DÍA 24 (5ª CUARTOS DE FINAL).
Niña, po ya se sabe dónde y cuándo se ponen a la venta las sillas de la cabalgata. ¿Se viene alguien a la cola? Vamos sobreviviendo a la penúltima función de cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2018), la quinta, y os lo vais pensando… esa cabalgata magna güena ahí…
Función de viernes sin prisas, y dos años ya sin los ole, ole y ole de María la Yerbabuena en el Falla. Los comparsones de Tino Tovar y de Juan Carlos Aragón, ‘Tic-tac tic-tac’ y ‘Los mafiosos’ protagonizaron un vigorizante duelo con formas tan distantes de escribir, cantar y emocionar. Y los coros de Julio Pardo y de Nandi Migueles ofertaron algo más que en prelis. El cuarteto del Gago, insuperable en su estilo, y las chirigotas del Taka y del Cascana, dando motivos para seguir vivos en el concurso.
Y hoy me vienen el tontito de las banderitas y el señor mongolo (de Mongolia), nuestros colaboradores más molones, sin pasar por casa, del almuerzo con los autodenominados chuflas del foso de los leones. O casi. No han encontrado el restaurante, y se han comío cuatro bolsas de gusanitos junto a los patos del parque. Maripili, qué muerden, dale a la palanca y que navegue por los mares virtuales este cronicón a la deriva, como una olaaaaa. Pero antes, aquí debiera aparecer la publi del Yuntamiento de Cádiz. Que me viene que me viene… casi.
‘DON TARATACHÍN’, PAPELÓN DE CHOCOS
Las 20.38 horas. Arriba los barrigones, noctámbulos y con alevosía. A bastonaso limpio el coro coro de Pardo y Rivas. “Con sólo un toque de bastón, y jamás se acabará esta locura para mi ciudad… los pelotasos y los aplausos, gracias a mí, don Taratachín”. Un primer tango encontrando la posible solución a los malostratos, en las escuelas, en la educación, en otra educación, supongo que como para todo, añade el señor mongolo (de Mongolia)… “dónde estará el error, las leyes siguen fallando… si te sientes hombres, dominando a una mujer, bórrate ese nombre, qué entiendes de la vida si no es vida pa los dos… qué fue del tiempo de las caricias, y de repente la estás matando, qué te ha hecho… fuera violencia, a mí ser un hombre me da vergüenza”. Y el segundo tango se sintetiza en un “no hay quien tenga cohones para que se callen mis carnavales”, pero se complementa con otras estrofas precedentes… “a ver si te enteras ya, de qué van mis carnavales, de un pueblo que cuando canta no deja que le avasallen… si sale tu nombre, lo que corresponde es pensar que esto es carnaval y aguantar el tirón… y nos pasamos por allí las amenazas…. coplas, de Cádiz sus coplas, son como dardos envenenaos que van enserio, o que van en broma… que nuestra fiesta no se calló ni con el caudillo…”. Al cachondeíto, de los cuplesitos. Uno original original, po no, chisposo con el peculiar modo de mirar del Oriol Junqueras, el preso político, casi como el Subiela. Y otro con el Fernando Alonso, que cualquier día le adelanta el Luis Rivero con el paso del Despojao, mejón. Trata de arrancarlo. Tú también tienes, un toquesito daooo. El preliminares, el popu estuvo enfocado a la modalidad de coros. En este pase, estos inspiradores carnavaleros le dan vida al cuarteto, “que se quema la berzaaaa… una noche los iluminé, chiquito y resultón, que no digan de ti que eres un género menor…”. Sobra decir que suenan a coro, pero coro coro. El tontito de las banderitas, el más feliz del mondo redondo viendo llover papelillos. Tira papelillos, tira papelillos, que se note el don.
‘LOS 8 PESAOS’, HUEVO DURO
Y “para apoyar y fomentar la cantera del carnaval gaditano, además de recompensar el esfuerzo realizado por tener un repertorio digno”, esta noche toca beberse los chimpún chimpún adolescentes de la chirigota primer premio de juveniles, ‘Los 8 pesaos’. Son boxeadores, o en el intento. Y alguno son los atracadores y rehenes del cuarteto de chavales del otro día. Va por ti, Juan, abrígate, que hace mucho frío. “Este año volvemo a pegá”. Un pasodoble homenaje, un cuplé camaleónico, y la cuarteta trece del pupurrí… “Cái, que por ti por tu Caleta, no me levanto del suelo…”. Fin del combate. Mira, mira pa otro lao antes de que se acuerden de la familia de los de la prensa… El jurao les premia con un diez. Mejón que alguno de adulto, se farfulla por el foso de los leones.
