“Por qué tienes tanto veneno con tus compañeros, no quiero pensar que es la envidia de ver que pasó tu momento”

DÍA 6 (6ª CLASIFICATORIA)

Sandra, la concejala de Igualdad, Festejos y Protocolo de la localidad jiennense de Porcuna tampoco se ha querido perder la comparsa de Alvarado en la sexta clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023). Allí saluda desde el palco municipá.

Jueves ya, también en el Falla, con sobresalientes actuaciones de la comparsa de Tino ‘Caminito del Falla’, de la chirigota del Barrio ‘Hotel y resort Cádi, aquí tiene usté su casa’, y del coro de los Niños ‘Aquí no se rinde nadie’.

Po dicen que han profanado la cruz que meses atrás clavaron en la Sierra de San Cristóbal, en El Puerto, unos ultracatólicos nostálgicos del blanco y negro franquista. Y su queja-nota-de-prensa da para para un puñaíto de cuplés, Juan: “rezamos por los que lo hicieron, que, aunque queriendo hacer el mal, reconocieron con su acción la presencia de dios en la cruz y en el mundo, ya que no se puede odiar a lo que no existe”. Y, ojo, amenazan con sacar la Viagra de la mesilla de noche y levantar otra “más fuerte y más grande” y “será profanada otra vez, pero volveremos a levantar otra aún más robusta y mayor, y así sucesivamente, cada vez con mayor ilusión y alegría”. Cómo se aburre el personal… Maripili, tira de la palanca y que este cronicón vivito y coleante en diferido entretenga al universo. Y quien quiera pagar la convía, que eche una monedita en la hucha.

‘Aquí no se rinde nadie’, sonriendo

Las 20.35. Arriba telón. Coro colorao colorao, de entrada. Una mezcla carnavalera de civilizaciones y culturas, fenicios, romanos, cristianos, en formación. “Canto con mi voz desgarrá, que nadie aquí se rendirá, canto para que a mi ciudad no le quiten nada más… Los niños ya están aquí, que no hay nadie en todo Cádi que ahora mismito sea más feliz”. Vuelve, dos años después, el coro de Nandi Migueles, quien firma letra y música, junto a su hija Inés. “Mi coro viene a la guerra, pero sin pena”, remarca el primer tango, marcando posiciones tras una derrota prematura. Con emoshión por las ausencias, con Rocío Hermida en el recuerdo.  Y “aquí hay que mamar”, sentencia el segundo, en tó la cara de aquellos que piensan que Cádiz no es digna de acoger el Congreso Internacional de la Lengua Española, “pero aquí mi lengua y mi habla siempre van abrazadas de hilo musical”. Oportuno tango, Juan, para que lo bailen en Salamanca. Carajotes reales y ar Kichi le han dado por todos lados en estos años, “no vayas a darle antes de irse un tirón de orejas”, en esos cupletillos echampelados y con platillaso. “Porque nadie va a robarnos nuestros besos en tu puesta de sol”. En el popu se defiende la esencia y el legado (“nunca pongas en venta nuestro pellizco y compás”) que dejaron las diferentes civilizaciones en este rincón, y su Bahía…, “mi tipo ya ven, no es un disfraz, mi tipo es historia y mucho más… Las raíces del pasado son mi faro, ante las sombras mejor es sonreír, que no te rindan para se feliz”. Dientes, dientes.

