DÍA 1 (1ª CLASIFICATORIA).
Dame tono, Bartolo… ejem ejem. ¡Buenos días, princesa! Parece que no, pero sí: ayer estábamos dandoporculo con la pandereta, la botella de anís y los pecesenelrío, y hoy, ya mismo, sin transición alguna que valga (como hace cuarenta y tres años, vamos), nos pintamos los coloretes, nos ponemos el pijama de pierrot y chimpún chimpún… ¡si caminito del Faaaaallaaaaa! Llama a las puertas de Cádiz, para Cádi Cádi, puertatierra y el mundo mundial redondo, el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas, el COAC 2018, el tercero de la era Kichi, y el primero post-Antoñito Martín y post-bocadillos de Madueño. Y de las ninfas-floreros no se acuerda ya ni el Tato…
Con esa sensación ajín de Día de la Marmota (hasta la mención marmoteña se repite y se repite y se repite), levanta el telón este martes 9 de enero, con tiempo aguao y fresquito allá afuera, una nueva “batalla de cantes” (en su versión adulta), que decidirá a sus triunfadores dentro de un mes justo. Entre tanto, 29 funciones y de ellas 19 clasificatorias sin descansos (y sin puntos, como novedad, reemplazados por ‘aptos’ y ‘no aptos’) en las que desgastarán las tablas hasta 136 agrupaciones, de su madre y de su padre.
Y en DIARIO Bahía de Cádiz y su suplemento Carnaval366Días no tenemos familia ni cuñaos tocando el laúd en ningún coro ni acciones en comparsa fina y segura alguna, por ello en este, nuestro concurso número catorce (que se dice pronto, ¡ya!) sumergido en el foso del Falla con la credencial al cuello y la pulserita todoincluido en la muñeca (superando las nuevas exigencias del Patronato contra la arbitrariedad y la falta de espacio, que siguen recomendaciones del Colegio de Periodistas de Andalucía para determinar el “tú entras” y “tú no”, y que obviamente no contentan a todos; vaya nuestro abrazo a los compañeros que se ven en la calle), narraremos casi todo lo que pase, noche tras noche, sin forofismo… o no. Depende, todo depende, de la cantidad de purpurina. Eso sí, con una obsesión enfermiza: sobrevivir al empacho coplero en vena, y componer, con la excusa de tipos, cuplés, estribillos, pasodobles, figurantes, tangos, parodias y popurrises, un relato entretenido que no sepa a hospital, superficial pero profundo, emoshionado y apasionado como el aficionado más fatiga que hace cola tres noches por una entrada de escasa visibilidad mientras los eruditos del twitti le reprochan que esté perdiendo el tiempo esperando (se sobreentiende que esperando… la muerte) y no destilando odio por las redes asociales, como ellos.
Abreviando: aquí viene la parrafada siesa de cada año (sáltatela si eres asiduo sufridor de estos cronicones, en salsa), a modo de advertencia a puristas de la calle San Vicente y fanáticos del tresporcuatro, como principios editoriales: perseveramos en nuestro humilde empeño de no hacer del carnaval y de su concurso telonero (espectáculo/negocio ombliguil donde los haya, largo y alargado, repetitivo, con poco sentido del humor de puertas para adentro…) algo trascendente y trascendental. Nos lo tomamos tan en serio que no nos lo tomamos muy en serio, como al M. Rajoy. Este periódico y el ignorante febreril que junta-letras un año más sin bulla ni twitter, tanto twitter tanto twitter, sólo busca narrar subjetivamente (esto es una crónica/crítica no una información aséptica sin alma) las noches de coplas y lo que les rodea, con una sencilla meta: echar el ratillo, juntos, juntitos, que hace rasca. Queda dicho.
Pero para esta misión, no estamos solo. No estoy solo, mamá: el cronista fallero-fotero-loquesepongapordelante de este periódico ha contactado con la crème de la crème del mundillo, como colaboradores… y se iba de presupuesto. Y contar con los mesías de la flamante República Catalana (en nuestros corazones) Oriol y Carles para que se pudieran defender, en primera persona, de la tonelada de letrillas repelentes que le van a caer al ‘procés’, tampoco ha fructificado, por miediti a ‘Entre rejas’ (chiste malo, pum). Así que, nada, tú y tú, pa dentro. Este COAC 2018 apostillarán estos textos a fuego lento, escritos de aquella manera, el señor mongolo (de Mongolia) y sus “brasas” y el tontito de las banderitas y sus trapitos, ambos dos muy de actualidad en los últimos tiempos.
