DÍA 5 (5ª CLASIFICATORIA).
Sábado sabadete, y toca noche de extraña Pestiñada en San Francisco, y de quinta función de las clasificatorias del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2018) en el Gran Teatro Falla; antes de que este domingo desde el mediodía San Antonio reparta ostiones. Santo pre-carnaval.
Una quinta sesión de Concurso con siete agrupaciones y un poco de todo: desde el incuestionable pase de la chirigota de Manolito Santander, ‘Los brujos titis’, desprendiendo hechizos mundanos de buen rollo, cinta aislante, y todo hecho en Cádiz para Cádiz; a la comparsa de El Puerto ‘El ingeniero’, un surtido de dioses peleaos a la hora de afinar. Además, se estrenó en estas tablas un coro extremeño, más que digno, ‘El conquistador’: como era de esperar, vino a conquistarnos y acabó conquistado. Suele pasar.
Eso, suele pasar. Es la hora es la hora, y ya están sentaditos a mi vera los colaboradores más mojaditos de la temporada: el señor mongolo (de Mongolia) y el tontito de las banderitas. Todo por no cargar con el paraguas. Maripili, tira de la cadena después de hacer tus cosas, y de la palanca, que caiga en cascada este cronicón en falso directo, a la mar… Pero antes, aquí debiera aparecer la publi del Yuntamiento de Cádi: el encargado sigue en la Erizá.
‘EL CONQUISTADOR’, OLÉ
Las 20.36 horas. Al lío. Mérida enterita ha abandonao a su teatro romano y se ha mudado al Teatro Falla para arropar el debut en este concursito planetario del primer coro extremeño de la historia, ‘El conquistador’. Batallón, con ilusión y pasión, y mucho curro detrás, y el Tron… “la lucha que yo traigo la defiendo con mi voz… se presenta mi guerrilla, vengo a declararte amor, hoy soy yo quien se arrodillaaaa…”. Lo típico en estos casos, mas bien defendido. La letra es de Antonio Rodríguez Osuna (me chivan que es el mismo arcarde de allá, y ahí arriba está cantando igualmente) y José Rodríguez Sánchez, mientras la música la firman Miguel Ángel Sánchez Cuevas, Manuel Santander Grosso y José Antonio Vera Luque. Alguno me sueeeena. “Sólo quiero arrancarte un olé”, resumen de ese tango de re-presentación. Al tontito de las banderitas les dices que son de Loreto, y ni lo duda. El señor mongolo (de Mongolia) se pregunta, para él, si todos caben en un autobús. El otro tango abunda en el caso de la manada violadora sanferminera, y mirando al juez, amenaza: “su sentencia, siempre le perseguiraaaaá”. No soy muy fan de la Susanitadíaz estos emeritenses, en los cupletillos, y eso que el que escribe también es del PSOE (oooh, ya tenemos crisis interna), con movido estribillo, y si quieres que te enseñe ya mi espada… espera que no mire la parienta. Viva Extremadura, vocea un foráneo desde gallinero. Le ha faltado el ¡libre! Sueltan un pupurrí más que digno, otra cosa es que diga algo novedoso. Sabemos que vienen de Mérida, no hace falta insistir e insistir e insistir: “y yo vine hasta aquí a conquistarte y sin querer, me conquistaste a miiií”. Cuántos corazones ha roto este teatro, primo. Ni Pimpinela.
‘LOS CRAZY DE LOS 40’, ARRÓ EN BLANCO
Chandalera viene la historia. La parienta se va con otro y soltero de nuevo con cuarenta tacos; “a ver cómo ligo ahora gordo, carvo y sin dinero… ahora mismo me meto en el gym”. La presentación nos pone en situación para entender a ‘Los crazy de los 40’, chirigota de Sevilla con Juan Carlos Vergara y José Antonio Alvarado en la autoría. Un pasodoble de entrada para recordar que hace tres años que no pisan las tablas, “me fui llorando de este carnaval bendito… con el tiempo he podio darme cuenta de que estaba equivocao”. Es lo que pasa con los amores inflados, pasajeros e ilusiorios. “La chirigota está por encima de cualquier ideología”, interpreta la otra letrilla, a partir de la pajaraca izquierda-derecha que se lió con la participación del Selu en un mitín de los naranjitos fachas en Hospitalet. El señor mongolo (de Mongolia) salta como un resorte: “qué brasas”, al cuadrado. En la tanda de cupleses, “sólo ligo en redes sociales, cambiando un poco mis datos personales”, y comiendo a oscuras, “yo creo que mi parienta se está comiendo un flamenquín que no es de la casa”. Vale. Qué bien se está separao. Estribillo irónico, sospecha el tontito de las banderitas, tirando la toalla. Déjalo, es feliz asín. ¡Ole esas barrigas!, opina un espectador sin identificarse. Trabajando con un pershonal trainer para “volver al mercado” en ese popurrí dinámico, con su cuarteta de gimnasio, de ropita moderna, de tatuaje escatológico, de comida sana… “cada vez que me ve, tiro la baguette, hago zaaas y saco el arró en blanco”. “No me importa no ser, el que tú más quieres”, terminan asumiendo estos sevillanos. Algo hemos avanzado.
