, no levanto pasiones ni por mí se llena al Falla”, pero que sepáis “que cuando resuena un tango, cuando un coro lo está cantando, está hablando Cádi, está hablando Cádi”. En el futuro siguen juntos, sí, el Carli y el Subiela; y Luis Rivero está empezando a cantar la presentación de su coro en Puntales… Mejón vamo a dejarlo pa mañana, mañana mañana. Los cuplés no son el punto fuerte del pasado mañana, Juan. “No quiero compartir recuerdos, quiero volverlos a vivir… revolución, quizá nos merecemos lo que nos pasó… y si sólo se vive una vez, tengo que reconocer, que esta forma de vivir no está hecha para mí, porque tengo la impresión de vivir a contrarreloj, que no vale la pena correr… convéncete, no hay antes ni después”. Popurrinaso de los que te exhorta a bajarte de la rueda de la mera existencia individualista y consumista que te dicta el sistema. Primer premio, Juan.
“no te enteras que salimos, pa la calleeee”
(22.10 h.) Amo escuchá. En el teatro no puedo decir ni picha, y en la calle digo yo lo que me sale de la… Pues eso. Chirigota legal disfrazada de ilegal. “Por eso este año me dejo de pamplinas, por eso este año, en cualquier esquina”. Subida a la escalinata de Correos saluda la mitad de los Molina y su ‘Amo escuchá, chirigota callejera’. “Este teatro me da la vía, me da la vía”, sentencia apasionado ese primer pasodoble adentrándose en Cádi Cádi para no morir. Pom pom. Y postrados ante el Noly y sus tresporcuatro…, “y ya me puedo morir tranquilo, si este año te dieran el Baluarte, tu Baluarte”, el premio que otorga la Cruzcampo. Sin alcohol, que no se pueden publicitar bebidas… ¿De cinco en cinco?, naaáh, de tres en tres, los cuplés: un cayetano hasta la rodilla, tres kilos perdidos, la Rosalía rascándose la raja, gramos a cuarenta leuros, mi niño está presumiendo… “tenemos unos cuplesitos como para cantarlos en el colegio”, “pero si no digo polla, yo no me siento una callejera”. Menos mal que no vamos al Falla. Ele. “Y píntate la carita, que después se te quita con agüita salá”, para rematar la faena con más exageración que un chicharrón de Chiclana; y el teatro obedece al letrero de Correos, aaaggghh. Se queda a gusto. Primer pollaso, digo, premio, Juan.
“la libertad que simplemente consiste en decir que no”
(22.54 h.) Esas manos, Juan, esas manos que nos manejan…, “algún día llegará en que todos los esclavos tengamos la libertad… que el gran teatro del mundo es sólo un guiñol, si no lo cantan los poetas, tendré que cantarlo yo… esclavo canta y no calles, que te sangre la garganta, pa que descubra mi pueblo las mentiras que nos atan… escucha tirititirititero”. A liberarnos entra ‘Los esclavos’ del Chapa, redentor de mentes atrofiadas. Una amor fugaz de casapuerta en una madrugada de miércoles de carnaval relatado con pasión desbordante, de papelillos…, “sin decir nada yo fui su esclavo… ella era más bonita que una guitarra sin dueño… y no hubo en ese momento más verdad que nuestros labios… sin despedirse se fue… por eso hoy lanzo esta copla a los vientos, por si ella me está oyendo…”. Poeta, poeta. Y pidiendo permiso para entonar la segunda letra reglamentaria, especial, al ritmo del tresporcuatro chirigotero…, “cuando suena a Noly, que se pare el mundo… si tú me has hecho el regalo de este pasodoble, mi letra hoy te devuelvo… silencio que hoy suena en el Falla, el Noly cantando a su pueblo”, shiiii. “Vamo a ver el pregón que nos da Joaquín Quiñones…”, anuncia con guasa tristona uno de los cupleses. Y en Cádiz yo tengo otras cuerdas que me desatan, que me hacen libre, que me desgarran, y son las cuerdas benditas de mi guitarra, de mi guitarra. Popurrí vuelta y vuelta, en su punto, de fuga…, “que complicado el crucigrama para escribir la libertad, que simplemente consiste en decir que no… que cuando queramos ser libres no nos pare ningún muro… y si estas cuerdas se nos atragantan, aunque nos aten las manos, aún nos quedan las gargantas… que caigan las mentiras, que se cierre este teatro, que bajen el telón, que la función ya ha terminado, que mueran, que ardan, que sufran, que caigan los hilos que el día ha llegado, que hoy son libres los esclavos”. Primer premio, Juan. Aunque Antoñito Martín no está de acuerdo.
