DÍA 14 (14ª CLASIFICATORIA)
Cuatro años ya sin María la Yerbabuena, ¡oolee, ole y ole…! Se cumple el aniversario del adiós este mismo domingo, en el que el Falla celebra la décimo cuarta clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2020)… ¡y el que no diga oooleeee… que se le seque la yerbabuena!!
Una tarde-noche, post empate en Carranza, con una nutritiva actuación de la comparsa de Germán, ‘Los resilientes’, y otra divertida, a su modo, del cuarteto de los niños, ‘El cuarteto del More…’. Y como expectante rato para la intrahistoria del Falla, el pase de ‘La Gaditana que volvió’, comparsa procedente de Montevideo.
Hoy vamo a portarnos bien, chiquillos, que está entre nosotros Jesús Otero, el cónsul honorario de la República de Uruguay, guay, guay, yo no voy voy, porque teeeemoo naufragaaaar. Pedro, Pablo, ponedme los manguitos. Maripili, pasa el mate y dale a la palanca, que flote por los océanos virtuales este cronicón ida y vuelta hecho con to sus avíos, y su matita de perejil. Pero antes, ¿quién me subvenciona las pilas para llegar al lunes?
‘EL CUARTERO DEL MORE…’, QUESO CON MELVA
Las 20.09 horas. Arriba el telón. Se estrena la sesión con el retonno del cuarteto de los niños, y en escena, un barrendero, Manolito el consejitos (“la escoba hay que mamarla”) y un bipolar con trabajo “a turno partío”. Y oteando todo, el autor, Iván Romero, en el pedestal a lo Moret, tantos años de pie teniendo atrás un butacón. “Traedme un chamaco de crema… a mí no dadme quinoa, que a mí el que me gusta es Bisbal… ambulancia pa qué, llama a un albañil que soy de piedra…”. Y parece que Moret, morao, se reserva las mejores puntos y pamplinas de una parodia a-rima pero con el arte innato de esta chavalería… “este año no sale el Morera pero sale el Moret”. Y a los cuplés. La moda de blanquearse el ano, en un cupletillo ajín, y mejón el segundo, al Kichi, con unos kilos de más… “ha cambiado el bastón de mando por el mando a distancia… ha puesto el carril bici pero no coge la bicicleta”. Cada vez hay más gente en Cádiz, pero menos gaditanos. Y el tema libre es otra parodia extensión de la primera, con la aparición del David Palomar, pita pita pita…. “¿qué está cantando con el delirio?, Paloma San Basilio, la madre de mis niños”, y ahí está el corgao de Pedro echándose el bailesito, marca de la casa… “estoy pa lo malo, estoy pa lo bueno, estoy pa lo malo”. La música apúntasela a Moisés Serrano, niña. Y emoshión para el remate… “un cuarteto es tan difíci, por eso somos tan pocos, nos llaman los elegíos, pero sólo somos locos, por una sonrisa tuya cuando te vengo a cantar… sé donde me meto, cuando te traigo un cuarteto”. Pedro y Pablo han sonreído, que les he pillao.
‘ÉRASE QUE SE ERA’, FUE
“Es hora de soñar con cuentos… cuentos de Maríacastaña, soy cuentacuentos, tu cuentacuentos…”. Agarrados, a la silla, oímos ya el relato del coro local ‘Érase que se era’, con letra firmada por Marcos Antonio Nogueroles, y música de Jesús Cabaña. Con orquesta escasita. Quejosos, en el primer tango, con las agrupaciones que tras el carnaval actúan por allí y por allá con el tipo a medias… “me pregunto cómo es posible que se les paguen en un contrato el mismo dinero”. Ponte el sombrero, Juan, póntelo. Y en contra de los reportajes promocionales pa que venga el turisteo a la ciudad, que no hablan del Cádi real de infravivienda, paro, emigración… “que yo sé que mi Cádi es graciosa y bonita… la historia de nuestro cuento esa revista la está contando de otra manera”. Suena regulín regulán. No tiene cueeentoo. El satisfayer aquel succiona ambos cupletillos, ajín. Amigo, cambia de rumbo, y descubrirás un lugar más bello para tus cuentos que mi Cádiz en todo el mundo. Cuentos y leyendas, gaditanas, en ese popu voluntarioso. Hasta que se cierra el libro. Colorín colorao. ¿Y disen que leer es bueno? Pedro y Pablo son más de esperarse a la peli.
‘POR MUCHO QUE ME GASTE NO ME DURAN MÁS LOS EMPASTES’, NOQUEADOS
Prisionero prisionero… Al ring se sube ‘Por mucho que me gaste no me duran más los empastes’, chirigota almeriense de Roquetas de Mar… “ríete conmigo, este combate no pierdas, que si no verás esta noche, yo a ti te pongo contra las cuerdas”. Son boxeadores, sí, lo hemos pillao. José Manuel Gómez-Vízcaíno López suscribe letra y música. Primer round. Se acuerdan de Manolito y de Juancarlo para empezar… “leyendas que nadie podrá olvidar…”. Segundo round. Aplauden a esos médicos que pese a los recortes y tijeretazos, siguen “salvándonos la vidaaaa”. Tercer round. Derechazo: enésimo cuplé succionador, mare. Y directo a la mandíbula, “estefaníiiiiaaaa”. Ring ring ring, coño, que me están llamando. El popu es de KO, en el cuarto asalto. No se levanta, no. Pom pom. Pedro y Pablo bailan con la mercromina.
