DÍA 1 (1ª CLASIFICATORIA)
Un dos tres, probando probando… El “decíamos ayer” de Fray Luis de León es la manera más facilona de comenzar este cronicón al tres por cuatro después de un largo tiempo de cuarentena fallera, ¡las castas del virus! Así que, eso… “decíamos ayer”, más o menos hace dos años y unos meses, casi na, picha mía. Que ya está entre nosotros ¡¡el Concurso del Falla!! Que se echen a un ladito elecciones, ferias, romerías, y Eurovisión y sus fanfarrias ucranianas, que es el turno del más mejor song contest of the world.
Aunque este 2022 más atípico no lo hay, sin Patronato pa acordarse de sus moríos, deslocalizado, en manga corta y chanclas, recortaíto y sin la fase de cuartos, sin invasión de miarmas… lo que tú quieras, quilla, pero es nuestro COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas): te hemos echado tanto tanto tanto de menos. Como a las ninfa. Bueno, no. Estoy hasta nervioso, Juan.
Y sí, la vida sigue igual de saboría ahí afuera con su virus joputa, volcanes en erupción, inflación desbocada, la tercera guerra mundial asomaíta, el fascismo patrio dandoporculo, el pegasus espiando móviles a granel, el oso perjudicado de la cabalgata… aunque es sonar las coplas de los mayores (la cantera ya ha cantado un rato antes), y durante tres semanas algo te retiene para que no te tires por los bloques, ese pellizco en torno al Gran Teatro Falla, el ombligo con pelusas gordas de Cádi y de sus más fatigas aquí y en Pekín.
En cifras: tenemos por delante 16 funciones (nueve de preliminares, seis de semis y la final), 61 agrupaciones (44 de la propia ciudad de Cádiz), y entre unos 15.000 y 21.000 euros para las cuatro agrupaciones triunfadoras de la final del 3 de junio.
Y en DIARIO Bahía de Cádiz, y su suplemento Carnaval366días, volvemos a estar aquí (nuestro concurso número 17, ¡madre!), embutidos en este foso de prensa lleno de demasiadas caras repetías, con la credencial al cuello (y la mascarilla tapando la nariz), nadando entre paradojas para contar y narrar lo que vemos y no vemos, sentimos e interpretamos, todo adobado de pamplinas de la plaza Mina. Perseveramos en nuestro humilde empeño de no hacer del carnaval y de su concurso telonero algo trascendente y trascendental. Nos lo tomamos tan en serio que no nos lo tomamos muy en serio. No mosquearse, que luego salen arrugas. Las quejas a Juan, que es el que entiende, de pucheros.
Calla calla, ya vamos tarde, Chari. Las 20.46 horas y al fin el inefable Eduardo Bablé, presentador de sala, tras acordarse de Juan Manzorro (y catorce kilos de aplausos), anuncia a la “güena gente” lo inevitable: el viaje comienza, abróchense los cinturones, súbanse la bragueta y la mascarilla, ome… Maripili, dale a la palanca y que fluya la crónica inaugural, con el rodaje a medio hacer. Pero antes, niños y niñas, una ovación al Yuntamiento de Cádi por pagar la convía, uueeee.
‘EL CLUB DE LOS IGNORANTES’, NO SÉ
Las 20.49 horas. Pues no te voy a mentir, Fran, de ti pa mí de mi pa ti: estábamos impacientes de este momento. Primera parada, en la fonda de ‘El club de los ignorantes’, transportándonos a una peña clandestina que está pidiendo una manita de pintura, con Fran Quintana firmando letra y música de esta comparsa con tipo un tanto estándar que dice más de lo que somos capaces de captar en una primera escucha, que nos pilla todavía sin calentar. Una anti-apología enciclopédica en “un mundo de listos, este mundo es una farsa, yo sólo creo en mi comparsa… que bonito el que sabe lo que hay que saber y no sabe de todo…”. Cádi, “el club de los tontos que tiran palante”, cierra esa presentación un tanto bonita, donde la ignorancia se hace saber. Primer piropillo de la temporada a la Tacita, “si fuera Cádiz una ventana me asomaría cada mañana con el asombro de un ignorante, si fuera filosofía me pasaría la vida entre sus interrogantes… si mi Cádiz fuera guerra, yo sería su almirante… si fuera carnaval, yo sería una copla del pueblo… y si fuera dios me haría creyente”. Amén. Y esquivando gomazos y bolazos en el segundo pasodoble, rememorando la pasada huelga del metal en la Bahía: “yo vi el coraje que gana al miedo… nunca vi más dignidad que en aquel abuelo… se nos acusaba en la tele de ser los violentos… la violencia es quitarle al trabajador sus derechos… si este gobierno es de izquierda, es una izquierda indecente… no más represión contra mi gente”. Rimando crítica social justa y necesaria. Los popurrís de coro se les hace bola, Juan. “Viva Cádiz la ignorante, que huyendo adelante se hunde en su mar, pero de alegre semblante…, viva Cádiz la ignorante, ay, que no te enteras de ná”, de estribillo muy resultón. “Quién se apunta a la carrera de decir la gilipollez más grande”, se pregunta este popurrí con la alegría por bandera que va encadenando cuartetas con mensaje que saben lo que no saben. “Viendo que este mundo se ha apuntado a lo increíble, prefiero la ignorancia, soñar con lo imposible… cuanto más quieras saber, menos sabrás, cuanto más quieras tener, más perderás”. “La ignorancia es la virtud de los sabios más grandes”. Apuntando queda.
