DÍA 27 (2ª SEMIFINAL)
Silencien sus móviles, que ya asoma la patita la segunda semifinal del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2020). Último lunes de Falla de la temporada, ¿dónde estaremos dentro de una semana?
Sesión de altura, con Martínez Ares, el Sheriff, Julio Pardo, Luis Rivero y el Jona en el cartel, todos ofreciendo pases completitos. Pero el Falla parecía esperar sobre todo la última actuación, y no defraudó: la chirigota puertorrealeña ‘No aguantamos más…Vamos de impacientes’ eclipsó la noche, con bulla. Y frescura.
Sí, hoy comenzó en los madriles un juicio contra el Willy Toledo por cagarse en dios y en la virgen, los ofendiditos no sólo escuchan carnavá: EspÁña, siglo XVI… a no, que estamos en el siglo XXI. Pedro, Pablo, blasfememos de la mano. Maripili, préndeme en la hoguera, y dale a la palanca, que cante este cronicón torturador del tirón, sin pausa ni cartón. Pero antes, un aplauso para el Yuntamiento de Cádi por subvenciarnos el apio. Pal puchero.
“Qué penita me da verte siempre en reserva, siempre en reserva”
Las 20.09 horas. Arriba el telón. Miediti, con tomati. Canta, y cómo canta, y se menea ‘Al sonar las doce’; Luis Rivero, y los suyos, impuntuales otra vé, otra vé Thiller… si Michael levantara la cabeza…, “para romper, la maldición, mi maldición”. ¡Aquí está tu primo! ¡Aquí está tu tía! Un tango que saca a la luz la situación de los sintecho y el altruismo de voluntarios a pie de calle…, “el terror se esconde llegando la luz del día…. una realidad que al llegar el invierno, los mata los mata, y no buscamos remedio, mientras seguimos volviendo, la cara la cara”. Y la otra letrilla potita revolotea alrededor del pecho femenino, en sus diferentes ¿usos?…, “ese mismo pecho que puede vencer la muerte y a la enfermedad maldita maldita maldita, y que un día fuera fuente de donde brotó en su fuente, la vida la vida la vida”. ¡Uuuhh! Un cuplé ganadero y otro en aguatapá. Tandita terrorífica, prima. ¡Uuuhh! Un, dos, tres, Cádiz suena a tanguillo y cuplé… dan las diez y dan las once, un cuento de terror que se disfraza y que resuena en su garganta, al sonar las doce, al sonar las doce. La luna asoma en el popu, junto al espectáculo trasnochador y vacuo de estos vampiros, hombres lobos y brujas. ¿Y los vecinos no se quejan? “Cuando Cádiz despierta… no hay vampiro que pueda desangrar sus entrañas, no hay lobos acechando a la luna que ronden sus plazas, no hay bruja que surja ni existe conjuro que valga, cuando Cádiz despierta… ya quema, ya quema, ya quema el sooool”. Pedro y Pablo también han visto a Iniesta anunciando Ariel en las marquesinas del bus, no hay que ser caaaa… “A mi me gusta la gasolina, que yo te vendo la gasolina… pero nunca esperes que baje la gasolina, paren a repostaaaar”. Con cameo mudo del Palomar en esa presentación de ‘Los niños de la Petróleo’. El Sherrif te llena el depósito, un chute de adrenalina. “Si comparo un coche con mi Andalucía… un todoterreno, sus puertas abiertas que nunca se cierran, un maletero enorme para sus hijos que viven fuera… pero quien lo conduce va en punto muerto, nunca acelera… qué penita me da verte siempre en reserva, siempre en reserva”. Para la primera letrilla. Y con shentimiento maternal, el otro pasodoble reglamentario, e igual de mecido…, “ya compré las velas, encargué su tarta… otro cumpleaños, si desde la cuna tengo grabada esa mirada que me enamora y me da la vida… hoy nació una reina, ella es mi mare, mi mare buena… voy a darle su regalo, abrazarla y besarla, no quiero mirar al cielo mañana llorando, mañana, quiero verte asomaíta a tu ventana, a tu ventana”. ¡Aquí está tu vecina! ¡Aleluya aleluya!, po… ya sabes. A los cuplés: Ondacádi está preparando el Falla tentaciones, “y el debate en taparrabos lo hará Germán… Carli de mi víaaaaaa”; y otro en aguatapá con eso del cambio climático…, “solo habrá una orilla, y ahí podrás ver por fin, cuando gana aquí, una de Sevilla”. ¿Eso son cinco euros?, llénamelo hasta arriba, llénamelo hasta arriba. Dándolo todo en el pupurrí, con el Purri, encogío…, “cierra mi gasolinera pero Cádi me abre sus puertas, mi surtidor de alegrías, donde