DÍA 15 (6ª SEMIFINAL)
Todo lo que empieza, tiene un c’est fini, hasta las coplas primaverales en el Falla. En la tarde-noche del miércoles tocaba dar carpetazo a las semifinales del atípico Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2022) con la sexta y última función de la fase, como antesala al segundo fallo del jurado, sieso. Y con el deslocalizado carnaval oficial llamando a las puertas. Hala, y la Policía Local renuncia a hacer horas extras estos días. Ya se han mosqueao por el palo-pasodoble del Martínez Ares. A la prevención. ¡¡Qué suplicio!!
Una función vagón-de-cola con la mente en otra parte, y se notó en el teatro. No obstante, la comparsa ‘Los conquistadores’ de Germán Rendón y el coro ‘Químbara’ de Luis Rivero completaron un buen pase. Y también agradaron al respetable las dos agrupaciones consecutivas de Iván Romero, la comparsita ‘¿Me meto o no me meto?’ y el ¿cuarteto? ‘Al Edén que le den’.
Juan, po al final la Junta Electoral mantiene a la Tere en los debates de las teles. La Inma, en su intento de amordazar a los excompañeros por la izquierda, no ha quedado retratada, noooo. Afú, que cuplé con bastinazo inserto se merecen algunos. Maripili, recúrreme, y dale al interruptor, enciende la luz de este cronicón de lamparaones led, que paga Eléctrica de Cádi. Pero antes, le dejamos apuntada una conviá al Yuntamiento de Cádi. La última nunca, a por la penúltima.
“a ver cuándo inventamos una máquina pa disfrutar del tiempo”
¡Esa cantera! Para poner en valor el trabajo de los flamantes primeros premios de infantiles y juveniles de este COAC 2022, como teloneros de las funciones de semis aprendemos un ratillo con los chavales, ya con las hormonas revolucionás. Hoy presenta una muestra de su repertorio el cuarteto number one de juveniles, ‘Hay quien dice que mayo no tiene fiestas’. Un capillita, un carnavalero, dos rocieros, un miarma feriante en caballo…, el caballo del Bizcocho, que hace gracia por sí mismo. Todos arriba de las tablas soltando pamplinas de la plaza Mina. Y dicen que mayo no tiene fiestas, po eso. Y si hay que cantar dos cuplés, te cantan cuatro. “Mi novia es que se enfada, se enfada por enfadarse”. Despidiendo sus años de cantera en el chimpón del tema libre. “Y qué más da en mayo o en febrero, para decirte lo que te quiero”. A juí. ¡Cuarteto cuarteto!
Las 21.15 horas. Ahora sí, va telón. Quimbara quimbara quma quimbamba. “Y otra vez a cantar, lo he soñado tanto que siento el palpitar del corazón…”. Ya se menea, con aires cubanos, ‘Químbara’, el pretexto-coro de Luis Rivero para embelesarnos. Saaaabooor. Un primer tango implora ar Kichi que cumpla su palabra y tras ocho años, se vaya…, “ahora que queda un año por delante, quiero que mi tango te ayude a resolver la duda… yo jamás te voté ni voy a votarte, ni jamás renegué de quién es mi alcalde… tu demagogia no arregla la historia, la vanidad te ha tragado sin más, la suciedad se come a mi tierra…”. Se abrió la veda. Luis no vota izquierdas, ¿no? Sorpresa, Juan. “Insultar, publicar, y dañar es fácil… la enfermedad que vive en la mente no se tiene en cuenta…”. La segunda letrilla afea a quienes alegremente y con cero empatía te tachan de loco. Un cuplé repasa alguna de las vicisitudes de este concurso en mayo, y visto lo visto, “te juro que me conformo con que esta noche la secretaria diga los que pasan un poco más lento”, jeje. Y la vacuna española estará lista “cuando el Covid haya terminao”, en el otro. Y conga pal estribillo: plántale cara con más carnaval. ¡¡Azúcar!! Viaje de ida y vuelta en el movido popu donde la interpretación y el envoltorio engullen el exiguo fondo, de Cuba a Cádi, de Cádi a Cuba, “dos casapuertas envejecidas, Cádiz para vivir, Cuba para soñar…”. Juan, quiere una trompeta, taratará tareta.