‘JUAN SIN MIEDO’, RÁBANOS
“A Cái se le van los miedos, por carnaval… mis únicos temores desaparecen cuando a ti te arranco un ole…”. El cuento del Juan sin miediti te lo actualizan los renovados Majaras de El Puerto con esta comparsa tenebrosa, pero no mucho. Un pasodoble enamorado y desenamorado, a lo culebrón venezolano… “no hay sufrimiento más grande que amar a alguien en silencio… hoy toca vivir mi vida y tu vivirás por siempre, siendo un cobarde”. La querida de alguien acaba aburrida de jugar al teto en la clandestinidad, o argo. Y continúa el serial en el otro pasodoble, un hijo que no es el hijo pero canta carnavales a su verita… “y aunque no tenga tu sangre, te quiero y te he querido como un padre”. El tontito de las banderitas está superado con las tramas. “Ahora hay que hacer las letras con mucha vista, porque enseguida te saltan los derrotistas…”, apunta un primer cuplé que acaba generoso, con un caraho de la Caleta siempre predispuesto. En el otro, un colchón con tesnología japonesa… Y no te suelto en la vía. Superando miedos y temores surtidos en el pupurrí, con remate bienvenidesco. Al señor mongolo (de Mongolia) sólo le amedrantan Rubí, Topacio y Cristal.
‘ESTE AÑO NOS VERÉIS EN EL ALTAR’, BLONDIE CON NUECES
San Servando y san Germán, en sus pilastras apatronando la ciudad. Clin clon. “Unos estamos en besapié, otros en besamanos, pero no vamos a decirte en qué está san Cayetano, tolón tolón…”. Los santos del Taka, se bajan del altar un rato. Bieeen Servando, bien, picha. Un pasodoble primero que parecía entrar en plan anónimo, pero que termina con nombre y apellido… “san Nicolás milagroso, santo patrón de los niños… me quitaron a mis hijos, porque un juez así lo dijo, y esa es mi penitencia… porque ya estoy muerta en vida, sin mis hijos qué hago yo, te hablan los santos, en nombre de Juana Rivas”. Bieeen Servando, bien, picha. Y con varios autores presentes en las tablas, se lanza el segundo sermón… “Cádiz, mi tierra canalla, está llenita de santos de los altares del Falla… patronos de mi carnaval, los que me enseñaron a pecar en febrero, os pido que disfrutéis con pasión y devoción, de todos los santos del carnaval de mi Cái…”, sin olvidar a Pedro Romero, Villegas, Antoñito Martín, la Yerbabuena, Paco Alba, el Carota, el Fletilla y los que en siguen beatificándose cada año. Bien incrustada la letra. En la tanda de cupleses, mi niño está dando otro estirón… “el Pacoli de chico mu pocas veces se puso malo”; y la Andreíta con su abogao, haciendo las paces con Cádi…. “tú eres en verdad la que ha escrito la chirigota”. Se me ha ido el santo al cielo. No están malotes, no. “Pídeme, pídeme lo que tú quieras, una cosa es que tú pidas, y otra cosa que te lo conceda”. El popurrí sigue pasando la prueba del algodón… “podía haber puesto el foquito, un poquito pa allá, o se lo pone a tu hermana en el… ¡que quiere currar en Cádiiiiii!… si tú quieres que pasemos di Jesússss”. Achú. A que se me resfrían otra vez el tontito de las banderitas y el señor mongolo (de Mongolia). Y esto es sólo carnaval. Podéis ir en paz.
