DÍA 16 (1ª CUARTOS DE FINAL)
¿Un terremoto devastador entre Turquía y Siria? Naaah, nada detiene al Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023). Tras el descansito del domingo para los adultos, este lunes se retoma ajeno a temblores el Falla, pasando de pantalla; entra en su fase de cuartos de final con 53 agrupaciones, todavía, deseosas de volver a ofrecernos sus verdades y sus jijijajás hechos copla. Volver a empezar…, ¿la peli de Garci o la comparsa de Tino?
Lunes, sí, lunes, sin minuto de silencio por el adiós del Caña, uno de los aficionados jaleantes históricos del gallinero.. Y una larga sesión por delante con sus momentos de respiro: cumpliendo expectativas la comparsa de Martínez Ares ‘La ciudad invisible’; pero también destacando ‘La tía de la tiza’, mejorando incluso las buenas sensaciones de la lección de preliminares. Y además, buscando hueco en semis, el coro de Luis Rivero ‘La voz’ y la chirigota del Sheriff ‘Los del veredicto’.
Po no dicen que el Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón ha vuelto de Abu Dabi para seguir inspirando a los poetas de Cádi; ahh, y para consumir cocaína rosa en un after ilegal para ricachones. Juan, con lo rica que está una pantera rosa… eso sí que es un chute industrial, de sorbitol y aceite de palma. Maripili, tira de la palanca y que este cronicón en riguroso directo salga al aire, en diferido. Y quien quiera pagar la convía, amén.
‘La voz’, a lo tarzán
Las 20.36 horas. Va telón. Van esos cuarto, y mitad. A por el grito bien pegao, en este pase desde los palcos para despistar en el holaquéhay, del coro blanco inmaculado lavado con Ariel de Luis Rivero, ‘La voz’, “instrumento inmenso que emana pasión”; como pasión y gusto por defender el estilo propio pese a quien pese emana esa presentación. Un primer currado tango a la voz que suena a través de las manos, la de los sordomudos, interpretado también en lengua de signos, y es que en la voz “puede estar la emoción que te cala y que te llega, puede expresar tanto…”. También hay voces que mejor mutearlas, Juan. “Y no hagas caso a la mierda que vende la pornografía”, sentencia la otra letrilla valiente aunque delicadeza, alrededor de la sexualidad sin tapujos, pero sana…, “respeta siempre con quién quieras compartir, lo que el deseo te pida… tócale, tócate, sin caer en una obsesión continua…”. Tango no-patrocinado por Pornotube. En los cuplés chicos y chicas vuelven a porfiar por quién canta la coplilla menos saboría. Pon otra equis, Juan. “Escucha la vooooz, de tu conciencia… la voz más valiente y sincera, resuena desde el corazóooon”, pom pom, pom pom. Popurrí espectáculo y no sólo músico-vocal con su chimpón bañado de papelillos de brillito. Digno de foniatra, apostilla Juan. Chisposo el papafrita.
‘Cádiz, qué bonita eres con tu puta madre (los bipolares)’, los tuyos, por si acaso
Mudable saluda ‘Cádiz, qué bonita eres con tu puta madre (los bipolares)’. “Lo que un día veo bien, otro día veo mal, lo que ayer me gustó, hoy no me gusta ná… en Cádi lo normal es no ser normal, en Cádi lo normal es ser bipolar”. Va a ser hasta verdad. Cierta pocavergüen ahí. “El cargador gaditano se está quedando obsoleto… podemos ser costaleros gaditanos”, deja caer un primer pasodoble irónico con el capillita que se mira en Sevilla. Y como corresponde, se veía de vení, una segunda letra opuesta…, “defensor del costalero, me vais a comer los güevos…”, más celebrada que la primera, con sus toquesitos ambas al Fernando Pérez. Es que estoy malito. Froilán está desatao; y bajando el volumen, literalmente, en esa tandita de cuplés… espectacularmente malos. “Medio Cádiz me quiere, medio Cádiz me odia… y más de medio Cádiz a mí no me puede ver, ¿y el otro medio?, po lo guardamos pa después”. Al popu le pesa ya los cuartos de final. “Cádiz me quita la vida, pero también me la da, me tienes tan loco, por qué será por qué será”. ¿Por qué. Juan? Pelotaso de chirigota. ¿Pelotaso? Pelotasos los que mete Fali desde su campo.
‘Los borracheras’, hip hip
Chinchín. El único dios real, el dios Baco, levanta su copa por Cádi, “me siento un dios sólo estando contigo”. Turno de ‘Los borracheras’, con su botellona montada en lo arto del escenario. Y no convían ni a yelo, Juan. Un “viva España” caustico recorre el primer pasodoble celebrando ajín recortes en educación, sanidad, pensiones…, pero que viva España, “que gane muchos mundiales, por los demás no hay cohones para tirarse a la calle”. La otra letrilla es de libre interpretación, con un armario final lleno de disfraces que lo deja todo abierto. Juan, ¡¡ayuda!! Dos cupletillos, de garrafón, uno por arribita; y otro sin carne. “Y como soy el dios Baco, pa que te emborraches conmigo, el agüita de tus mares, yo te la convierto en vino”. Y apurando el barril en ese popurrí peleón…, “emborráchate de Cádiz, emborráchate de este rincón, emborráchate de amor…”. Sin resaca, Juan.