me lavo la cara, donde recargo energías… esta es mi gasolina, Cádi, me da la vida». Pedro y Pablo se piden un cubata de eso. Echa dos yelos… Yelos formato iceberg. Que el cuarteto del Aguilera y el Puliestán, ‘Cari, resiste’, ha chocao. Como la chirigota de Los Molina, con cameo innecesario en el inicio de la parodia. Control control control…. “nos viene de genital, bebemos lo que nos sale del coño”. Ya están en escena el grumete, el Barba, el Míster Macarrón, la Rosalía borracha y el Pijtota descubriendo el presente, soltando pamplinas inconexas y chistes, marca de la casa, e interactuando con Siri, la del móvil. ¿Y qué barcos ha llevado usted? El Costa Concordia y el Vaporcito. La pareja se queda encerrada en el camarote, empieza a llenarse de agua y desde afuera se piensan que se están liando, “me llega hasta la rodilla, aquí estoy tapando la raja”. Y a los cuplés. Tinder sorpresa y vuelos de bajo coste, en la tandita, sumergida. El capitán gritaba, ¡un bote, un bote!, y como somos de Cádiz aquí se formó el pitote, ¿un bote? dos botes, las castas quien no bote. Continúa la parodia, qué intriga, illo… “Aligérate, que está ahí Martínez Ares… como enchufe las lámparas, nos vamos a electrocutar”. Y mientras el Cáitanic se hunde, que suene la música… “y pa cagueta cagueta, mi capitáaaan”. La marea termina bajando, que la Rosalía ha puesto a funcionar su satisfayer. Final feliz. “Que esto no se hunde, aunque haya piratas que están deseando tirarnos por la borda, porque a los cuartetos les sobra cojones de seguir navegando, por ti Cádiz, seguimos remando… para hundirse en La Caletaaa”. Pedro y Pablo, sin manguitos: qué mal rollo subirse a las tablas enfurruñao… Y como avanzó el ¿cuarteto?, ya está chupando luz Martínez Ares, su abanico y su aristocracia, ‘La chusma selecta’, cegando con su presentación-homenaje…, “canta gaditano canta, que es el milagro de este sur tan desgraciao, canta hasta que te sepa a sangre la garganta, canta alma mía, que nos quiten lo cantao, canta, canta la Tacita, porque la vida sólo dura un estribillo… que Cádiz no tiene reyes, sólo poetas de carnaval, y pa poeta poeta, mi capitáaaaaan”. Barbaridad. Antonio tira de retrovisor y se marca un pasodoble rememorando su niñez y fotografiando su patria.., “mire si soy de alta cuna, que al encenderse la luna, yo nací en un lavaero, mi madre me dio un besito, ya está aquí mi principito… este es el hermoso reino del barrio Santa María, duquesas con batas, vizcondes del muelle, hidalgos con hambre, marqueses gitanos, olor a puchero, lluvias de calichas, la eterna alegría desde la miseria, pescao secándose al sol… soy de tu chusma divina, que llora cantando, que espera y espera, el gran milagro… mire si soy de alta cuna que nací en un lavaero… un patio mirando al cielo, cielo de Cádiz, el paraíso”. En el segundo, el amargado lamento del padre separtao que necesita ver crecer a su hijo…, “no sé si vas a leerlo, ahí va mi mensaje, no te hablo como exmarido, simplemente como padre… cierra las puertas del odio, me tienes pa lo que quieras, no todos los hombres somos asesinos, malos compañeros, machistas, salvajes… me produce asco que esta pena mía la use un partido desde sus escaños para volver al Cromañón… no entiendo de burocracia, no sé de leyes, sólo sé que ya es verano, y tengo en casa guardao sus reyes”. ¡De babero!, expresa una voz anónima desde gallinero. Um umm. Dos cupletillos-excusa reguleros, con un peaso móvil y comparando superhéroes, para lanzar el estribillo, selecto. Y al popu, de otra liga, por eso quizá la plebe de segunda B no termina de jugar en él…, “odio en el alma septiembre, cuando los pobres conquistan las calles, y van naciendo las canciones, de millares de don nadie… Pero a quién quiero yo engañar, sólo soy uno más de más, cuatro meses pa descubrir, que no tiene sentido, esta vida sin ti… Adiós mi reina, se marcha tú más fiel sirviente, pronto volveré amor mío, bastará un escalofrió, cuando llegue septiembre”. Pedro y Pablo hacen como que están flipando, no quieren desentonar. Cada vez saben más de carnavá. ¡Juan, picha, dame un respiro, que me atraganto con tanto brillo!
