DÍA 19 (19ª CLASIFICATORIA).
Carnavaleros del mundo, atención atención, mucha atención: el Tribunal Constitucional prohíbe por unanimidad la investidura a distancia de Puigdemont. ¿Ya estáis más tranquilos? ¿Puede comenzar la decimonovena y última función de la fase clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2018)? Que pase, que pase.
Una noche gélida allende los muros del Falla con cierta prisa dentro, por conocer cuanto antes a los ‘aptos’ y esos babushasos, que no lo son tanto. La comparsa de Iván Romero y Nono Galán ‘Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos’ sobresalió con su espíritu vital en una jornada donde la comparsa ‘La botellona’ y el coro ‘Las mil y una historias’ se ganaron menos aplausos de los merecidos.
Un sábado sabadete que amanecía con portadas de medios que se dicen serios y piezas en los informativos copadas por tu rey, ese que mantienes y que no has votado, comiendo lentejas con la parienta y las niñas. Una secuencia ¿noticiable? de lo más real… afú. Sin embargo, en EspÁña no te adoctrinan, ehhh, eso sólo pasa en Catalunya. Y nuestros colaboradores más puntuales sin venir, que se han ido a narrarnos el partido del Cádi-Lugo en el, todavía, Ramón de Carranza. Maripili dale a la palanca y no demoremos más este cronicón pre-resacoso. Pero antes, aquí debiera aparecer la publi del Yuntamiento de Cádiz. El responsable está asando pimientos.
‘LAS MIL Y UNA HISTORIAS’, ¿HAN HECHO YA LA PELI?
Las 20.36 horas. Arriba Harry Potas. El coro de Chiclana ‘Las mil y una historias’ te abre las puertas de una biblioteca bien surtidita… “la historia depende de ti, es tu mente la que te guiará, la historia empieza por soñar, entra y descubrirás mil historias más que nunca acabarán….”. Curiosos esos pelucones alegóricos de libracos universales de Julio Verne, Herman Melville, Robert Louis Stevenson, Lyman Frank Baum o Cervantes. Minuto wiki wiki. Guillermo del Valle, Antonio Serrano y José Manuel Alcántara firman la letra, mientras la música está en manos de Jesús Rivera Romero. “Que los primeros amores nunca se olvidan, lo sabes ya… nunca voy a olvidar a mi primer tipo, a mi primer tango”, sentencia el primero. Este corito sigue madurando vocalmente concurso tras concurso. El libreto tiene su momento de gloria en el segundo tango… “la copla escrita, la seña y son del carnavalero… la enciclopedia viva del carnaval, la historia escrita de Cádiz, del carnaval y del gaditano”. El postulante se aguanta las ganas de darse un garbeíto por patiobutaca a vender alguno, a euro. La Carmeluchi compró las entradas de la sesión de hoy en la taquilla del Carranza, y ahí anda, en fondo sur, te relata un cupletillo. Y preocupaos en el otro, de verdad de verdad, por si funciona el radar a la altura de San Fernando. Traigo la ilusión de un loco librero, pa decirte que te quiero. El popurrí, con montaje previo incorporado, se acompaña de un libro tamaño matrimonio. El paso de las páginas va guiando las cuartetas, con las historias del Quijote, Hércules, Romeo y Julieta, y yasta… “de nuevo vuelvo a la razón, otro capítulo acabado… nos quedan mil historias más”. Pero ya mañana, hijo, mañana. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), minuto y resultado del Cádi-Lugo: treinta y cinco de la primera parte, cero a cero y Abdullah cojo.