“Que la falta de rivales no ensombrezca esta victoria”
(23.37 h.) “En el concurso hay más pases que cuartetos, parece que lo ha organizado Luis Enrique”. Puyita al aire, en la apertura de la parodia del Gago, de ‘Escuela taller de gladiadores El Pópulo’, rescatando cachos de fases previas, ante un nuevo COAG, concurso oficial anual de gladiadores. “Kichi, vale lo del circo, pero quítate un poquito de pan… Yo quiero pelear, como se pelea en los palcos”, jajaja. “Mucho antes de que en la Punta hubiera niñatos, ya había peleas en el Anfiteatro… en este cuarteto no se habla de Bruno, no no no… a mí es que eso de morir no me hace mucha gracia…”. Y un remate de combate con mensaje: “que la falta de rivales no ensombrezca esta victoria, Gades, que en esta modalidad, hace falta contrincantes, nosotros, como todos los años, estaremos aquí esperando… o no”. A muerte. En los cupleses, un cuñao en la Diputación que trabaja lo que trabaja; y recadito a Vizcaíno… ¡¡Manué, Rafaé, a los leones, a los leones!! ¿Autohomenaje en un cuplé extra?, ya vé, con parte del tipo ortodoxo de 2022. “A ver si sigue la racha y el Cossi pierde las elecciones”, auto-pum, jejeje. Y al tema libre, otra rebujina de piezas ya interpretadas…, “¿en la Salud, la operación?, ve preparando la resurrección; por mi salud, déjame en el SAS, que ahí están las UCIs que yo más quiero… vamos a cantar como se tiene que cantar en carnavá, ¿ciegos?, no, bonito… me gusta mucho ese punteao”, jajaja. “Y alcanzaré mi jubilación en esta vida o la otra…”. Vámono, Juan… ¡tigres tigres, leones leones, pa ser gladiador hay que echar cohones, tigres tigres, leones leones, y pa ir al pregón que da Quiñones!! Aguja de Oro, sí, y segundo premio, Juan… náaaah, que aquí todos semos campeones, “menos el Bizcocho, de momento”.
“con el blanco puro visto mi canción”
(00.27 h.) ¿Desde dónde dará el primer grito ‘La voz’ en esta ocasión? El foco no encuentra ni un pezón por todo el teatro… Nada, pues cuatro gatos desde el propio escenario, mientras el resto del coro se sitúa con sigilo frente al patiobutaca y hace flipar al respetable con esos gorgoritos bien medidos. Qué potito, Juan. Y qué blanco inmaculado todo. Pescaíto en blanco. Entre leyes educativas cruje el primer tango quejoso…, “y a caer una vez y otra vez en políticas de bandos, mientras nuestro futuro navega a la deriva… la educación merece un acuerdo, que saben que en la cultura reside la fuerza de un pueblo”. ¿Será que Luis el profe? “No esperes más, vive tan sólo vive… verás cómo te das cuenta que tiene sentido la vida”, atrona el siguiente, en modo auto-ayuda. Prapaparapapá. Y al pique chico-chica de los cuplés afónicos… Hago chaaas y aparezco a tu lado. La voz más valiente y sincera resuena desde el corazón, pom pom, pom pom. Mas ni el pom pom acalla el zumbido que baja desde el ambigú. “Uuuooo oooo oooohh, es el canto que habla de tu corazón, instrumento inmenso que emana pasión, es la voz, es la voz…”. Fue la voz. Un espectáculo sin fondo que deja mudo. Primer premio, Juan.