Taratará tareta. En Cádi ya está to inventao. E Iván Romero se saca otra de sus comparsitas dulzonas, alegres y sin dejar de decir cositas: “me invento y me reinvento pa decirte que tesquiero”. ‘¿Me meto o no me meto?’ pone en marcha su máquina del tiempo, escacharrá. “Vamos a dejar de meter el dinero en los frontales de los pasos, y vamos a meterlo en los laboratorios”, con recadito en esas parodias entre coplas. “Cansado ya de rezar y de sufrir su indiferencia, por eso creo en la ciencia… no necesita limosnas, necesita de un Estado que invierta y la haga crecer, y que no se lave las manos…”, sentencia el primer pasodoble, original. “A ver cuándo inventamos una máquina pa disfrutar del tiempo”, qué verdad, Juan. ¡¡Métete!! Y un poético pasodoble alrededor del tic tac tic tac…, “el tiempo es el futuro escondido, el presente en un suspiro… pobre del que lo ha perdío, y aprovecha el que te queda”. ¡¡Métete!! Negacionistas que ni se lo creen, en un cuplé, y otro equivocao con tantos anuncios del yutube, Pero una comparsa sería, no me sale no me sale. El popurrit, con una sonrisa, no es apto para diabéticos…, “me he inventado una excusa para poder decirte tesquiero, que lo mejor está por inventar, que si no inventas no te reinventas, y disfruta del mejor invento que es la vidaaaaa”. Cuando te pones, a cursi no te gana naide, Iván. ¡¡Métete, Juan!!
¡¡Métete en el Génesis!! ¿Iván Romero otra vez?, Iván Romero, otra vez, con la Leo. Momento ‘Al Edén que le den’, cuarteto con el Adán y la Eva castigados en el paraíso de Cádi, con Satanás de compaña. Entre chorradas y chanzas, en la parodia Adán sospecha que Eva le está engañando con otro; y le regala algo caro, una bombona. “A mí me entra el demonio por el cuerpo y me quedo la mar de relajá”. ¿Y quién es el amante?, “er Kichi, es… ar kichi le echa tol mundo la culpa de to, una cosa menos una cosa más”. Total, que cuando le va a pedir matrimonio, toca darle a los cuplés. Mini-tanda, y en uno de ellos, “Franco era impotente, sólo levantaba el brazo”. Al Edén que le den, Cádi es el paraíso. “Gorditas, a la calle”. El tema libre, con la misma sensación de apuntalado que el resto del pase, es un repasito del presente Falla en mayo y sus secuelas, “está siendo un concurso raro raro pa los carnavaleros, el Gago se va a llevar el primero”, que desemboca en la habitual rumbita y su rebujina de chascarrillos gaditanos. La carpa, dentro de la Catedral. Ahí lo dejan, Juan, mientras muerden la manzana con voracidad. Y la grada grita ¡cuarteto cuarteto! Llama al Iker Jiménez, pero no te olvide de darme ¡¡un intro, por Caín!!
“no he venido pa imponerte, yo he venido a recordarte”
Otro escalón, sin bullas. Lo subimos con la antaño comparsita low cost, izando la bandera del gaditanismo y del compromiso social, marca OBDC, bañada en purpurina. “No he venido pa imponerte, yo he venido a recordarte porque me encanta lo que eres y cómo eres, quiero conquistarte, que recuperes tu personalidad para que vuelvas a amarte… la conquista de Cádiz, por los gaditanos”. Sí, niña, son ‘Los conquistadores’ del Germán Rendón. Una primera coplilla entre la desazón y la esperanza que provoca esa larga enfermedad innombrable…, “cuando el cáncer ya no es un tabú y muere una persona… ha perdido la batalla, como si de él dependiera el control de su destino final, no lo recuerden como un derrotado… y que suene otra campana en señal de esperanza a quien se agarra a la vida”. Y poniendo en valor a unas trabajadoras imprescindibles, como se demostró en pandemia, pese a estar infravaloradas, pendientes del aplauso de todos…, “para ti que cargas con la cruz de ser bayeta y chacha, una fregona no tiene el glamour de bata y sanidad… siempre fuiste indispensable… mujeres que fregando levantaron un país, tu casa, tu porvenir, y que hoy son el orgullo, porque son la derrota del clasismo a esas trabajadoras, cuando un universitario, empresaria y obrero presumen de ser primero, hijos de una limpiadora”. Ole. Un escayolista poco concentrado y Cristiano Ronaldo driblando a la nevera, en esos cupletillos para desertar, illo. Pero vaya estribillón: a conquistarte no vendré, que eso es antiguo y es machista, porque ni tierra ni mujer son territorio de conquista, que yo te quiero de verdad, porque contigo lo quiero todo, lo quiero todo. Te quiere, Juan. La reconquista de lo gaditano se expande por las cuartetas de un popurrí redondo, hipnótico y consistente, defendido con más tino que en clasificatorias…, “no hay nada más gaditano que mantener el comercio local, no hay nada más gaditano, que cada barrio y su identidad… volverá, las voces de mi pueblo a cantar… volverán, la Rosarillo y Carmela, volverán, la claridad más pura se verá, volverá la orilla de la Caleta, volverá, caminito del Falla volverán… volverán, volverá, volverá, Cádiz volverá”. Juan, ese colofón es el COLOFÓN.