“Divide al pueblo y así vencerás”
Toca toca, toca… ‘Tócame’, ya toma vida el coro coro de Julio Pardo…, “no te miento, yo me siento un instrumento nada más… ya se acabó de hacer lo que me pidas, esta noche toca revolución, sin batuta ni director, que ser uno mismo es lo mejor… tócame, tú, mi alma y mi corazón, yo estaré orgullo de ser tu voOOZZZ”. La pluma canijil es palpable en ese tango comparativo a la mujer libre, que “cuando mi carnaval canta a las mujeres… la mujer no es un instrumento, por eso no tiene dueño, no se toca si dice que no… no es un objeto, que se quede quieto pa que lo utilicen… no le haces falta para sentir y vivir…”. El otro te relata, como si fuera hoy día, las desventuras de dos inmigrantes okupas con un crío en camino…, “cuántas veces las voces en pie de guerra, le contestaron, vete a tu tierra, aquí no hay sitio para ti… y nació aquel niño divino…”. Guantá a los fachas xenófobos de misa de domingo. ¿Y la paloma? Un cuplé impaciente, y “con lo chico que eres, tú no pareces un violín, tú pareces un ukelele”. Pero tócame, pero tócAMEEEEE, tócame por tanguillos que es como late mi corazón, popopom pom. Y posiblemente, uno de los popurrís más redondos y potentes de la temporada, primo…, “toda tu vida es un musical… por qué corre el tiempo tan veloz… cuando se acaba el concierto, uno se queda hasta muerto, más la música no muere, vive dentro de los seres, que te hacen inmortal… vive sin ton ni son, rompe las cuerdas que haya que partir, antes de echar telón, antes de que dejes de existir, sólo es una función, con un principio y con un final, sigue a tu corazón, la vida es un musical, la vida es un musicAAAALL”. Pedro y Pablo han entrado en bucle con el último verso… los dejo en la intimidad, solos… Solos como ‘Los aislados’ del Jona, pero bien acompañados. Qué enchampelamiento más básico, primo. ¿Sigue siendo el Jona?, ¿o con la madurez hay que llamarle el señor Jonathan Pérez Ginel? “Libre, no hay nada más bello en esta vida que ser libre, como esta canción… pero para algunos se convierte en imposible, por tantas miradas y silencios impasibles, libres frente a su dolor… soy la voz, de los aislaos”. Presentación para meternos en faena, subirnos a este islote Tolerancia en medio de la cruel sociedad. Po vaya letrón que se marca al borde de la madrugada er chavá, mare…, “siento que vivo en un país donde gritar y discutir es una forma habitual de convivencia, donde la paz da menos votos que la guerra, por eso en nuestra educación nos etiquetan a traición, para llevarnos a sus trincheras… siempre avivando el conflicto y la hostilidad, sin importar que se vuelva a provocar en las calles otra reyerta… tú y yo radicalizados, sin poder casi ni hablar, mientras ellos en sus escaños, brinda juntos a la par, divide al pueblo y así vencerás”. Qué triste verdad verdadera. Pero qué aburrido es estar en el medio. De los errores se aprende: resumen del segundo pasodoble dopado de moralina.., “mientras que la competición se hace por día más feroz, siendo el triunfo el que nos juzga y cataloga, me gustaría dar valor, a cada fallo y cada error, que nos llevaron a crecer como persona… son errores y fracasos que me hicieron mejorar, convirtiéndome en el hombre que ahora puede asegurar, que ha mereció la pena fallar”. ¡Como te estaba comentando, Migué! Un ligue desmontable, en el primer cupletillo, “cuando tú puedas échame