‘EL INGENIERO’, SIN TÍTULO
Emmmm. Murmullo en el foso de los leones en paralelo a la presentación, o argo parecido, de la comparsa portuense ‘El ingeniero’, a veintiocho voces… “soy el que escribe derecho con los reglones torcíos, el dios de los mil nombres, el ingeniero divino”. La cosa va de dioses, surtidito de dioses, y Gandalf repartiendo juego. En ningún texto sagrado reza que las divinidades tengan que cantar bien, que ere tú mu exigente, tontito de las banderitas. José Manuel Carreto López pone letra y música. “No busques la gloria mirando al cielo, que el Edén está en la tierra y la estamos destruyendo…”, apunta el primer pasodoble en plan tolmundoesgüenoqueesobradedios. Cruzando el Estrecho en patera, en la segunda letrilla… “también son los hijos de dios, cuándo cambio el ser humano por piedras su corazóooon”. El señor mongolo (de Mongolia) está empezando a dudar de su fe. “Yo no dejaré este grupo aunque me llame Martínezares”, asevera uno de los cupleses, con estribillo de misa. Palabrita. Desajustes vocales, es el eufemismo que estaba buscando para acompañar un pupurrí que se ve que indaga en la intrahistoria de las religiones. El forillo confirma la teoría del Big Ben. No hay cielo con angelitos cuando te toque la hora, de mensaje. ¿De verdad que ese no es Gandalf?
‘LOS CAMPEONES’, ¿TE VOY POR LOS MANDAOS?
Tontos no, bueno bueno bueno. La descripción del tipo de ‘Los campeones’, “alguien tiene que ir por yelo, ya sabe a quién le ha tocao”. Chirigota de Cádi con letra de Moisés Camacho y José Antonio Rodríguez, que también hace sus cositas en la música junto a Manuel Sánchez Alba, el Noly. Oye, pero cuando tocan a Cádi, tontos no, “yo me lo haaaago”. Esa camiseta de Banesto está dejando to loco al señor mongolo (de Mongolia). Entre el piropo y el miraquépellizcotienemipasodoble, anda el primero… “Cádi de mi alma, eres la reina del compás… que nadie se intente pasar contigo, que traigo cañones de papelillo, para defender a mi tierra”. Y dejando claro a quién votarán en 2019 en el otro pasodoble…”solamente piensa en carnaval y bailar los villancicos… sin embargo con la alcaldesa, nosotros lacayos ella la princesa, todo era genial… no paran de exigirle desde que llegó y a la otra en veinte años nadie le tosió”. Kichi, campeón. La camiseta de EspÁña, mosqueando a los fachas, en un cupletillo; y una amiga mu fan de don Antonio Martínezlares… “es como el pasodoble que poco a poco te acaba entrando”, Túyajabe de que va el asunto del otro. Simpaticotes. Al popurrí, con el día a día de un campeón, en el parque, en el súper, en el autobús… y en un giro insospechado, acaban con medio tipo de Las viudas, y rememorando que hace ya veinticinco años de aquel triunfo. El tontito de las banderitas enarbola la bandera del tresporcuatrobueeeeno, aunque ni tiene ni pajolera de cuánto es el cambio.
‘LA OPORTUNIDAD’, PERDIDA
“Déjame ser la candela, la que te enciende hasta el alma…”. Está claro que es el turno de la comparsita de San Fernando ‘La oportunidad’. Y claro, van de… ¿oportunistas?, con sombrero. A ver a ver si nos aclaraaaamos… Guillermo García Lebrero y David González Vargas comparten la autoría de este momento. Recuerdo al Leti, carnavalero isleño fallecido inesperadamente, al fondo del escenario. Con intriga entra el primer pasodoble, dedicado finalmente a la afición. Más consistente el segundo, contra el catetismo localista que inunda la región, ejemplificado en la pugna Cádi-Sevilla… “que lo vuestro son las payasadas, aprender las sevillanas… que aunque os empeñéis en el concurso, nunca pondremos el culo…tú eres quién divide Andalucía”. Malote no suena. En un cupletillo, un tanga y… “con lo de avances que hay, y llevaba el shosho sin depilar”, iiiínnn, sin anestesia. Y la niña con dislexia, en otro, “que los disléxicos también somos persianas”, jeje. Primo, a mí me ha hecho gracia. Tesquiero tesquiero. Suben la baraja de su chiringuito en el popu. El tontito de las banderitas continúa sin saber que venden… “aprovecha la oportunidaaaaad”. ¿El trespordos del pryca? El concepto, claro claro, como qué… El señor mongolo (de Mongolia) lo tiene cristasol:”qué brasas”.
