“Mi cultura está viva, aunque tu mirada altiva no vea o no quiera ver”

DÍA 12 (12ª CLASIFICATORIA)

¡¡Se vende chalé en la barriada de La Paz!! Trescientos mil leuros y es tuyo. Cuando un diario que se dice serio se disfraza de agencia inmobiliaria y encima adorna sus titulares con exclamaciones… Calla calla, que ya están sonando los timbrazos que anuncian una nueva función del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2023): a por la duodécima sesión de preliminares.

Noche de miércoles con un plato fuerte: ‘Los esclavos’, de García Argüez, el Chapa’, buscando quitarse la etiqueta de “la comparsa de Juancarlo”, ofreciendo un pase contundente y liberador. Además, ‘El cantón independiente (que vivan las mujeres de Cádiz)’ cerraba la jornada agradando y mucho.

Juan, la que están dando con el sí es sí y el no es no. Esto parece Barrio Sésamo. Más Espinete, don Pimpón, Ana-soy-ana y Chema, y menos jueces fachas retorciendo leyes para atacar, junto a la jauría mediática, a la ministra de Igualdá, Maripili, tira de la palanca y que este cronicón sin mascarilla siga su cruzada frente a los virus de febrero. Y quien quiera pagar la convía, no tengo cambio.

‘La fiera’, liberatéee

Las 20.35 horas. Va telón. De melón. ¡¡Esa freidora!! “La pasión y la garra de un pueblo salvaje, la rabia que en ti vive y que ruge como un león, el valor del cobarde porque nunca es tarde para despertar… la fiera sale de su letargo llegando carnaval, la fiera hoy se liberaaaaa”. Sí, ya enseña las muelas ‘La fiera’, coro sevillano con letra y música de Sergio Molina Franco. Los venenos del carnavá se exponen en un primer tango entre alimañas…, “no te asustes si notas un picor, siento que el carnaval no sea el que te esperaras, desde hace tiempo en una selva se convirtióooo”. Y cogidito con pinzas una segunda letra quejosa con las cuentas que se negocian en la Junta o la Moncloa…, “sólo hay un presupuesto en Andalucía, el de las andaluzas que como tú viven al día y sin protestaaaar”. Quieto, león. “Tranquilidad tranquilidad, en carnaval, tú no te pongas hecho una fieeeraaaa”, sentencia el estribillo de una tanda de cuplés de comparsa. El popurrí, “con uñas y dientes”, en la teoría, se mantiene tan apagao como las luces elegidas durante toda la actuación…, “tú sigue mi consejo de león, haré que tu corazón, sea salvaje y fuerteee”. Juan, quien canta, su mal espanta. Más tópico no lo hay, en toíto el muelle de Cái.

‘La ¡Oh! Diosa del Carnaval’, ¿o-diosa?

¿Otra freidora? Presentación inrritada con un carnaval que se desvirtúa entre redes sociales y “prensa rosa”; llega la comparsa del Bojita ‘La ¡Oh! Diosa del Carnaval’, en defensa de la esencia…, “quítame los cables de este maldito veneno, que hace que nos peleemos, que necesito conectar contigo, que esto no huele a Cádi ni huele a carnaval…”. Borja Romero Castellón, también pisando las tablas reliao en el telón del Falla, firma letra y música. “Y cantaré y te querré, ay Cádi mío de mis amores, y perderé y volveré para cantarte mi pasodoble…”, subraya el primer pasodoble sencillito de re-presentación. En el segundo, una camarera explotada y encima humillada por clientes porculeros. Con introducción aclaratoria antes de entonar las letras reglamentarias. Tienen un primo en Barcelona, Juan. Y un popurrí que persiste en mostrar la concepción del carnaval que tiene este aficionado-autor, o viceversa, también cuartetero y chirigotero…, “respeta al compañero, no cantes por el dinero y saca tu corazón… no vengas con aires de artista, pero siéntete protagonista”. Juan, tomando apuntes.

‘Ayyy que te como’, el nabo

“Aníbal y soy caníbal… y de las cachas del culo saco buenos chicarrones, aaahhh”. Saluda la chirigota veterana ‘Ayyy que te como’. Unos Hannibal Lecter carniceros de Cádi. José Manuel Valdés, Cesáreo López, Juan Contreras y Manuel Ruiz aparecen en la autoría de letra y música. Reconociendo en el primer pasodoble que preparar este ratazo desde septiembre es su medicina…, “yo sé que tengo limitaciones, y pa seguirte cantando tendré que echar cohones… venga chaval, ponte en mi lugar, a ver si me entiendes… pasodoble al tresporcuatro, en las tablas del teatro, hasta el día que me muera”. Las manos de un voluntario hacen más que los culos en el parlamento, sentencia la segunda letrilla. Ayyy que te como la cara. Pocavergüen en la tandita de cupleses: una comunión aplazada por la pandemia, y en vez de un viaje a Disneyland, al niño le regalan otro a la Sala Muelle, pum. Y la maja desnuda con los pezones tiesos pa colgar chaquetones… “Pa la edad que tengo solamente puedo chupar”. Vegano rima con comerse un buen nabo, en un pupurrí digno de Juan Rivero…, “Cái eres pa beberte, pa comerte, pa quererteeee”. Regreso a los años 80, Juan.