‘AQUÍ HUELE A VERDÍN’, CON BUSTO
Paco Alba returns, el mismo del busto colocado junto a la Caleta, y como no, de marinero. “El carnaval de hoy en día, es una porquería…”, deja clarinete el holaquéhay de la chirigota del Lacio, José María Barranco, ‘Aquí huele a verdín’. Un “tesquiero al compás de un pasodoble”, que acaba siendo un no me importan los premios, yo salgo por el aficionao, en la primera letrilla con shentimiento acumulado. Y una queja por la internacionalización del Falla y sus poetas, en el segundo pasodoble: “aquí muchos se han vendío y todo ha quedado corrompido, han cambiado febrerillo por calderilla en los bolsillos… en el concurso, puedes perder o ganar, pero cantándole a mi tierra”. Revolcón caletero tras ponerse la vacuna del Covid en uno de los cupletillos y dolor de cuello en el estribillo. Dale un masaje, Juan. Vivencias del conileño desde su atalaya caletera en ese popurrí que lanza puyitas a diestro y siniestro, y que se acuerda de Paco Rosado…, “no gastes bromas de mal gusto, y baja aunque sea en pijama”. “El cielo es mi Caleta, lo mejor del mundo enterooo”. Chirigota de Cádi para Cádi. Sin más pretensiones. No hay trampas.
‘EL TELÓN’, DE ACERO INOXIDABLE
Primer coro de la nueva normalidad, anclado en la postguerra. ‘El telón’, con letra de Antonio Segura y música de Juan Antonio Verdia. ¿El muro de Berlín? El muro de Berlín, pero de piera ostionera, como poco, Chari. Suena el tango de estas espías. Adela del Moral se lleva, además de un ramo de flores tamaño familiar, la primera letrilla pro-igualdad en la fiesta, con ocasión de su antifaz de oro. El sufrimiento de “un hijo que no quiere ser lo que es” da contenido al otro tango, con acoso escolar, un padre cavernícola, y un chaval que se siente mujer. Esos guardias ¿están a lo que hay que estar? Bajada al pilón con mascarilla, y Miguel Bosé “carajote”, en dos cuplés que invitan a huir a la zona oriental. Un estribillo criminal para ceceantes. Un pupurrí de telonaso… Juan, no seas mamón… “busca el muro, sé valiente, y que caiga de tu mente”. Aborten misión.
‘LA COMPARSA DEL LOCO’, MONO-LEVANTERA
Romero Bey enciende su farola (su ¿bombilla?) y brota ‘La comparsa del loco’. “Qué de pajaritos, tengo en la cabeza…”, reitera la carta de presentación de estos pajarracos de fantasía con tipo de presupuesto digamos que ajustado. Cantándole al anhelo de un febrero eterno, a mitad de mayo, en un primer pasodoble que reivindica ante los carnavaleros quejosos que para cantar Cádi-tes-quiero no hay fechas. Esa musiquilla, cómo entra, cómo te menea. Y en la segunda letra, un padre encoñao con su crío parece despedirse por alguna circunstancia, con la esperanza de un reencuentro más allá que pa acá. Juan me mira. Tosantos, nueces y bellotas, túyasabe; y aficionao a los test de antígenos, y a las familias numerosas, túyasabe también, en la tanda de cupleses. “Lo que vuela por mi cabeza yo na más lo sé…”. De altos vuelos, como intenta ser el popurrí meta-enloquecido con Cádiz, febrero y el carnaval, le cuesta salir de ahí; “se le va la bola”, pero formalmente singular y muy digerible, y eso siempre es una enajenación agradecida. “El carnaval y el loco sólo quieren vivir”, apostilla, por si había dudas en patio butaca. Aterriza como puedas, Juan.