“no me he manchao ni con el colacao”
(01.17 h.) Momento calcetines-Bablé, al que no le dejan presentar al ruinaso de chirigota de Fermín y Antoñito… En semis se quedaron sin casa, y ahí saludan sobreviviendo en la calle entre cartones, con otra obra cercana. ‘To me pasa a mí: Los desgraciaítos’, la chirigota teatralizada con evolución pase tras pase. Qué peshá de ombligos. Un tesquiero Cádi propio de preliminares, encajado en la final, en el primer pasodoble…, “dicen que si canto aquí una letra para ti, será perdía, cómo no voy a cantarte, Cádi de mi amor, si eres tú la que despierta toda mi pasión, cómo no voy a entregarte mi cariño más sincero… que yo vine a cantarte y me robaste el corazón… mis desgracias no son desgracias si estoy contigo”. Y repe el segundo, dándole bola y visibilidad a la persona que sufre ansiedad…, “yo vencí a los miedos, a las tormentas y a los fracasos”. Cuplés, con humo, patrocinados por dilloBarba, pero al fin bien colocao. “Mi niño es mu moderno, pero el inglés no lo ha aprobado en la vida”, dice uno de los cuplés, brother. Y terminan confinaos, eso sí que es de desgraciaos. Con tirito al compañero del Diario. El popu persigue la cuarteta del vámo-a-hace-un-tik-tok para reconectar con el teatro, siempre tontorrón con estos juegos de prescolar…, “soy Adrián, la voy a palmaaaaar… vive la vida que los problemas vienen y van, por eso ríe conmigo, por eso canta conmigo, vive la vida porque la vida es un carnaval…”. La pulisía los echa también de la calle en el the end. Primer premio, Juan.
“vivo, lucho, sangro y peco”
(02.01 h.) Atravesando el ecuador de la finalísima, Martínez Ares y su banda sumisa rebusca la libertad carnavalera en los subsuelos de Cádi. ‘La ciudad invisible’ escarba en el agujero de la presentación…, “oh carnaval oh carnaval, barrote de mis penas, mi prisión, mi libertad… por eso les duele tanto, las cositas que digo, vienen a por mí… ay lereleré, ya está aquí febrero qué voy a hacer, que me está llamando niña otra vez… mi libERTAAAAAAAD”. Mucho alarido libertario, pero pocas luces, Antonio, qué sufrimiento pa hacer una foto decente, pichita. Una Tacita que se vende y se alquila en el otro pasodoble incidiendo, por enésima vez, en la amenaza de la turistificación…, “se venden barrios enteros, se alquilan, la orilla más cristalina, suelo antiguo de ruinas sobre capas de ruina, se vende torre en el centro, imagine, esas noches de verano borrachos a la fresquita, mirando un Cádiz vacío, de gaditanos”. Pum. Y una segunda letrilla para recordar al mundo mundial “que nunca se nos olvide… que todos, todos llevamos, un viejo dentro”, exponiendo como “nos dieron toda su lucha, su sangre, su hambre y nuestra historia… estorbo son un estorbo, se quedan solitos en el infierno”. Juan, tú ya eres un viejoven. Un gachó jarto de cueva, en uno de los cupleses, y ante el chasco del segundo, un estribillo novedoso…, “dile que me he enamorao, y que aquí me queo pa toa la vía”, mojando bragas en patiobutaca. “Es por aquí, no hay confusión… quién fue el listillo que dijo, de esta saldremos mejor… Eco, eco, cuanto más te ignoran señora, más me arremango y más me obsceno, le canto las cuarenta con mi guitarra apunto matariles, no me caso con nadie, con ningún político me hipoteco, me fumo mis penitas, vivo, lucho, sangro y peco… Que si muero hoy en esta galería, para qué habrá servío a este payaso tanta y tanta rebeldía, aire, aire, aire… Adiós, adiós, adiós, no voy a la prevención, me quedo aquí en lo oscuro, aquí en lo oscuro se está mejó, esperando, esperando, llegue el perdón”. El pulisía acaba sumándose a los fugados, y Ares, ¿protagonista?, diciendo adiós con la manita. Adiós, ¿adiós? ¿Nos quiere decir algo más don Antonio? Primer premio, Juan. Y saca el bocata de foigrás, o te muerdo lo invisible.