‘COMPARSA LA GLORIA’, SIN PAN
“En esta historia, yo soy la gloria”, anuncia la presentación de ‘Comparsa La gloria’, desde Alcalá de Guadaira, pero con aires cubanitos, y dejando caer sin disimulo que en la isla se sufre una dictadura. Aro aro. La letra es de José María Fernández Garrido y la música de Francisco Javier Ramírez Aguilar. Echa betún. Un primer pasodoble que llama al engaño: un embarazo y parto en diresto, el de la comparsa… “al principio fuiste duda, como todo lo que empieza, qué bendita duda, todo el día en mi cabeza… el día llegó, por fin te vi, ya sé que la lucha mil veces valdría la pena…”. Más de tres kilos ha pesao, creo. “Tengo que confesarte y guardarte este secreto, me estoy enamorando y no sé cómo quererlo… pero duerme entusiasmada, porque duerme enamorada”. La segunda letrilla, con alzhéimer, y la nieta escuchando las batallitas de la abuela por enésima vez. En la tanda de cupleses, un cubano que no calza precisamente un puro habano, más bien un ducados. Y aunque una noria, la vida es gloria. “Haz de tu vida una eterna canción”, aconseja ese agradable popurrí, cual canto al optimismo ajeno al contexto gris… “y cuando hayas perdido sur y norte, sigue tus sueños, ese es tu camino, ponle a tus días bonitas canciones, que al fin verás que en tus manos está… la gloria”. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), minuto y resultado en Carranza: cincuenta y dos de la segunda parte, cero a cero… noooo, gooool de Eugeni desde fuera del área, uuueeee, uno a cero, ¡¡uuueee!!
‘LAS PINCHAPELOTAS’, POFESIONALES
A Enriqueta no le hacen gracia ni los niños jugando a la pelota en la plazoleta ni el ruido del butanero. Carta de presentación, baile incluido, de ‘Las pinchapelotas’, chirigota travestida de Cádi que tiene como autores a Mario Rodríguez Parra, José Manuel Santos Hidalgo y Ramón Manuel Ruiz Lorenzo. En las escobas llevan el cuchillo adherido, como toda pinchapelota profesional. Piropillo al canto en el primer pasodoble, y Cádi tesquiero y te lo digo con una chirigota… “esto de vivir en el centro tiene sus inconvenientes… pero al llegar febrerillo, cuando llueven papelillos, mi corazón se acelera…”. Y con memoria pero miedo a la desmemoria, la otra letrilla… “llevo dentro tantas coplas que no las quiero perder, me recuerdan lo vivido, ojalá nunca se vayan y se caigan al olvido…”. Muy bueno y con retranca ese segundo cuplé, que “el humor de hoy se ha vuelto muy serio… vamos a terminar diciendo que iban dos y se cayó el de en medio… po verá tú que nos denuncia el de en medio”, jeje. Y el primero también tiene telita, con el Mosquera escuchando desde hace una semana los coros del Alemania, jeje. A ver quién tiene cohone de pegar aquí un pelotaso. Marujeo más pendiente de la calle que de su casa, para el popurrí decente, de más a menos. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), minuto y resultado en Carranza: minuto ochenta y uno, y susto, increíble mano de Cifuentes que salva el tanto de Jaime Romero;… y gol del Lugo, empata rebañando un córner. Qué depresión, primo.
‘LOS ZINCALÉ’, LERELELÉ
Nuevo ratillo fallero agitanao. ‘Los zincalé’ nos adentra en el barrio de Santa María, ese refugio para los últimos días de estos gitanos errantes… “al final de mi camino, la Tacita la encontré… un gitano forastero cansado de caminar”. La comparsa de Fali Mosquera, con letra de Francisco Javier Ramírez Muñoz y música de Tomás García Delgado, sí, el mismo músico de la chirigota del Tony Rodríguez, ejem. Los gitanos entre sí, y más especialmente en España, se dan el nombre de zincalés, Gracias wiki wiki. Amol al concurso en ese primer pasodoble, y pasión de madre por sus niños… “por ti otro año más sigo sintiendo como si te cantara el primer día”. Y quejoso viene el segundo, sospechando que Sevilla terminará engulléndose al Falla… “tú sabes que en Cái hay que mamar, pero si me pagan yo voy el primero, que aquí nos vendemos por poco dinero… al final no pararán hasta que lo hagan suyo, pero teatro de los ladrillos coloraos, lo siento pero solo hay uno”. No todos son aplausos, no. Una letra autárquica, si eso existe. El bricolaje le relaja tela a uno en un cuplé; y el otro, lanzado a la gente que ya en navidades “pone su casa dentro del árbol”. Cádiz también es gitana, Cái también es gitana. “Libre como el viento en la Tacita yo me siento…”, declaran estos zincalé en la introducción de un popurrí dominado por la solemnidad. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), minuto y resultado en el estadio: po hace ya un rato que el de negro pitó el final, y nada, uno a uno y a conformarse. Anda, pillarse ya el autobús y venirse, que me está saliendo un cronicón sin gas.