‘Los esclavos’, empatizando

Qué barbaridad, chiquillo, un sopapo con eso y se te quitan to las tonterías, Juan… Encaidenados a esas manos XXL que nos manejan en este mundo, en este teatro…, “algún día llegará en que todos los esclavos tengamos la libertad… mientras que está llegando ese día, aquí te cantan los esclavos para arrancarnos como un clavo tus mentiras, y las mías… escucha tirititero, en este escenario soy yo quien dirijo la función, ten cuidado, hoy vengo a cantar para arrancar el telón… que reviente este guiñol de marionetas, que se arranquen las caretas, que más tarde o más temprano se romperán nuestras cadenas”. Tomando posiciones en un holaquéhay masticaíto el de comparsa del Chapa, ‘Los esclavos’; con letra de Miguel Ángel García Argüez y música de Raúl Cabrera. Piropillo de primer plato, comparando Cádi con cualquier otro rincón del mundo redondo…, “yo sé de ciudades tan corrientes, que al calendario la gente, no le subraya un febrero… hay ciudades con palacios, que no tienen lavaeros, y ciudades cuyos patios nunca huelen a puchero… ciudades ricas como colmenas, que no se saben ni reír de sus cadenas… ciudades yo sé que existen con habitantes torpes y tristes, que en el balcón del verano cogen y ponen banderas, en vez de poner geranios… deja Cádiz que hoy te cante, otra vez enamorao, bendita sea está ciudad que a mí me da la libertad para volverte a cantar como un esclavo”. Y cate de los gordos a quienes, en la propia tierra, menosprecian el carnaval…, “coplas que han nacido de mi gente, en las gargantas calientes de miles de gaditanos, de fuego que hacen de mi carnaval una pasión sin fronteras… son muchos sitios donde he sentido el respeto, y el amor puro y secreto, de gente que no es de aquí… sin embargo, aún hay muchos gaditanos que aquí en casa la desprecian como un cante chabacano… pues escucha tonto engreído, ni esto es bajuno, ni está podrido, esta es mi historia y mi vida, esta es la sangre de un pueblo que se lame sus heridas, no es anestesia barata o un populacho de fiesta, que este es un pueblo que canta su verdad, para quien la quiera… que mi cultura está viva, aunque tu mirada altiva no vea o no quiera ver… para ser patrimonio inmaterial pal mundo entero, si no se respeta en casa, dónde coño van a hacerlo…”. Superior. Al niño de treinta años anti-independentista y al pestaso a “va a saltar el levante” de la reina Isabel II, en esos cupleses, con estribillón: “hay cuerdas que me atan mis manos, que me atan mis labios, mi corazón y mi pensamiento, y en Cádiz yo tengo otras cuerdas que me desatan, que me hacen libre, que me desgarran… y son las cuerdas benditas de mi guitarra de mi guitarra”. El popurrí comprometido, siempre, navega en sus cuartetas entre diferentes formas de esclavitud, la de la rutina-social, la política, la que sufre el niño hoy, la placentera del amor… y acaba liberándose: “cuantas veces he sido sólo un esclavo, y ni me he dado cuenta de los hilos invisibles que día tras día, a mí me atraparon… Derecha, izquierda, derecha, izquierda, las dos juntitas intentándote engañar hablando de la libertad y la democracia, son sólo falacias bajo el mismo disfraz, te juro, mi hermano, que antes de volverlos a votar, yo me corto estas dos manos… Marioneta de los padres, que estáis matándoles la primavera, piensa bien la vida que hoy le estás creando, y enseña a tu hijo a ser una persona pero no un pobre esclavo… La luna es una gran tirititera, y Cádiz solamente su guiñol… Que cuando hay silencio, que la gente no se calle, que es mejor ser un proscrito, incómodo, rebelde y bravo, que seguir siendo otro esclavo… que cuando queramos ser libres no nos pare ningún muro, que caigan las mentiras, que se cierre este teatro… hoy son libres los esclavos”. Entra sin vaselina, Juan. Ni hace falta escucharla catorce veces para medio-entenderla.