“como la torre de preferencia”
Las 2.55 horas. Va telón, de nuevo. Tras un kit-kat, esto ya va cuesta abajo, amiguitos. Con eco eco en el Falla, y Bablé al presentar a su coro, lamentándolo: “esto necita un cambio ya”. “Que este cuervo comienza a volaaaaar”. Ya picotea ‘Los negros’, cuidaíto con los ojos. El verdugo genocida Queipo de Llano vuelve a salir en una letrilla, celebrando su exhumación de la basílica de la Macarena…, “ese barrio humilde de buena gente se merecía que llegará ya ese día, que los padres nuestros no se rezaran más sobre la vergüenza de Andalucía”. “Y siguen tocándonos los cohones”, apostilla el otro tango, inrritado con quienes organizan excursiones a Cádi con el gancho de los condones y los botellones, con lo que cuesta sacar un coro, Juan. Entre palancas y pollasos; y “toma Moreno, toma Moreno”, esa tandita de cupleses. Para los cuervos sólo nos queda la inteligencia, que la tenemos siendo tan negros, como la torre de preferencia, la inteligencia, la inteligencia. ¿Inteligencia empalmada? “En un Cádiz en blanco y negro sólo hay media verdad… Cádiz me gusta cuando eres negra como la noche en tu cielo… Todos ven en mi color el color del perdedor, yo prefiero estar detrás del que sufre por su pan, del que vive en la oscuridad, pero es dueño de su propia identidad… es el negro, es el negro, es el negro mi coloooor”. Queda bien oscuro. Primer premio, Juan.
“me preguntan por qué escribo chirigotas”
(03.36 h.) “Somos más malos que el tabaco y formamos unos tacos, que ya quisiera el Froilán… esta banda es más mala que el gachó que hizo el techo de la iglesia Las Esclavas… que si yo soy malo, la culpa es de Cái, que me tiene malo, malito del tó”. Al ataque con tomate. Turno de ‘Los viñanos’, del Manolín y compañía. Animando a ir al Firstday del Sobera esa primera letrilla…, “yo no quiero soledades en mi vida, y a quien quiera vivir solo hasta lo entiendo, pero no es la soledad una buena amiga, sobre todo en estos tiempos… triste es, sin amigos ni familia, ni un amor de los de verdad… cuando me llegue la hora, quiero tener al lado a alguien que me sujete la mano y al que yo pueda decirle gracias”. Y con emoshión y pashión superlativa ese segundo pasodoble, más allá de premios y piropos…, “me preguntan por qué escribo chirigotas… para hacer el pasacalles reventando corazones… dime tú si no tengo razones, pa escribirte una chirigota”. Y el Falla salta con el mehandichoquelamarillo de Santander, padre. La Díaz Ayuso se ha vuelto negacionista… “es igual de carajota si está lloviendo o está nublao”; y otro perruno y culero, en los cupleses… Pero cuando veo sangre, yo me desmayo, yo me desmayo. Y el pupurrí diresto a la orillita de la Caleta…, “Procopio, picha, tú este año vas a la final, qué malo que soy, qué malo que soy… no bajes, chocho no bajes, po bajó, el lunes a la ocho y media es la misa en la Palma, qué susto qué susto qué susto… y me dicen ven ven ven, y yo digo, no que va, y todo el mundo ole ole ole, y ya me pongo a cantar…”. La felicidad, ja ja ja ja, me la dio tu amor, ooo ooo ooo oo… Juan no entiende ese homenaje a Palito Ortega en el arrastre, pero por si acaso, se suma a hacer los coros, ooo ooo ooo oo. Esa luna lunera, forever, es primer premio.