Eduardo Bablé, hala, detenme. Las 20.38 horas, ya vamos tarde, y este Concurso prematuro, dedicado al centenario del nacimiento de Paco Alba, se abre con un homenaje al conileño, de metro y medio… considerado el creador de la comparsa allá por los años 60 del siglo pasado y uno de los máximos exponentes de la fiesta gaditana, dicen las fuentes oficiales. Para el resto de mortales y empinacodos, es el autor del mítico Vaporcito del Puerto, cuando en ti me embarco, cuando en ti naveeeeego, me contagias los recuerdos de tus viejos sueños, ¡sueños marineeeeeros!
¿Qué más? Seguidamente, el modesto pero emotivo acto de entrega de los Antifaces de Oro de este curso, reconociendo, tras más de 25 años vinculados a la fiesta a: Francisco Abeijón ‘Carapalo’, Francisco Sibón ‘Paqui’, José Manuel Pedrosa, Miguel Larrán Saá, Antonio Carrión y Manolo Cornejo, a título póstumo. La familia y allegados del eterno don Adolfo, director de la chirigota del Love, se lleva la primera ovación, amarga, de la tarde-noche. Enhorabuena a los premiados.
Preámbulo listo y en posición de ataque, ¿no? ¡Qué nervios, niña! Maripili, ponme mirando al 9 de febrero… dale a la palanca y que ande ande ande la marimorena… ay no, eso ya no. Pero antes, aquí debería ir la publi del Yuntamiento de Cádi: el camión con la valla todavía no ha encontrado aparcamiento.
‘LA SONRISA DE DIOS’, PROFIDEN Y AMÉN
Las 21.12 horas. Va telón. Mirando pa arriba, con ambiente celestial en el escenario. Desde Sevilla, ‘La sonrisa de dios’ y resuena un “soy un dios sin religión… soy el amor de los pueblos, de los pueblos unidos… yo nazco, vivo y muero en la gente, soy la bondad de tu corazón, que habita en una simple sonrisaaaa”. Fuuuaa, explosión de azuquiqui. Túnicas lavadas con lejía Conejo. Como autores de letra y música, José Antonio Alvarado y Antonio Díaz. La “bondad perdida” del ser humano, rellena un primer pasodoble como ateo, pero no, que la figura de la madre mártir por sus niños si es para ponerle dos velas. Y el capillismo merodea la segunda letra, fundiendo Cádi y Sevilla por carnavales y semanasanta… “y los costaleros fueron cargaores”. Vale vaaale. A las orejas, suena potable, eso sí. En los cupletillos, alargaaaados, un chistesito con aquello de cantar los primeros en el concurso y las bolas, del sorteo, se ve que las tienen de corbata; y anda, la Leticia Sabater da todavía para… sí, en el segundo, “mirando para otro lado”, y tiene hasta parentesco con el Oriol Junqueras, el preso político, ese ese. La sonrisa como arma más poderosa del mundo hostil y cruel, la verdadera religión de esta secta en su pupurrí-sacarina. A ver las caries de nuestros colaboradores, que están descolocados todavía: “qué brasa”, opina el señor mongolo (de Mongolia). El tonto de las banderitas iza la bandera blanca. Y sonríen, aro aro.
‘LA FAMILIA VERDUGO’, Y YO CORTAO CORTAO
Ajusticiando a los tres reyes magos, por aquello de hacerles cantar en la primera función, o argo (apunte para los de Logroño: esto va por Quique Miranda, el presentador del OndaCádi que fue el que sacó las bolichas del sorteo días antes de subirse a la carroza a lanzar caramelos en la cabalgata), aparece en escena la chirigota chiclanera ‘La familia Verdugo’, con pretensiones de “matar de risa” al personal, si no pierden antes la cabeza. Va con segundas, pichita, le aclaro al tonto de las banderitas, mostrando la de la ONU. Álvaro García Gómez pone la letra, y Francisco Javier Pereira Natera, la música. Quejosos con el cambio de reglamento “hecho para darle a las grandes y quitarles al pequeño”, por ese apartado que suprime las puntuaciones en las clasificatorias. Por ahí anda la primera letrilla meta-concursera. Ya empezamos, primo. Y para el segundo pasodoble, una oda al matrimonio, aunque no lo pareciera, por aquello de que “la condena más larga y duradera es pasar por el altar”. Referencias al “Peter Pan de la Bahía”, ojo. El hacha inseparable, y a cuatro patas y sin hacha, en la tanda de cuplés. Dame flojito, iiiinn. En la primera cuarteta del voluntarioso popu condenan, tras consulta popular al patiobutaca, al Puigdemont. La que te queda, peluca. El señor mongolo (de Mongolia) también dicta sentencia: “qué brasas”.