el chocho por aquí abajo”; y el mismo remate en el segundo, con el Urdangarin de permiso carcelario. Una cosa te digo, querido amigo, prohibido comerse el coco. ¡Amo a disfrutarlo, joe! “Que si vuelves a caer, yo te esperaré en mi barca pa acercarte hasta la luz de la alegría, de la tierra prometía un cantón trimilenario, compasivo y transigente, un reducto que hace suyo los complejos de su gente, entonando las miserias, en su orilla plateá, Cádiz, mi isla, mi libertad”. Pedro y Pablo se sienten la mar de agusto en esta isla, ehh. Se quieren mudar ya, ya, yaaaa… ya, ya, ¡yaaaa!, le pone el tampón a la función, con máxima expectación en el ambiente, la chirigota exprés ‘No aguantamos más…Vamos de impacientes’. Un rataso lleno de frescura, de no saber por dónde van a salir, de chirigotón XXL, y de caritas de ilusión, desde Port Royal. Y de nuevo, en mitad de la presentación del Bablé, se cuelan por debajo del telón y rematan el final del popurrí. Vuelven y ahí están en la fuente de las Puertas de Tierra celebrando el ascenso del Cádi a Primera, jajajajaja…. “¡Me han dicho que… sus cohoooones!”, jjajajaja…, “el psicólogo me ha dicho que mi problema es que me adelanto a las cosas, y todavía no he ido… espero que no se impacienten con Los impacieeee… la que estáis formando”. Liando la pajarraca desde el minuto cero y con la grada a favor. Un lamento por el cierre del comercio tradicional ante la invasión de las franquicias, “mi barrio ya no es mi barrio, hay calles oscuras, silencio, desde hace tiempo, con lo que era mi barrio… que fueron todos cerrando pa no volver… y mientras miles de negocios, de nombres, de barrios, en paro, en paro, en paro”. ¿A que cantan el pasodoble de 2022? Amo a darle…, “después de da un pelotaso, viene un babuchaso y eso nos pasó, después de Los impacientes, volvimos al año siguiente y qué mojonaso… nosotros no somos profesionales, aquí no se viene a un ruedo, se viene a hacer carnavales…”. Un letrón que más allá de la guasa, pide a la afición derrotista que no se critique con maldad a las agrupaciones cuando no vienen tan bien… “y me rompió el corazón, ver que la afición que nos levantó, después son los mismos que vienen y te hacen daño…”. Con ritmo. Illo, qué hay que terminar el cuplé. Uno cafetero, “en vez de tomá café, parece que usted va a pintar el pasillo”; y otro que se anuncia como un bastinaso, pero ya lo sacarán si eso el viernes, jejeje…. Yo sé que mi estribillo, a ustedes nunca defrauda, pero me tengo que ir, ni aplaudan ni aplaudan. Ya tienen los cedés, ¡grasias!… se han quedao con nosotros, jajajaj, caaaa… “Ole, una sevillana…”. La sensación de la temporada, es ajín. Han sabido currárselo Fermín, Antoñito y el Tomate. Eclipsan el resto de la función. Si yo dijera lo que pienso… Pedro y Pablo no piensan, lo dicen: pa primera de cabeza, ¡ooeee! ¡¡Un intro, niña, un intro!!
Las 0.58 horas. Baja el telón. Bajan las pulsaciones, fuuuuuua… Pedro, Pablo, otro carajillo y a la Moncloa. Ya me quedo yo aquí barriendo y suspirando alguna coplilla guapa de Juancarlo: “Viva esta nación, porque nación es más patriota que país, y viva Ávila que tiene un chuletón que no me lo como ni yo ni el Paquirrín… viva su mujer, de Raquel Bollo hasta Agustina de Aragón, y si tuviéramos a Portugal también, entonces si sería un pedazo selección…”. Dany Rodway
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