“si no me llevas a mí dentro, no puede dolerte Cádi”
(04.15 h.) La botellona alcoholizada exterior vive sus estertores, ya podéis llamar a los barrenderos. La botellona de coplas interior da paso a la esencia de esta ciudad pinturera hecha comparsita, ‘Cádiz de mi alma’, la sorpresa de la final firmada por Lolo Cornejo, ya embelesa al Falla…, “cuando nace un gaditano, da comienzo mi camino, me meto por las entrañas de su cuerpo y por más que pase el tiempo ya habré marcado su camino… soy quien te ata aquí de pies y manos aunque te tengas que marchar… que yo soy el alma de las gaditanas y los gaditanos”. Y gaditanes, apostilla Juan. “Y es que a parte de ser gaditano, tengo siete pueblos hermanos que respiran como yo… el alma de Andalucía”, expone uno de los pasodoble. Y ya se sabe cuál es la banda sonora de los gaditanos…, “ná más que abro los ojos, resuena el taratachín… porque el carnaval te ofrece una copla para cada momento que te ha tocado vivir… bendito sean esas melodías… gracias a todos los autores que acompañan mi vida con su guitarra…”. Dos cupletillos, dos, con referencias al “tonto de granhermano”, y bronca de la mare, que no son horas pa que el niño esté en el Falla. Yo tan de carnaval, tú tan caletera, anda ve y dile a tu mare, que eres mi alma gemela. “Ser gaditano no es haber nacido aquí, es una forma de sentir…”, en la introito de ese popu que avanza por la infancia, la juventud, la madurez del gaditano, y a su templo, por alegrías…, “si no me llevas a mí dentro, no puede dolerte Cádi … Cádi, cuánto te quieeeeroooo”. Como para no quererlos, que sencillita ma-ra-vi-lla. Primer premio, Juan.
“no no no, se acabó, esta no puede ser mi vida”
(04.59 h.) Qué buena estaba la tarta, Juan. Uy, borra eso, que tiene mucho azúcar. Y que se cuela en la parodia del Aguilera, preludio de ‘Los Martínez’, el coraso de Antonio Rivas y de los Julio Pardo, padre e hijo…, “llegó ese día épico, y Martínez dio libertad a su conciencia y dijo no, se acabó, esta no puede ser mi vida, siempre gris, sin color, un calvario que nunca termina… y en esta orilla, comenzó mi nueva vidaaaaa”. Cierto dramón en ese primer tango, con ese anciano con el coco ya regulá…, “que te quiero papá, ojalá en tu cabeza haya un escondrijo donde recuerdes que soy tu hijo, que soy tu hijo”. Ay ay ayyyy. Y un tangaso de Pardo hijo a Pardo padre…, “desde niño encontré mi pasión a tu lao… de tu mano sonriendo me iba pa el mercado… y en la cama soñaba con la batea y con volver a cantar… bendita locura este carnaval, tu vida, mi vida…una cosa te voy a jurar, que esta historia no va a terminar…”, la nieta seguirá cantando tanguillos, que sí que sí. Emoshión. Y mira lo que he leío, escucha te lo canto yo… Un cuplé papas con choco, y otro interactuando con un loro del atrezzo. Cada día me bautizo, con el agüita salá, y en mi duna, porque vida solo hay una, yo encontré mi gran fortuna, libertad, libertad, libertad. El Tron no es de este mundooOOOOOOHHH. Culaso, y al pupurrí…, “y ya no cuento los días, ya no cuento las semanas, que sólo me importa en mi vida, despertarme cada mañana… Cada cual lleva consigo, lleva su reloj de arena, y esa arena es como el tiempo, es el tiempo que nos queda, y podrás hacer castillos, y vivir valdrá la pena, o se escapa entre tus dedos y arrastras tu condena… Reconoce que soñaste, ser Martínez algún día y vivir en una playa, tu historia de alegría… Disfruta con libertad y con valentía, que la vida son dos días, que la vida son dos días…”. Qué barbaridad de ratazo. Juan ya está descalzo, también. Y yo, y yo. Primer premio… o primer premio.