‘Los del veredicto’, segundo piso
Con las llaves del cielo se presentan ‘Los del veredicto’, del Sheriff, ¡¡sin el Lulu!!…, “pero llamadme Perico, que estamos en Cái y es más chirigotero… yo soy quien dice quién es malo y quién es bueno… y si tú eres malo malo, no te preocupes que te ficha Vizcaíno…”. Y nada de paraíso, aquí, gallinero. “Con esa cara de santo de no haber roto ni un sólo plato… el sábado comienza su cacería y se convierte en un demonio… ocultos en la oscuridad, cobardes patriotas sin tierra… niño de papá fascista… y luego el domingo a misa”. Contundente el primer pasodoble, al que sólo el falta la cabeza rapada. Y recadito a Manolo Vizcaíno y de paso también a Contreras, en la siguiente letrilla más que furbolera…, “aunque la afición no falle, nuestra esencia se ha perdido en cada partido… escucha mi alma, que el Cádi es de los cadistas, de los cadistas”. Y el Falla explota con el mehandichoquelamarillo; mejor entonado y afinado que en el Nuevo Mirandilla, por cierto. Sacando la artillería en los cuplés: enamorado de una gadita mu capillita, que cuando se entera que el jueves santo va pa Sevilla…, “no hubo levantá, la recogía fue a paso horquilla”, jejeje; y a los fiscalizadores de plagios carnavaleros…, “po cógela que es tuya”. “Tú, tú tienes el cielo ganao”. Y al popurrí animoso y animado, con su cuarteta-parodia alargada pal infierno, cambiando de demonio: no sube el Gago, sube el Morera, y por supuesto, su inseparable Carlos Meni…, “me marcho con mi chirigota, yo me voy pa Cádi, que Cádi es la gloooooria”. Gloria, gloria, gloooriaaaa.
‘El COAC. No pasamos ni una más’, le han ponío
“¿Qué hace, prenda?, que me ha tocao una almendra”. Ejem. El joven comando en defensa de todo lo de Cádi Cádi, en el cuarteto ‘El COAC. No pasamos ni una más’, se monta en la parodia un dispositivo “anti despropósito cofrade”, con sus puntos malos. Malos. Hay intención subyacente, pero… Llueve, y a los cuplés. La nevera ambiental, duele. Cuidao con esa trompa, Juan. “Yo muero por Cádiz, por tó lo de aquí… y todos nos morimos cuando viene el recibo de la luz”. El coronel Coñeta, “con el cuerpo cortao”, pasa revista a la tropa en el tema libre exhibicionista, exhibiendo más cara que espalda. Blam blam, potito de chicharrones. Juan, disuelve la compañía. Arrr.
‘Las del puerto’, vó-la-re, uuuoooh
Pico pala, pico pala. Vuelan costeando desde Barbate las gaviotas coristas rapiñadoras y milongueras de ‘Las del puerto’. “Yo que me pensaba que este proceso fácil sería, que entre mis manos ya te tendría…”. Un tango inicial poco fértil: esa pareja que sufre queriendo tener un niño y no puede, ni con inseminación artificial…, “y la gente, qué ironía, pregunta y tú pa cuando”. A Juan se le ha venío a la cabeza el carnecita-de-gallina-se-me-puso-esa-mañana, no es mamón ni ná. Y memoria histórica en el segundo, acordándose de to los moríos del criminal Queipo de Llano. Graznidos para adornar unos cupletillos, de piscifactoría. “Contra más vieja más loca, contra más vieja más loca”. “Que Cádiz siempre sea el punto hacia el que vuelo, el que me acoge cada año por febrero, aunque me sienta entre ta gente tan querido, no se me olvida que Barbate es donde habito…”, remacha a lo Rigoberta Bandini ese popurrí con salitre, respetable, y alado. Vooolaaarrrr.