‘LOS JUBILADOS DEL SOTO DEL RELAX’, EX ENTREREJAS
A las puertas de Soto de Real, politiquillos y corruptos camino de casa tras pasar unos días en chirona por tonterías. Dejen salir antes de entrar. Concepto de la chirigota veterana ‘Los jubilados de Soto del Relax’. Mucha banderita espÁñola y billetitos de trescientos leuros. La letra la firma Manuel Arauz y Juan Rivero Torrejón y la música, José Castellón Pareja y Francisco Abeijón Ramos. Un piropillo a Cádi, de primero. Y un piropillo a la parienta, en el segundo, que cuando se te va se da uno cuenta “lo que pa un hombre vale una mujer”. Los cupletillos marca Juan Rivero: “las comidas de Masterchef, son comidas mu raras y a ninguna se le echa avecrem…”, acaba con un lengüetazo al televisor cuando sale la Pedroche en las campanadas, iiiiínnnn. Y fomentando el aumento de la natalidad con conejitos dale que dale…”y yo tardo media hora en quitarme los calzoncillos”. Y ha dicho el señor Montoro que no se ha enterao de ná… espabila picha, espabila. El popu le da cosquis a los ladrones de chaqueta y corbata, sin compasión, y… “votes lo que votes, te la meto doblá”. Ellos roban a lo grande, no en el supersol. Y a Cádi no le roban, de Cádi se dejan robar. Arte con canas. El tontito de las banderitas y el señor mongolo (de Mongolia) ya están aquí, tratando de entrar en calor. En el mundo real hace como frío, o más.
‘NI LOS BUENOS SON TAN BUENOS, NI LOS MALOS SON TAN MALOS’, REGULÁ
Nubes a un lado, llamas al otro, Punta Cana y el mamaero, jeje. Ya canta la cabeza de serie de la jornada, esa fusión entre el Iván Romero, descalzo, y el Nono Galán… “yo soy quien decide por ti, el que elegirá tu camino, el que te va a mandar para el cielo o el infierno… que el cielo no es un regalo ni el infierno un castigo… pero con los gaditanos pasa algo extraordinario, donde los mande siempre van sonriendo… el cielo para el valiente, el infierno para el cobarde… vive intensamente, sé buena persona, que ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos”. Entra la comparsa de Cádi ‘Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos’, fusionando en el tipo al santo y al diablo. Grupo que deja aparcada las temáticas metaconcurseras, pero no las parodias cuarteteras, marca de la casa, introduciendo las coplas. Niña, en los balcones no se ponen banderas, se ponen las bombonas de butano. “Donde cuelgan serpentinas, donde suenan las saetas, balcones con sus vecinas que forman en un momento su pequeño parlamento… tienen desde hace algunos meses colgadas la banderita, de una patria que ni les va ni les viene… sólo saben de su gente, de su tierra, esos balcones no tienen ni rey ni patria ni leyes, porque son sólo de Cái”. Bastinaso. El tontito de las banderitas se hace el longui. Y al diario de Cádi le cae poco en el segundo pasodoble, y sus ciento cincuenta años “mintiendo a los gaditanos, ensuciando las manos, siempre pusiste la pluma mirando pa la derecha…cierras la imprenta en tu casa y echas a tus paisanos… olvidando tus raíces, tu bandera y a tu gente… y quítate ese apellido, tú eres un diario cualquiera”, pooommm. Duele. Le ha dolío al señor mongolo (de Mongolia), y sólo lee el Diezminutos. En la tanda de cupleses, otro año cantando el último día, mirando al sacabolas Enrique Miranda, y un reloj inteligente “que controla lo que hago… da quinientos datos y no da la hora el hijoputa”. Me dará igual dónde vaya, siempre que vaya contigo. Para rematar, un bello, simpático y animoso pupurrí con ganas de vivir, pero de vivir bieeeen… “que la vida son dos días… tenemos una vida solamente, pero si sabes vivirla será más que suficiente, vive la vida como si el última día fuera el día de mañana y no pierdas ni un segundo cuando juegues en la cama, no te guardes un te quiero, no lo dejes pa mañana, no te quedes con las ganas… la vida es hoy, la vida no es mañana… y disfruta de vivir en Cádi que es lo más parecío a vivir en el cielo”. El señor mongolo (de Mongolia) se está replanteando, ahorita, su vulgar existencia.