‘LOS VIVELAVIDA’, A JORNADA COMPLETA
Enciéndeme la farola. “Es mejor trabajar pa vivir que vivir pa trabajar… deja la calle melancolía, y vente conmigo al barrio de la alegría…”. Original original… Ante nosotros, ‘Los vivelavida’, comparsa de Málaga, como no, con sombrero, carcelario. Jartos de estar absorbidos por el trabajo, deciden hacerse bohemios en lo que dura una presentación, mu bien cantaíta. Para el primer pasodoble, superhéroes “salvados” por la vitalidad de niños enfermos. Y el Carli, sin el Subiela, pisa las tablas para recepcionar la segunda coplilla de su hermano, ahora con caminos divergentes, “siempre fuiste un ejemplo donde poderse mirar”. Cosas de familia, musita el tonto de las banderitas ondeando un trapo de cocina usado. Papas fritas, eso sí que es una primera cita; y el novio-vibrador de la chiquilla, en los cupletillos. Jesús Gutiérrez Fernández y José Redondo Holgado, firmando la autoría de letra y música. Agradable ese pupurrí con remembranzas de versos, ideas, musiquiquis… invitando a vivir la vida, aunque en ningún momento deja claro cómo se paga eso. “Vas a morir, te lo digo con un sonrisa en los labios…”, dejan dicho, con recochineo, ¿no? Haciendo spoiler. “Qué brasas”, añade el señor mongolo (de Mongolia).
‘REGRESO DEL FUTURO’, TAKA TAKA POWER
En el futuro futuro los forillos los pintarraquean los nietos. Conil aterriza en el Falla con la chirigota ‘Regreso al futuro’. Jubiletas vuelven del mañana al presente para “sentirse viejoven”. Triunfando con el “taka taka turbo”. Está pasando hoy, ni ayer ni pasado mañana. José Manuel Ramírez pone la letra, y Cristóbal Olmedo y Jorge Cerrillo, la música. Conil y Cádi, más unidas de lo que reflejan los mapamundis… “amarilla corre mi sangre y en Carranza corren mis sueños”, remarca ese primer pasodoble con shentimiento conileño-gaditano y alusiones a Paco Alba. Y denunciando el sexismo juguetero en el otro pasodoble, “desde pequeño adoctrinándonos la mente… en la lucha contra el machismo, seguimos estando en pañales”. Interesante. En esos cupleses, una vecina pejiguera que lo sube todo, al facebú, aro aro; y el rollo de la independencia y las nacionalidades… “y Albert Rivera, al cien por cien, sangre colombiana, iiiiiisssshhh… y Mariano Rajoy y Puigdemont vienen de Mongolia”. Ar caraho la cadera. Nuestro señor mongolo (de Mongolia), frunce el ceño, y suspira: “qué brasas”. El paquirrinismo, la religión que triunfa dentro de unos añitos, desvelan estos viajeros del imserso temporal. Cuñaaaaoo cuñaaaaooo… “pero tú ya lo sabes”, jeje. Buena esa cuarteta de un popurrí simpaticón, que termina con moraleja, “levanta la mirada del móvil, que te estás perdiendo el presente”. Y resuenan desde el patiobutaca los primeros “chirigota chirigota” a pelú de la temporada. El tonto de las banderitas agita la de Noruega.
‘SE BUSCAN VALIENTES’, TIRITO SÓLO CON VERTE
Reclutando valientes dentro de esta sociedad avestruz y gris, “vamos levanta, que ahora es tu momento, no temas nada, siempre de frente…”. El leitmotiv de ‘Se buscan valientes’, comparsa de Chiclana con tipo de enea, como aquellas sillas de tu bisabuela. “Hoy tan sólo importan los premios”, sentencia el primer pasodoble, con hechuras, enfrentando al fantasma del pasado y del presente del carnaval, aquel que no le tenía miedo a la censura y este que calla para no molestar, dicen. El segundo se lo dedican al tontito de las banderitas, que saca el banderín del córner… “nada más independiente que la ropa adolescente de mi rebeldía sin motivos…”, encadenando retales de la identidad, sin necesidad de atacar con trapos colgados en el balcón. No está nada malote el asunto, en forma y fondo. Apunta, primo, que la letra es de Ramón Manuel Ruiz Lorenzo, y la música de Jesús Romero Ariza. Tirititrán tran tran. Drogas canijas de foam y su vecino Eusebio, multipremiado y corneado, condimentando los cupleses. Tirito sólo con verte. Popurrí, muy escuchable, de los utópicos, combatiendo el miedo de uno, los miedos de todos… “la historia la cambian sólo los valientes… sé valiente, sé valienteeee”. Osado, atrevido, impávido, denodado, fitetú si hay sinónimos… El señor mongolo (de Mongolia), a lo suyo: “qué brasas”.