‘LOS BRUJOS TITIS’, NO CREO EN EL MÁS ALLÁ…
Uuuuhhhh aaaahhhhh uhhh aahhhh… un mojón pal Leroymerlin. Brujos de Cádi Cádi… “yo soy tu solución… no creo en el más allá, más allá de Cortadura”. Con la temperatura fallera unos grados más elevada, se cuela la cabeza de serie de la sesión: ‘Los brujos titis’, la chirigota de Manolito Santander. Pelucón fregonero, y rodillo en mano, pa encalarte de alegría, y, desde hace unos años, un bienhallado buenrollismo. Pasodoble para sentar las bases, un añito más: “embrujado por una ciudad, que me encela y me enamora… hechizado por un carnaval, del que no puedo escaparme… y vuelvo para presumir que soy de Cádi, lo que no es normal es que en mi carnaval sea un pecado decir soy gaditano…”. Enorme, niña. La musiquiqui te hace mover los deítos de los pies. Y recordando con emoshión y poniendo los vellitos de punta a alguno los veinte años que cumple ya el pasodoble de Los pepperoni, aquel Mehandichoquelamarillo… “son veinte años sin parar de dar las gracias, de ponerle voz a un sentimiento”. Y la grada se arranca y Manolito no sabe dónde meterse. Autohomenaje. El mismo Manuel Santander Cahué junto a José Manuel Sánchez Reyes forman el tándem en la autoría de la chirigota. Con dos cuplés, dos: uno a partir de los horarios que hay en el fúrbol, para que lo vean los chinos, como la cabalgata que puso er Kichi a las tres de la tarde; y un “yo confieso que no he visto Juegodetronos”, y puntillaso a la modita de ver series con “más temporadas que el masajista del Osasuna”, jeje. To lo hecho ahí, to lo hecho ahí, qué contento estoy con la termomix. Al caldero. Y el popu, sin descanso, marca de la casa. Hechiceros de andar por casa que te embrujan dentro de la cotidianeidad… “con un buen polvo se arregla tó… las almorranas, ¿un mal de ojo?… y lo malamente que suena un taladro a las cuatro de la tarde”. Y de recogida a la Viña. Esto es Cádi. No se hable más. El tontito de las banderitas asa una caballa caletera con su piriñaca. El señor mongolo (de Mongolia) busca en el eBay unas cangrejeras. Apuntando alto.
‘LOS HOMBRES DEL REY’, PICANDO PIEDRA
¡Ole los cordobeses! Puntería, chiquilla. El puntillaso de la noche, ya madrugada, lo pega la comparsa marbellí ‘Los hombres del rey’, los mismos obreros que a principios del siglo pasado crearon ese caminito de rey: un paso construido en las paredes del desfiladero de los Gaitanes, entre Ardales, Álora y Antequera, en la provincia malagueña. Eso dice la wikiwiki. Un pasodoble equidistante, contra los independentistas catalanes y contra los del a por ellos, “no entiendo de muros ni fronteras… hoy en día no tengo más bandera que mi hogar y más patria que la mía”. Y como te pongas tonto, te da más mascás que cuatro mil policías. Quieto. Suena en condiciones. En el parque entre juegos, reproches, regañinas, advertencias, pasa la tarde y el segundo pasodoble, agarrao a la mano del hijo, y del padre. Churrete, se está perdiendo, y es una pena. La letra es de Máximo Gómez Padilla, y la música, de Antonio Quiñones Campo. De tanda de cupleses, la Pedroche y ya están tolón tolón el resto de la nochevieja; y el famoso carné para dar de comer a los gatos callejeros. Ay bendito caminito, que esta noche me ha traído, al laíto de mi reinaaaa. Piedra a piedra va moldeándose un duro popu, en momentos estridente para las orejas. El tontito de las banderas informa: José González y su botella sustituyen a Míchel en el Málaga. El señor mongolo (de Mongolia) odia el baloncesto: “qué brasas”.
Las 00.27 horas. Baja el telón. Baja el volumen. Bájate a ver si quedan pestiños (con eÑe) y cenamos. Y mañana, pa desayunar, antes peregrinar al Carranza, unos ostiones. Y después salen los agoreros con que hay mucho hambre en el mundo redondo. Po que se pongan en cola. Qué te gusta una cola, le dice el tontito de las banderitas al señor mongolo (de Mongolia). Entre colas y colitas, me voy buscando una frase célebre de chimpón: “donde quiera que se esté bien, allí está la patria”, dicen que dijo Marco Tulio Cicerón, escritor, orador y político romano. Que le gustaba al nota una cama…DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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