‘LA MAFIA DE LA VIÑA’, DEFENSA DE CINCO
“¡Kichi, pon el aire, picha!”, vocea un anónimo desde paraíso, mientras se prepara en las tablas, sin bulla, ‘La mafia de la Viña’, comparsa de los hermanos Rafael y Marcos Pastrana Lorenzo. Con el forillo emprestao. Y como un cañón “dispuesto a matar” se presentan estos mafiosos en defensa de su barrio: “pedimos justicia en lugar de venganza, tenéis suerte… vemos cada día cómo se trafica con nuestra identidad… ahora nos toca a nosotros parar este maremoto…”. Dame compás, compás compás… Un palo gordo a las fuerzas del orden, esas que dicen defender al pueblo, a raíz de la represión de meses atrás en la huelga de trabajadores del metal, “tú que al franquista y al nazi no enseñas los dientes, vienes a ensañarte aquí con mi gente”. “Sé más humano que cliente, regala un poco de empatía, no lo reclames cual si fuera un perro…”, implora el otro pasodoble poniendo en valor la figura del camarero, y el probable futuro de todo gaditano ante la falta de otra industria por estos lares. Interesante. Los cuplés ajín, son dos, pero con estribillo de categoría…, “ay de los enemigos de nuestra gente, como yo me los encuentre, ratatatatá ratatatatá”. De las colas del hambre a las colas del Manteca. El popu abunda en la desnaturalización del parque temático viñero, de su gente, de su esencia, vendido al turismo: “que si te olvidas del barrio, tu música y poesía, sólo serás mercancía”. La sonrisa, la buena cara, es también la cruz del gaditano. Qué verdad verdadera. Juan, asiente; aunque es beduino, quiere alistarse a esta mafia.
‘LOS COAC TOYS’, SOBRADOS DE GOMA
Cupletín, el muñeco de goma oficial del Falla. Reabre la juguetería que propone ‘Los COAC Toys’, chirigota del Choza, José Miguel Choza Camacho, con su letra y música. Enseñan una foto de la Leticia Sabater en la presentación. Ejem. Algo molestos con las chirigotas con-nombre que han decidido no salir este mayo, pero con ganas de volver a cantar “con todos mis hermanos”. Rima asonante. “No tendré el talento pero sí el compromiso… olvido el calendario pa decir tesquiero a la madre mía”. Los colores de la bandera arcoíris sirven como recurso para el siguiente pasodoble, defendiendo la diversidad a muerte, hoy y mañana. La viagra les descontrola el mandao, en ambos cupleses, sí. Homenaje a ‘Los bordes del área’ del Yuyu en el estribillo, dedicado al Putin. En el popu voluntarioso, los juguetes carnavaleros adquieren vida, y “tengo un nabo de goma que no me cabe en el pantalón”. ¡Hasta el infinito y más allá! Ya vamos entendiendo el famoso lema del Buzz Lightyear. Aguanta, Juan, aguanta.
‘LOS CUARENTENAS PRINCIPALES’, QUE VIENE LA OLA
Y dándole el portazo a la primera función del COAC 2022, el Cascana, a lo epidemiólogo Fernando Simón (el epidemiólogo), y su ‘Los cuarentena principales’, con letra de Jesús Manuel Selma y música del propio Juan Luis Soto Velázquez y de José María Barranco. Comunidad de vecinos en pijama viviendo su propio enclaustramiento por el Coñetavirus. Guasa pandémica. “Este año el pito no lo hemos hecho, porque con el Covid ya lo tenemos en el pecho”, pa introducir los pasodobles. Panegírico alrededor de la familia viñera, y del estilo propio de la singular agrupación: “yo saco el carnaval pa reivindicar y decir mis cosas… mi libertad que son las verdades”. Y recuerdo nostálgico de aquellos patio vecinos de antaño, hoy reconvertidos en apartamentos para turista. En este grupo inclusivo se rejuntan este año, entre otros, el Popo, el Ardentía o Joaquinito Alegría. En los cupleses, problemas sexuales del peluca Fernando Simón, y vapeando con el satisfayer de la parienta. “Que brote, que brote, que brote el gallinero”. Estribillón. Y cachondeíti en un popurrí que retuerce y exagera con arte y pocavergüen de Cádi Cádi todos estos meses y episodios que el coronavirus deja en nuestras vidas. “Tenemos el antivirus en el agua de la Caleta…”, ojo. Y de remate, el protagonista del cartel oficial y playero del carnavá se canta una coplilla, jajaja, y todos a aplaudir, “porque son las ochoooo”. El teatro se pone de pie. Esto es una chirigota, Juan.
La 1.23 horas. Baja el telón. Más tarde de lo recomendable por la OMS, y casi ya con esa sensación de día de la marmota. Los (re)inicios siempre son duros, aunque lo hayamos estado esperando con ansiedad moderada. Toca juannnajarse. Antes de quitarte el pijama, Juan, desempolva el libraco de frases célebres y lee: “Un hoy vale por dos mañanas”, dicen que dijo Benjamin Franklin. Mañana es hoy. Dany Rodway
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· El ORDEN DE ACTUACIÓN de las preliminares, AQUÍ
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