Y volverá la cabra la cabra, la mare que la parío… Desfila ya ‘La legionaria’, chirigota de Antonio Rivas, sí. Tipo fresquito, sí. “Y cuando no como yerba, me la fumo con el sargento, beeeeeeee”. En una guardia, el legionario acaba grogui en la garita y hablando con el fusil…, “soy el verdugo de la vida de la gente, no quiero que algún día tú me quieras disparando… y cuando la mañana fue llegando, se despertó llorando”. Pasodoble anti-belicista, o argo. En la segunda letra echan de menos la participación de más mujeres “como una cabra” en las chirigotas de adultos…, “que la mujer chirigotera, no muera en la cantera”. Jiuu. Un cuplé de pelo, literal; y otro vendiendo el tipo en wallapop…, “si tú ya tienes cuernos po se los quito y te hago un descuento”. Yo no soy de Vox, yo soy de beeeee. El popurrit es un balido de ocho minutos, que acaba renegando de la ultraderecha, no tanto de la derecha a secas y de la siesta… “yo no soy de esa España, pero me siento español… y mi reino es la Tacita, y mi himno un pasodoble cantado en cualquier rincón”. No me tires tiritos en el pecho, Juan.
Y Bustelo, ahora-me-voy-ahora-vuelvo, como remate de los tomates. Le pone el candao a la sesión y a las semifinales la comparsita ‘Los viajantes’. Saca las acuarelas…, “yo hago Tacita al andar, y al andar yo hago Tacita, a Cádiz siempre la tengo por donde quiera que voy…, esta es la tierra que nunca voy a dejar de cantar”. “Toda una vida vigilando otra vida… mientras el planeta a ti te mira, a ti no te da vergüenza”, por ahí anda un pasodoble dando mordiscos a un machista controlador. ¿O son papas aliñás, Juan? La otra coplilla se sazona con metacarnaval y metaconcurso…, “según nos cuenta el refranero, no hay más ciego en esta vida que el que no quiere ver lo que hay enfrente… no puede ver el hijo de un fanatismo, con cuatro nombres lo ha visto tó, el que viene a emborracharse en lo nuestro… cuando quieres discutimos sobre ciegos, y a ver quién perdió la vista”. En un cupletillo, se acuerdan de la chavala embarazada de la comparsa ‘We can do’, “mi nieto saldrá cantando, cago en los muertos del patriarcado”. De Cádiz la navegante, la más viajante del mundo entero: su estribillo, su barquito. El lindo popu nos da un viaje, aro, que son “tres mil años de viajante sin parar”, pero ya el Falla no está para oir ni escuchar ni sentir, y se nota en el ambiente. Juan, pisa el freno, echa el ancla.
La 01.18 horas. Baja el telón. Y ya está medio Cádi taquicárdico, como se merece una noche de grandes babuchasos, más tópico no lo hay. El jurado, sieso, diciendo tú pasa tú no pasa, será protagonista en dieciocho minutos. Pero eso ya es otra noticia. Entre tanto, Juan, acuérdate que este ya jueves se enciende el alumbrado extraordinario a las diez de la noche “sin atención a medios”, Ponme entonces cuarto y mitad. Qué emoshión. Ya está aquí el carnavá carnavá, carnavá tesquiero. ¡¡Y la campaña electoral!! Abre el libro de las frases célebres, lee y déjame inconsciente por penúltima vez: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en una democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”, dicen que dijo el estadounidense Charles Bukowski. Te voto. Dany Rodway
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