‘Caminito del Falla’, en un lugar de Fragela

Quijotesca aparición en escena de ‘Caminito del Falla’, la comparsa de Tino Tovar, Tino de la Mancha, entre molinos de viento del local de ensayo, del teatro, de la calle. Si el personaje de Cervantes se volvió majareta leyendo libros de caballería, “el que le canta perdió la cabeza escuchando las coplas de la tierra mía”. “Seguí las huellas de aquellos que cuando a Cádiz le cantan, en su cuaderno de versos le animan con esperanza, los que sueñan su nombre, los de la voz necesaria, los que levantan pasiones con su canción libertaria, los que en el mes de febrero muerden cantando a un gobierno, y a golpes de carnavales, sacan la espina a su pueblo… Y quise atrapar en mi folio, tus miedos y tus guerras, tu amor y tu odio, tu risa y tu pena, dejarte mi propia senda…”. Juan ya está palote. Mirando por el retrovisor en la primera letra, asumiendo, también con errores, que mereció la pena el hacer camino, el dejar hasta huella…, “mi vida he pasado cantando en un pasacalles, y mientras cantaba espantaba tus males, y quise ser tan gaditano, que hoy treinta son mis carnavales…”. Y otro pasodoble pegajoso con el pregonero… ah, no. Po no. “Mi enhorabuena Joaquín Quiñones, muy merecido es su nombramiento, aunque parece por lo que escucho y por lo que veo, que aún ahora que se lo han dado no está contento… un pregonero es para todos, y este para todos tiene, que haciendo gala de su fama ha declarado, el concurso se nos muere… mejor que suelte toda su inquina, y después ya pregonando se relaja y lo disfruta y se deja de pamplinas… por qué tienes tanto veneno con tus compañeros, no quiero pensar que es la envidia de ver que pasó tu momento… de ti me quedo tus coplas, tus versos carnavaleros, de tu persona reniego, yo te tenía respeto…”. Pumbaaa, ¿Tino dando hostias? Tanda de cupleses obsesionada con los bomberos, jeje, que er Kichi se va, que no aguanta más mamoneos, “ya no aguanto más a Martínez Ares… más aguanté yo con La brigada el año pasao”, jaja. “Y yo siempre contesto cuando me tienten frito, que voy de caminito, de caminito de caminito”.  Y ese pupurrí metacarnavalero, fuuuaaah, es marca de la casa, un nuevo relato del proceso creativo, de los intríngulis de septiembre a febrero pasando por el local de ensayo, “principio y final del camino”, de los sentimientos, de las fatiguitas, de las alegrías, de las contradicciones…: “y a mí me dicen loco por torcerme en tus renglones, por tender tu llama en mis noches en vela, por saltarme los guiones y cambiar el paso cuando ya nadie me espera, y cuanto más me vengo, y cuanto más te canto, y cuanto más me lo discutas, más feliz me siento en esa mi locura… Del camino te puedo decir que me siento querido, que a veces de fuera se ve más sencillo, que a veces hay premio y a veces castigo, que cuando se acaba te sientes vacío…”. Y sí, todo acaba, tras el pasacalles, en el Falla…, “allí en tu puerta volví a contemplarte, mi teatro, y que me perdone Cervantes, por más que miro no veo un molino, yo veo un gigante”. Juan, bájate del burro. A Quiñones le gustaron más ‘Los Quijotes del sur’ de Antoñito Martín. Le ha escocío…

‘Çembrando coplâ (La comparça er pueblo)’, papa madre

En tirantes se presenta sudando la tierra la chirigota de ¿San Martín del Tesorillo? con el nombre de ‘Çembrando coplâ (La comparça er pueblo)’, y “si no llego al tono traigo pa pincharme otro urbason”. La chiri de Diego Letrán con letra de Luis Miguel Rossi y Moisés Camacho, y música de Mario Rodríguez. Piropillo de interior buscando la mar, de primeras…, “aunque semos mu catetos, vengo a decir con el alma, que te quiero rincón marinero, tacita salada”. “Si mi padre no tiene cultura, no sé yo quién la tiene… sin estudios ni literatura, mi padre es cultura y es un libro abierto”, sentencia el otro pasodoble, ajeno a la educación reglada. Vamos dando pasos pá atrás, “envasao al vacío”; y tecnología con arroz y conejo, en esa tanda de cuplés, adornadas con un estribillo “metido en bruto”. Juan está concentrado en el unicejo. En el popurrí campero y simpaticón se ofrecen para contratos en festejos, bodas y comuniones. Y Martínez Ares lleva llamándoles cuatro años, “y al final me ha convencío, voy a hacerle el cuartobaño”. El catetismo ceceante no disgusta en el Falla.

‘El costurero de la reina’, hilo blanco

Cosiendo, remendando, hilvanando…, “pongo al servicio de tu fiesta mi alfiler, no quiero dar puntadas sin hilo”. Ya pisa las tablas ‘El costurero de la reina’, comparsa de San Fernando. Optando a la aguja de oro. Bueno, no. “El flamenco, querido hermano, nace y muere gaditano”, apostilla un primer pasodoble que ronda por la Venta de Vargas. Javier y Alberto, agarraos del alma en el otro pasodoble, acaban apaleados por homófobos…, “no les dolió que le llamaran maricones, les dolió que se sigua repitiendo… que vuestro orgullo es un tesoro, que es el orgullo de todos”. Voluntariosos. Para los cuplés, trucos para ensartar una aguja, y para meterte un deíto en el culo. Y Juan, sin dedal, absorto. “Esto es coser y cantar, esto es coser y cantaaaar”. Guillermo García Lebrero y Luis Gómez Lucas comparten la autoría de letra y música. Entre costuras ese popurrí tan correcto como anodino. No zurce nada nuevo…, “la reina del mar un añito más, se viste de coplaaaas”.