“a mediuuuum, ya”
(05.46 h.) Que quedan dos, Juan, ¡¡dos!! Momento uuuuhhh. Ganas de ‘Los mi alma’. Metiendo cositas fresquitas fresquitas en el holaquéhay, con referencias a unos de los adornos del teatro que casi se cae hace un ratillo…, “yo daba miedo desde chiquetito, desde siempre me había dicho la gente que yo era un paranormal, o argo así”. El Bizcocho jugando casi en el horno de casa. Reflexión de entrada…, “el miedo es algo inherente al conjunto de la gente, y te lo dice un fantasma… no hay nadie que no le tenga miedo a una carta de Hacienda certificada a tu casa… esos miedos no son ná, miedo es lo que me da a mí estos carnavales”. Y poniéndose tontorrón en el otro pasodoble, “aunque no sea gaditano, hice un carnaval mi vida y está anclada a esta ciudad… yo con Cádiz ya he ganao, antes de esta gran final”. A ver esos cupletillos: un cuñao metido a fotógrafo malo, “hecha fotos en Semana Santa y hasta la virgen la saca con los ojos cerraos”; y cuestionando los efectismos en este concurso, ahí aparece Manué, el muerto de hace unas temporadas. ¡¡¡Manuéeee!!!, no te olvidamos. Con-sus-muertos, con-sus-muertos. Popurrí pamplinoso, chisposo y de corrido…, “y esta noche no me acuesto, porque un fantasma no duerme… con mi alma, que se aparece en forma de fantasma, yo daba miedo desde chiquetito, y ya sabía que estaba maldito, y es que de siempre a mí me había dicho la gente, que yo era un paranormal… los mi almaaaaaa”. Y el Falla en pie. Y Juan, también, que va pal meadero. Primer premio, uuuuuuhh.
“cuando Cádiz habla, el resto del mundo se para a escuchar”
(06.27 h.) Y enfoscando la final final, con el Falla todavía despierto, la cantera is here. A revolearnos con ‘El embrujo de Cádiz’…, “que del embrujo de Cádiz, nadie se puede escapar… Cádiz, Cádiz, Cádiz, la eterna maravilla que te embruja y al mundo entero lo engatusa, con su taratatrero tirititrá”. Juan, cómo se te pone ese repeluco. Nuevamente, la salud mental visibilizada…, “la ansiedad es despertar y sentir que algo va mal… es romantizar el miedo, es un pensamiento traicionero que te asesta su golpe mortal… es dar un paso adelante y que te empujen de golpe mil kilómetros atrás… ven y desahógate conmigo… si no te entiende la gente, aquí te dejo esta copla para que la cantes con rabia para que el mundo sepa lo que sientes”. Y las dos caras de la ciudad sintetizadas en el segundo pasodoble…, “Cádiz es la libertad y la solidaridad, cuna del progreso, la revolución y nosotros como no, presumimos de eso… que aquí somos mu de izquierdas, aunque gobernara la derecha veinte años por casualidad… Cádiz es andalucista y a Caparrós le cantamos pero cuando hay elecciones su legado traicionamos… Cádiz cuida su cultura y su arte, menos al carnavalero que no hay quien lo aguante…y pronto llegará el día en que dejen de llamarte la cuna de la alegría por la cuna de la hipocresía”. La paradoja, Juan. Pim pam pum. Un conjuro al no-alumbrado carnavalero der Kichi. Pim pam pum. Y otro conjuro que hace aparecer al Carli, sin Subiela, y la lía en el estribillo… Si a la hoguera a mí me mandan, por hacerte brujería, yo te juro por mi madre que a mí no me importaría, que me quemen en mi tierra una noche de febrero, y que mis cenizas las esparzan como papelillos por tó Cái entero”. Al caldero. “Que tú, que tú, que tú, que tú a mí, a mí me haces brujería, y yo, y yo no te lo puedo negar, que no, que cada vez que tú me hablas, Cádiz de mi vía, no lo puedo aguantar… Porque cuando nace una gaditana, el embrujo de Cádiz está en sus manos, porque ella mantendrá viva su magia, la magia de los gaditanos”. Magia potagia. Primer premio, Juan, y remueve y remueve…