‘UNA CORRIDA EN TU CARA’, AHORA ME DA MIEDO MONTORO
Y claro, la historia no va de lo que era pornográficamente evidente, o sí. El Falla, transformado en coso taurino, con morlaco y todo… “que esto no es maltrato, vamos a echar un buen raaaatoooo”. Se presenta la chirigota torera sevillana ‘Una corrida en tu cara’. La agrupación cabeza de serie de la jornada, tras caer bien el pasado concurso. Pablo de la Prida y Jesús Benárquez comparten la autoría. El típico pasodoble de agrupación que, no se lo esperaba, y viene de hacer un buen papel, para comenzar, con oreja y rabo y a disfrutar, pase ahora lo que pase. Y el pelado del Puigdemont y de otros políticos catalanes sirve de chanza en la siguiente letra,… “mejor que estelada, una lata cruzcampo… ellos se fueron de España el día que allí se prohibieron los toros…”. El saco anticatalanista comienza a llenarse. Vienen los cuplés: la niña del Jesulín, despixelada y embarbillada; y el Echenique, de Podemos, cuesta abajo y sin frenos, ese sí que gana seguro. Ahora me da miedo Montoro. Repasito a los diestros famosotes en escena en el popurrí, con chicuelinas, estoques y puntillazos verbales, aptos y no aptos para público entendido en este tipo de faenas cercanas al Aquíhaytomate… “aunque muchos me critiquen, toreando seguiré…”. El tontito de las banderitas saca una al azar, la de Azerbaiyán, le vale. Y “qué brasas”, apuntilla el señor mongolo (de Mongolia), mirando fijamente al que hace del Ortega Cano.
‘EL ALMACÉN’, ¿DÓNDE TE GUARDO YO A TI?
¿De polvo? Una personificación de las motas de polvo que se acumulan si no pasas la plumero de tanto en tanto. Con sombrero, que no falte. De eso podría ir la comparsa de Chipiona ‘El almacén’. Pero casi no. Son almaceneros del alma, con juego de palabras y todo, ese que guarda “las cosas vividas, algunas se quedan, otras se olvidan…”. La letra y la música se la anotamos a Marco Antonio García y a Antonio Manuel Pedrosa. Peaso de cortina tamaño familar, en el forillo. El duende del carnaval, como herencia familiar del gaditano… “que los siguientes en dar la vida por esta fiesta, serán tus hijoooos”, en uno de los pasodobles. Y la corrupción y los recortes arramblando con el bienestar que en algún momento se disfrutó en este país, para la otra letrilla… “el pueblo que calla es un pueblo que otorga, y las elecciones, un salvoconducto para los que roban”. Es el tipo de letra que, tristemente, no pasa de moda desde hace una década. En la tanda de cupleses hay sitio para el Oriol Junqueras, el preso político, visualizando la independencia a medias; y una ración de escatología tecnológica. El popurrí con problemas de espacio, y las horas, se dejan notar en el alma, y en el cuerpo serrano. No termina de enganchar el concepto. El tontito de las banderas saca la de Ikea, allí venden unas estanterías en las que cabe de tó. Y el señor mongolo (de Mongolia), reincidente con sus “brasas”.
La 1.20 horas. Baja el telón. A guardar toca los primeros shentimientos y emoshiones de este Falla 2018, que se asoma planito, con pocas curvas, y escaso en papelillos. Eso no mola. Los comienzos siempre son duros, y atragantados. El tontito de las banderas y el señor mongolo (de Mongolia) han estado más que pertinentes en esta su primera noche de colaboradores, ¿no? Se merecen una frase célebre que les acune: “el principio es la mitad de todo”, dicen que dijo Pitágoras, filósofo y matemático griego. Eso sí es ser optimista. Enga, ¡ya sólo quedan 28 funciones! Dany Rodway
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