‘Hotel y resort Cádi, aquí tiene usté su casa’, ¿dónde está el Manteca?

¡¡Bueeeenos días!! Cádi abre sus puertas a la mañana, y nos reciben estos botones ombliguistas con guasa y mucha carga del ‘Hotel y resort Cádi, aquí tiene usté su casa’, chirigota del Barrio, de Javier García y Marco Antonio Romero. La Tacita, recibiendo a los turistas desde aquel primer fenicio…, “cambiamos nuestra industria por ser botones y llenar la olla… y otra finca más cerrá, por otro hotelito más…”, se queja con la sonrisa congelá el primer pasodoble de re-presentación. Y un segundo digno de Fritur…, “yo flipo con la provincia, aunque pa mi la provincia en verdad empieza en Puertatierra… gaditano disfrutad, si una joya es tu ciudad, tu provincia es un tesoro”. Voooyyyy, Cuplé porío por dentro; y cuplé afectado por las drogas. “Voy a decirle algo al que gane las elecciones, no tocarnos los cohones”. Gran popurrí dislocao, con algún puntaso de categoría (OBDC, ¿qué? jajaja), que termina siendo una invitación a venir a Cádiz, “es mi casa y la tuya también”, sí, pero sin acabar con Cádi, sin expulsar a sus vecinos, sin arrasar con su esencia. “No, el vaso de plástico, por si me lo tengo que llegar”. Juan secunda la moción.

‘Sin ojana’, el polígrafo, el polígrafo

“Dicen que con la verdad, a cualquier sitio se llega, que vale más la bondad que la ojana traicionera…”. Una de las sentencias de la grave presentación de la comparsa grave ‘Sin ojana’, desde Sevilla, con José Antonio Alvarado al frente. Contexto agitanao. Se han gastado la mitad del presupuesto en la hoguera. Un Cádi cuánto tesquiero en el primer pasodoble, treintaycinco años “de amor sincero”. Sin ojana, Juan. En este mundo ya no queda un segundo para los amantes, solo hay farsantes, decreta la segunda letra reglamentaria. Pasodobles para el saco de los monótonos. Amago de crucero, y amago de caca, en los cuplés de comparsa comparsa. “Recuerda que la mentiraaaaa, tiene las patas muy cortaaaas”. Juan, ¿te has enterao que el Fernando Simón nos quiere quitar la mascarilla en el bus? El tedioso popurrí, con su verdad por delante, amenaza con regresar en 2024 y 2025, y 2026… y 2027…, “no me callaré, para poder conseguir para mis hijos un nuevo mundo sin ojaaanaaaaa”. Juan, pero ¿qué vas a hacer tú con ese careto sin mascarilla? Úntale ojana de esa.

‘Las profetas’, palabra de Momo

Y el chimpón de la función, con cierto eco en el teatro, lo pone otra comparsita desde el otro lado de la autopista, ‘Las profetas’. Cantando con gusto. “Y cuando mi dios me habla, cierro los ojos y escucho”. Dios carnavalero, por supuesto. “Será una niña preciosa, y será de dos mujeres…”, subraya el primer pasodoble que pare “mi comparsa”. Y es que la agrupación tiene dos madres, María Núñez García pone la letra, adobada con la música de Cristina Calle Cordero. Y con cierta autocomplacencia se esboza a la generación presente en la otra letrilla, “hacemos lo que podemos en esta generación… el futuro es una España preparada con un trabajo precario… la que se queja por todo pero no sale a la calle…”. Juan, no generalices, que está feo. “Predicando en estas tablas, ya tengo el cielo ganaaaao”, zanja el estribillo esos dos cuplés de apocalipsis. Popurrí bíblico, con la palabra escrita en un libreto…, “rezando tus alabanzas, seré siempre tu profetaaa”.

La 1.08 horas. Baja telón. Entramos a este submundo con once grados fuera, y volvemos a salir con cuatro, ¡¡cuatro!! Tirititrando, vamos con la penúltima pamplina de la plaza Mina. Y mientras le ponemos una cuarta manta a la cama, Juan, pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Con la de veces que canté sabiendo que otros ya se habían comprao, las palmas, los vivas y olés, y gentes de su clan metíos en el jurao… Con la de veces que en la barra se han dao los premios, repartiendo abrazos, quién se crea libre de culpas que se calle por si acaso, que hay quién tiene más de un premio, por mis cuatro cajonazos…”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway

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