‘Ahora no me acuerdo del nombre’, piñonate

Una de churros. Protagonistas de la presentación de la chirigota despistada de Algeciras ‘Ahora no me acuerdo del nombre’…, “que trabajo me ha costao, aprenderme tó las letras”. Agustín Carlos González Galiano y José Rafael Castro Maíllo, autores de letra y música. Un pasodoble político to confundío…, “que importará la verdad, si viven de mentiras para manipular y nos dividen siempre a su manera para hacer lo que quieran…”. Ya se sabe, todos los políticos son iguales, Juan. Afú. “Puerta del Mar, que nos abrió, una esperanza a la vida”, apostilla el segundo pasodoble como tributo al hospital de la capital, referencia para casos graves en toda la provincia. Un cuplé de culo, y el otro, también. “Po imagínate yooo, que no tengo ni el graduado”. El popurrí pasa, pasa la viiidaaaa, intentando al menos hacer sonreír. Intentando. Un churro, Juan.

‘Los cuatro gatos’, enyorant

Un homenaje a Els Quatre Gats, un garito barcelonés con solera y aires parisinos de finales del siglo XIX. Es el punto de partida que nos sirve en bandeja la comparsita catalana ‘Los cuatro gatos’, “un cachito de su historia, en coplas de carnaval”. Débora Morón, Antonio Manuel de la Flor y Juan Carlos Cruz firman la letra, y el mismo Juan Carlos junto a su hermano Jesús Nazaret, la música. Ese tabú que es el suicido se revela en un primer pasodoble que clama a quien competa a preocuparse por la salud mental, “esa gran ignorada por nuestro sistema… mientras se nos muere una generación entera…”. ¿Entera? Entero sí me acabo de comer el segundo pasodoble, amb molt d’amor: que feo está pegarle a una mare. Un cuplé pesado y en bolas, y un polvo caletero supremo en el siguiente, ejem…, “Ay Cádi, no me pongas esa cara, que aunque me la dé de artista, modernista, sólo soy un gaditano que se muere por cantarte y pintarme dos coloretes por carnaval”. Dos colorets per al nen i la nena. Y a la tertulia del popurrit, con la nostalgia del gaditano emigrante siempre presente…, “que Cádi no sea el infierno, que Cádi es el cielo… no somos cuatro gatos los que te añoramos y amamos cada día, que en casa siempre espera la familia, que pa volver no me hagan falta siete vidas”. Bonic, aunque ese envoltorio ajeno te deja un poco impertèrrit i impassible. Ajín, Juan, ajín.

‘El cantón independiente (que vivan las mujeres de Cádiz)’, pellizco

Y el portazo de la función lo pega la comparsa abalconada ‘El cantón independiente (que vivan las mujeres de Cádiz)’. “Y en cada barrio de Cádi, se encuentra una regidora, una madre luchadora… hoy nace aquí en este teatro, el cantón independiente”. Juan no localiza a la alcaldesa del Cerro del Moro, ni la de Puntales. Manuel Cornejo Puente y Manolín Santander firman la letra, y a la música se suma Sergio Guillén ‘el Tomate’. Un chute gordo ese pasodoble de re-presentación…, “mi comparsa es para ti, aunque suene a chirigota… los puntos de un jurado puñetero no me quitan las ganas de decirte que te quiero…”. “La libertad es el anhelo del que no puede sentirla, fiel compañera del que piensa diferente, la que te acepta como eres… y aunque casi la llegamos a alcanzar, es aún territorio de conquista…”, anota la siguiente letrilla feminista y universal. Cuplés metacarnavaleros con bulla. “Cái, de este laberinto no quiero escaparme, no quiero escaparme”. Que vuelvan a sonar las sirenas en la Tacita ansía ese sustancioso popurrí, con ideas para los alcaldables del presente: “salud, trabajo, gaditanismo y libertad, este es mi programa electoral”. “Que la fuerza no se nos vaya por carnaval… nos callamos a diario viendo como roban poco a poco la identidad a nuestros barrios… que viva la tierra de la libertaaaad”. Autodeterminación con pellizco, alegría y salero.

La 01.03 horas. Baja el telón. Po dice Antoñito Martín que su Tirititero de 1993 era “más complejo” que el del Chapa, y a Juan por complejo sólo le viene a la cabeza sus carreras alocadas por banda derecha y sus pelotazos al área sin mirar. Qué pelotero se ha perdido Cádi. Ponte las babuchas. Y caminito a la cama pídele a Alexa que nos cante una nana nanita éa: “Si estás en peligro, no vayas a llamar, al 091 llama a Caimán, Caimán, Caimán, Caimán te ayudará… lo juro, uno para todos y todo a veinte duros”.   y me pierdo, Cádiz mi punto y final… ya lo tenía delante y mi tesoro encontré… Cádi mi Cáaaadi”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway

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