‘LA GADITANA QUE VOLVIÓ’, VUELVO A TIIIIIII
¿Ha venido un autobús de Uruguay?, ¡qué guay!. Desde el otro lado del Atlántico, desde Montevideo, ciudad hermanada con Cádi, se cuela en el Falla ‘La Gaditana que volvió’, que, me chivan, tiene su origen en la murga ’Tirando la bohemia’, creada hace cinco años en Madrid por un grupo de uruguayos. Y, obvio, rememora a la agrupación gaditana formada allá hace décadas por un grupo de artistas para sobrevivir cantando coplillas, dando origen a la murga de Uruguay. Momento histórico, chiquillo. Y singular, y discotequero. Neill Nicolás Assandri Gamboa firma la letra y Álvaro Perucho Catalán, la letra. Aquella murga “renace como comparsa para unir el carnaval… llegan los bufones más flamencos de Uruguay… la gaditana volvióooooo”. Un primer pasodoble alargao en el que hablan de herencia, una pasión compartida y de similitudes en ambas orillas… “yo no sé quién soy, ni lo que a mí me hiere, tu magia me conquistó, para quererte estoy aquí, cuando veo desgastadas tus fachadas amarillas, yo veo mi Montevideo, mi casaaaa”. Y toquesito a partir de esa emigración española que se fue a América y que vuelve con sus nietos, y a los xenófobos contemporáneos, con su cosqui al facha Abascal, “aquí estoy, búscame cuando quieras, a quién quieres engañar usando patria y bandera… no hay nada personal aquí, cansado de fascistas, que no te dividan de nuevo mi bella EspÁñaaaa”. Suave pero con contudencia. “Para venir a Cádiz, hay que aprender a tocar el pito… nos vamos a llevar los palos que le dan siempre a los sevillanos”, curioso y con sus puntitos ese primer cupletillo. En el segundo ya te tocan el pito, y te pones tontito. A Luis Suárez le tienen atao, avisan al jurao, en el otro. Yo salí de ti Tacita, y Tacita vuelvo a tiiiiiii. El popu, con ese tono uruguachooo y todo, tiene más crítica nacioná e internacioná, que catorce agrupaciones patrias juntas, con su recuerdo a Juancarlo y su chimpón potito… “la Gaditana se va, repitiendo la historia, se burla el destino cuando escribe a su antojo la felicidad, la travesía perpetua no quiere acabaaaar…”. Actuación bien exprimida, más de veintinueve minutos. Y siguen cantando y disfrutando del momento pese a la caída del telón. Pedro y Pablo se menean. Con ese respeto por el Falla se ganan bien ganao un caloroso y shentío aplauso. Yo, a lo mío, sigo sin lavarme la mano desde que me la estrechó Pepe Mujica, en 2013.
‘HASTA LA ÚLTIMA GOTA’, TIENE BOLAS
“Échame la cera…”. A vé: son niños con su bola pidiendo cera a los penitentes con cirio, ¿eso? Es el turno de la chirigota de Alcalá de Guadaira ‘Hasta la última gota’, con letra firmada por la agrupación y música de Álvaro Sancho Rodríguez. Tienen cuernos, ojo. “Mira que es preciosa mi Sevilla, pero tú pa mi eres, mi niña bonita”, afirma el primer pasodoble piropillo. Pal saco de las lisonjas repetitivas de mas allá de Cortadura. “La educación vale más que el dinero”, concluye el otro pasodoble, que ruega a los padres que enseñen más modales de antaño y menos apuntar al crío a clase de inglés por las tardes. La tanda de cupleses, a ritmo de banda de tambores detrás del Cristo. No hay satisfayer, algo es algo. Pero yo tengo las bolas más grandes. “Y contri más cosas veo, más nerviosito me pongo”, relata una de las cuartetas del prescindible pupurrí, “hasta que suene la última saetaaaa”. Aaaayyyyy. Esto, sin esnifar incienso, es complicado de catarlo. Pedro y Pablo se depilan con Gillette Venus Smooth.