‘LA BOTELLONA’, ¿QUIÉN VA POR YELO?
Y poniéndole el tapón a la función y ¡a diecinueve noches de preliminares!, unos vasos al relente. Te vas a helar, chiquillo. La comparsa de La Línea ‘La botellona’, quedando en la plaza del Caudillo, ahh no, De la libertad. Alfonso Foche aporta la letra y Jesús David Victoria, la música. “Y qué frío hace de noche, qué frío hace de día, que frío es este siglo, que fría es esta vida… menos mal que en nuestra plaza aún nos queda libertad, y que no nos diga nadie lo que tengo que cantar…”. El holaquéhay, con fuerza insospechada, la de estos perriflautas ácratas. La desilusión se palpa en la primera letrilla, recordando aquel quince de mayo… “no somos marionetas, que tú no nos representas, que queremos democracia… dijeron basta y basta porque estamos indignaos, con los dos mismos partidos que el pastel se han repartido… en el fondo de sus almas han perdido la ilusión, hoy la plaza está perdida de valores y de vida, y seguimos esperando a ver si llega otro día otro día otro día, como aquel quince de mayo”. Quizá hay que esperar menos y hacer más, reflexiona el tontito de las banderitas. La Esperanza, orgullosa con sus rastas al viento en el otro pasodoble, pese al cáncer… “se acabaron lazos rosas y pañuelos en la cabeza…”. Fardando de falta de presupuesto, y de torre de preferencia; y “nos hemos quedao a un día de meternos en los cuartos”, en esos cupletillos rarotes. Quiero compartir contigo mi botellona, mi botellona. Con limón y dos yelos, por favor. El popurrí con sustancia mantiene la lucha de plazoleta, diciendo cositas, bien dichas, y al tipo… “andaluces levantaos, haz mucho ruido, que ya toca madrugar…y por mucho ruido aquí sigue mi pueblo shhiiii, aquí sigue dormido”. El señor mongolo (de Mongolia) también es patizambo, se ha sentido mu identificado con esa cuarteta.
Las 00.31 horas. Baja el telón. Baja bien bajao. Y ahora el jurao, sieso, delibera y dentro de un rato dirá tú pasa, tú no pasa, tú apto, tú pal mamaero. Pero eso es otra noticia. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), este domingo libramos, ¡¡uueeeee!! Y ya tenemos plan: la primera ruta botánica-poética, por la mañanita en el parque Genovés. ¡Qué te gusta una fotosíntesis bien rimada! Oye, pero no se me va naide a la Punta sin frase célebre: “el pensamiento sin poesía y la vida sin eternidad son como paisajes sin cielo. Nos ahogamos en ellos”, dicen que dijo Henri-Frédéric Amiel, un filósofo suizo. Llama al socorrista… DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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