‘La ciudad invisible’, eco, eeecooo
Vámono al submundo del Martínez Ares, ahorrando en la factura de Electríca de Cádi. Paparapaparapa pá… “oh carnaval, oh carnaval, barrote de mis penas, mi cadena, mi prisión, mi libertad… aquí tienes otra historia que nace de un grito de libertad, mi libertaaaaaaad”. ‘La ciudad invisible’ abre sus muros, y sus paradojas. El relato de la exhumación de los restos del genocida Queipo de Llano ocupa el primer pasodoble, con Pemán metido en el ajo…, “por eso la Semana Santa, me sigue oliendo a fantasma, a penitente de raza, militares a caballo, a un himno con la guardia mora, a los novios de la muerte, a ese caudillo presente entre el clero y el estado… la basílica se abre, ya sale, la procesión del espanto, no irá a una cuneta el carnicero de Franco… jamás sonó más fascista la marcha de la madrugada, la Macarena”. Y quejoso con el ambiente del concurso el siguiente, partiendo de que hace cincuenta salió llorando del teatro el maestro Paco Alba “abucheado por los fantasmas”: “en esta cueva hay mucho odio y resentimiento… desprecio, amigos y compañeros, por llegar a la final… que esto es un regalo, que cuando llega febrero se le entrega al mundo entero, no tocarnos los cohones, vais a cansarnos, y está a puntito de reventar… no es sitio para lenguas verduleras… y si hay que salir llorando, que sea con dos lagrimones, ayy de alegría”. Juan, como aquella voceante anónima del gallinero, también lo ha entendío a la primera. ¡Aguaaa! Cuplés, terroristas, pero de veritá, afú. “Anda chiquilla, ven y fúgate conmigo hacia las profundidades, porque no existe en este mundo más condena que estar solito en la cueva, por carnavaaaales”. Y el popurrí, “es por aquí, no hay confusión”, con su teatralizado desarrollo entre cuartetas, acaba encontrando una salida pero “por unanimidad, nos quedamos en las catacumbas por rumbas…, no voy a la prevención, me quedo aquí en lo oscuro, porque en lo oscuro se está mejor”. Ocho minutos del repertorio que deja sentencias como: “no habrá dios que me detenga, no hay nadie, nadie, que silencie mi canción… Quien fue el listillo que dijo, de esta saldremos mejor… No me caso con nadie, con ningún político me hipoteco, me fumo mis penitas, vivo, lucho, sangro y peco… no digo que tú, hagas lo mismo que yo, pero si quieres para ti, hay un arco en mi canción… Ahora o nunca, desobedece”. Ares, el insumiso.
‘La chirigota del barranco’, 3,1416
Desde Sevilla, con trabuco “de carnavá”, ‘La chirigota del barranco’…, “hemos pasado de ronda porque soy de Ronda…, bandolero, bandolera…”, Metiendo cositas novedosas en ese holaquéhay, incluso cabe el Nene Cheza, en un ascensor con Tino y Quiñones. Un cosqui, parece que a quienes gestionan entre otras cosas la sanidad, en el primer pasodoble…, “qué poderoso es el tiempo, en el reloj de la vida, hacen más daño las horas, que el desamor o una herida… y eso lo sabe de sobra la gente de Andalucía…”, esperando para que le atiendan en el SAS. Y también regionalista el siguiente entre tanto terrateniente…, “sigue esta tierra bendita con la misma cruz a cuesta, manteniendo a tanto buitre entre marqueses y duquesas, insultando a la memoria tan sólo con su presencia… todo lo que han heredado se lo han robaron al pueblo…a todos les deseo una larga vida, sabiendo que son la escoria y las ratas que sobran en nuestra Andalucía”. Emm, po vale. En la tanda de cupleses, referencias a las ecografías en seis dimensiones, o alguna más; y a los pezones del coro de Luis Rivero. En lo que se fijan, Juan, pillines. “Pa robarte Cádi, una y otra vez, porque tú eres rica en Omegatres”. “Guiri guiri guiri, dando por culo en invierno y en verano, si parecen sevillanos”, anota con acierto un pupurrí estable.
‘La tía de la tiza’, física y química
Y sumergiendo en aguatapá esta primera función de cuartos, la comparsita del Lacio (según el dossié): ‘La tía de la tiza’, a aprender y a enseñar tres mil años de historia con Cádi, de Cádi, para Cádi, “la señorita del mar”. Y cate que se lleva quien no se sepa los días que quedan para carnaval. Mola esa pizarra con el esquema de los pasodobles… Matemáticas para empezar, y “Cádi es sobresaliente… la suma de un montón de pueblos, sabe restar la pena de cualquier tragedia… me gusta mirar su mar y tender al infinito… con su fórmula de vida magistral y autodidacta, hace de la vida una ciencia exacta”. Bien cocinada esa lección. Y entra casi mejor que un puchero, cómo suena, maestra. Y clase de historia y geografía en el segundo pasodoble…, “esta parte de aquí se llama Andalucía, y no se le valora ni se le respeta… no tiene a ambición de ser una nación, acoge a los que escapan buscando las papas en una patera… ríete de su oratoria, yo contigo no me meto, que burlarse de la historia, de mi gente y su memoria, sí que es de catetos”. Juan está teniendo un orgasmo, que bien escrito, profe. En uno de los cupleses, cameo del Canijo de Carmona (que se dijo que sería el autor del grupo), para decirle ar Kichi…, “we can do, we can do, adelgazar”. “Salvochea, sobresaliente, Carlos Díaz, aprobado, la Teo, suspenso, ¿el Kichi…?, el Kichi no se presenta”. El pupurrí magistral de balcones, casapuertas y lavaero es canela fina, así dan ganas de volver a las aulas, con su queja ya más global por la situación del docente. Comparsón pedagógico.
Las 02.15 horas. Baja el telón. Baja la basura, Juan, que mañana apesta a bajante. Y caminito a la cama pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Esta la canto en gaditano, esta la canto en andaluz porque en el fondo me he sentío, un pobrecito mantenío y un chusma como ciudadano, porque el cabrón del Cayetano de sus cojones le ha salío…”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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