‘LA VUELTA AL COLE’, SALVADORES
Jubiletas ociosos que se ponen a estudiar, “y aquí me veo en la universidad… en vez de irme para la peña, pa la facultad…”. Presentación animosa la de la chirigota ‘La vuelta al cole’, desde Córdoba con amol. La autoría la comparten José Ignacio Delgado Cruz, Julio José Horcas Rubio y Rafael Nieto Moreno. Viejos con el alma de un niño en esa primera letrilla, que pasa de quienes no entienden que prefieran las clases a los viajes del Imserso o cuidar a los nietos, “les quiero demostrar que no importa la edad…”. Y en el otro pasodoble dicen que se unieron a la mani de los pensionistas en los madriles… “la valentía y los cohones están intactos… Antonio cómo te voy a suspender, con la lección que hoy has dao”. La parienta les sirve de estuche, ya imaginas tú dónde se guarda los bolis y los lápices, en un simpaticón cuplé, sin cremallera. Adivina a quién han propuesto delegado, al que tengo aquí al lado. Peripecias de viejete en la uni en ese popurrí corresto, que aleccionamiento antifascista… “cualquier tiempo pasado no me parece mejor… estudia chaval, no quieras volver al pasado, y no tenga que salvarte un jubilaoooo”. Pedro y Pablo aprovechan para presumir de la subida de las pensiones, un cero coma nueve por ciento, cuidaaao.
‘LOS RESILIENTES’, FRENTE AL MUNDO PLASTIFICADO
¡Buenos días, princesa! Sin la marca de la casa, el OBDC, entra el tapón, de rosca, de la función dominguera, la comparsita del Germán Rendón, ‘Los resilientes’: a afrontar la adversidad de cerrar, con el lunes a la vista, pero con el teatro calientito. Nos cantan bajo el Balneario de la Palma, con las olitas de fondo, y el tipo de ¿Poseidón urbano?… “si yo canto carnavales en la playa, es porque todas las revoluciones no son pasajeras y mi campo de batalla es lo que escupe la marea… el progreso que compramos hoy ahoga los mares… no solo es una playa, la Caleta la Caleta la caleta, es sagrada… yo quiero ver la esperanza, bien clavaíta en la pena, de castillos en el aire nos bajamos a la arena… si yo canto carnavales en la playa es porque por siempre, somos los gaditanos los resilientes”. Toda la mierda que los humanos capitalistas guarros echamos a los mares, adheridos en los tipos. Huele a coñeta, Mari. Y a mensaje ecologista en el trasfondo. Una primera letra para poner en valor la copla encerrada en este teatro en precarnavales, frente a las que se cantan en la libertad de la calle, últimamente tan idolatradas… “Del estamento más bajo, el yunque de clase obrera, fundidos en el letargo, somos la estirpe carnavalera… nació como voz del pueblo, haciendo un altavoz de nuestro templo este teatrode canciones, ametrallas contra el miedo… mi Teatro Falla, cuantas sensaciones nos regalas en febrero, para que digan cuatro intelectuales sólo es la calle el carnaval puro y verdadero… y antes de ser reyes en la Viña, no hay más Cádiz que quien brinda su amor por ti aquí primero”. Y cosqui gordo a Horeca y sus quejas, en el otro pasodoble reglamentario, “festivo de un mes de agosto, se levanta a toda prisa, que el restaurante abre pronto… cuatro horas su contrato y catorces su jornal… pero nada puede con ella y con su alegría… maldita la espiral que impide conciliar… y van llorando hosteleros gaditanos que no encuentran camareros… en la hostelería lo que falta son mejores condiciones, y sobran explotadores”. El efecto llamada desde que se quitó el peaje, “y hasta viene una comparsa al concurso de Uruguay”, en uno de los cuplés. El otro, coherente con su mensaje ecologista y antiplástico, “todo a pelo, todo a pelo”, Y al golpe de comparsa nuestro amor, haga chimpún el corazón, pa que nos dure toda la vida. Pero ¿qué es ser resiliente?, te lo trata de explicar el popu, siempre con contenido, siempre con gusto: “el arte de saltar las trabas que impone la vida… Algo sabes de esta historia, nos machacan cada día, que si quieres bolsa, todos somos culpables, todavía no es tarde… Qué bien quedaría lloraros en una canción, pero en el cajón no caben más penas, ay carnaval te toca como siempre, ser resiliente al azote del vendaval… Ay, qué bonito es ser de Cádiz, siempre suena alguna copla a pesar de los pesares, es la lucha más hermosa, resiliencia y carnavales, ay qué bonito es ser de Cádiiiiiiz”. Potito colofón. Mis niños del barrio ya tienen canas, illo. Pedro y Pablo van a la plaza con el carro, nada de pedir bolsas, no mosquearse.
Las 00.29 horas. Baja el telón. Baja la marea. Pedro, Pablo, tirad pa la Moncloa ya a ver la Super Bowl esa. Me quedo aquí yo barriendo y degustando alguna coplilla guapa de Juancarlo: “Y mira qué casualidad que nos hicieran tan iguales, será que nos unió el espíritu de nuestros carnavales, será que eras como América de revolucionaria, por eso se quedó pendiente la victoria de Los parias, y mira tú que estando lejos lo cerquita que te siento, no es que no te lleve conmigo es que más no me cabe dentro…”. Dany Rodway
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