Las 06.55 horas. Baja el telón, bien bajao. Juan, tú barres los papelillos redondos y yo los cuadrados, mientras hacemos tiempo a que baje el jurao, sieso, y diga tú ganas, tú no ganas, pero eso es ya otra historia. Y caminito de la cola de los churros, pídele a Alexa que nos cante alguna coplilla quita-legañas: “Adiós tiene nombre de drama, adiós es la muerte en persona, no es lo mismo que decir hasta mañana, o dejadme descansar que vuelvo ahora, adiós cuando suena devora cual si todo fuera la nada, pero sólo es un momento elegido por el tiempo para anunciar que ha llegado el final que represento, y que el cuento se ha acabado…”. Alexa, chocho, tú dando ánimos eres quiñonista…
EPÍLOGO AL PILPIL
Veinticinco funciones después, este juntaletras saborío, con DIECIOCHO concursos a sus espaldas soltando las mismas pamplinas de la plaza Mina, llega a la meta con tres kilos menos. La dieta del Falla, funciona mejor que la dieta Dukan-Dhu, y cien gaviotas dónde irán, dónde irán… Y los disgustos. No todo es jijí jajá cuando este teatro se queda vacío, la vida sigue allá afuera.
Dice adiós un COAC 2023 que se ha hecho pesado en cuartos y semifinales con sesiones inhumanas, y en general repetitivo, con una calidad aceptable en global pero nada muy sobresaliente salvo contados repertorios y momentos puntuales, muy puntuales. Un COAC en el que siguen abundando las agrupaciones levántate-y-anda, que llaman a vivir, a vivir hoy, a despertar, a reaccionar y no sólo saltando de la butaca para aplaudir una u otra copla de forma acrítica, a hacer algo por ese Cádi que dibujan camino del coma, por uno mismo, por los gaditanos que vendrán y por la humanidad. Pero es de sospechar que como cada Falla, dentro de once meses, ¿volveremos al punto de partida? Juan, mi monólogo interior inagotable, me dice que sí a todo. Qué poca pechonalidad; y encima va sin sujetador, para escandalizar a los fachas infiltrados en el Canalsú, la vuestra.
Rápido, rápido, que ya estorbamos; toca juannajarse, sin saltarse el momento galaxia por tó: grasias a los vecinos de foso (que pese a estornudos y toses, no han propagado muchos virus del carnavá), y a los compañeros gabineteros; gracias a los porteros, seguratas y limpiador@s; grasias a los choferes de comes y del tranvía; gracias a Juan Pablo por su hospitalidad y viva Colombia; y gracias a los anunciantes que confían en este nuestro/vuestro periódico, y también a los que nos ignoran, hala. Sin rencores.
Adiós Falla, te odio y te necesito, aunque ya no sé en qué proporción…, hola carnaval de la calle, “con todos sus avíos, fiesta única, del pueblo y para el pueblo”, el que lo quiera, pa él. Vámono, vámono, Juan, dame tono…, ¡¡qué bonito, qué bonito, qué bonito está mi Cádi, qué bonita mi ciudad, que rebosa de alegría cuando llega el carnavá…!! DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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