‘LO MISMO NOS VEMOS EN ELCANO QUE EN CLASE DE PIANO’, PAN CON MANTECA COLORÁ
Cuarteto cuarteto. El Gago, y compañía, ya están a la puerta del cole esperando la salida de los niños… “el vegano lo que está es jarto de coles… uyy, quí-mono… eso sí que es cogé un moraso… es más flojo que el que diseñó el logo de la Primera… ¡¡noooo, otra excursión!!… ¿pero sólo devuelven la mitad?, ajolá, al final vienen tos pa acá… ¿piano?”. Retorcimiento y juego de palabras, con algunos puntos punteros, con efectos retardados. El público, procesando los golpes, jeje. En los cupleses, “fui a Barcelona en octubre”, y al abuelo le dio un telele…, y con tanta urna prohibida por lo del referéndum, “me dieron las cenizas en una bolsa del Mercadona”, jeje. “Pobre Juan José Padilla, le dieron una bandera pero por la parte que el no veía… te pueden poner una multa, y te va a costar un ojo la cara”, en el complementario. Las vueltas que da la vida. El tema libre, todavía mejor, apopurrillado… “dos machos y una hembra, tú lo que tienes es una alargadera… pubertad, pubertad, mi niño está lleno de iiiira, pubertad, pubertad y del cuarto de baño no sale pa ná… yo cobrando papeletas, y no he salío de Pasquín… si fuera un muñeco de futbolín, estaría todo el día bocabajo… a disneyworld, con to los children, cuando llegó el día doce, y me cobraron el viaje entero me quedé frozen… tic tac tic tac tic tac…”. Ingenio de Cádi, sin escorzos ni teatrillos. Verdadera manteca colorá, diciendo y no haciendo, sentencia el señor mongolo (de Mongolia). A ver quién me lleva al tontito de las banderitas a inglés… po quién va se, yooooooo.
‘TIC-TAC, TIC-TAC’, ARROZ CON CARNE
Tic tac tic tac tic tac, tic tac tic tac tic tac… Ponte de pie, prima, que es imparable la cuenta atrás del Tino, aaay, mejón no pensarlo, que me enjabono, digo, embajono… “tu ambición siempre fue controlarme, un reloj inventaste para ello, cómo vas a encerrarme si eres tú el prisionero… soy aquel pasajero, el que nunca se baja del vagón de tu tren… yo valgo más que la fama, que el dinero, quien todo lo sana, no juegues conmigo, yo nunca pierdo… soy tu eterno compañero, yo soy el tiempo, mi tiempo, tu tiempo, yo soy el tiempo”. Eso es presentarse, y en punto. El señor mongolo (de Mongolia) quiere un susto gordo después de sentir ese primer pasodoblón, con miedos y sin miedo a reconocerlo… “me han dicho siempre que el miedo, hay que espantar, que si en sus garras te atrapa, ya no te puedes soltar… hay miedos que tuve, que no los cambio por ná… y tuve miedo de perderte, y tuve miedo de tenerte al mismo tiempo… y si me llamas cobarde, porque te siente mu macho, mi infeliz amigo, el miedo es no haberlo tenío”. Escalofríos, niña, mira mira, de punta. Y de dentro hacia fuera el otro pasodoblón, viajando por diferentes rincones de este país y su ¿futuro?…. “en esas horas vacías de juventud, en un rincón de esos barrios que no visita ni dios… juventud de mi patria, la de los barrios de la patria obrera, no mires para otro lao, y dame la cara, que han hecho de ti estos canallas”. Cupleses, ajín, para salir huyendo al popurrí, dándole publicidad inversa a las motos eléctricas de alquiler aquellas, y un trasplante barato de pelo… “y me puso el coco que parecía una permanente”. Ya te imaginas de dónde sale ese pelo. Hazme caso compañerita del alma, que aquí hay algo que aquí hay algo entre tú y yo. Tiempo tiempo tiempo, que ahora sí entra el pupurrí, para poner en el los ocho sentidos, que es escapa… “soy tu principio y tu fin, tu certeza y tus dudas, cuántas veces has soñado con frenarme, parar tu vida un instante, como si fuese tu vida una acuarela, soy tu hoy soy presente, tu futuro, tu pasado, yo que todo te lo he dado, yo también te lo he quitado”; “vas cosiendo los días hora a hora, con el hilo gris de la costumbre… y necesito un tiempo detenido, para vivir sin prisas, y necesito que el tiempo se calle, se canse, que pare un momento, un tiempo sin tiempo… pero ni para el tiempo hay tiempo”; “media vida haciendo carnaval y otra media pensando en hacerlo, tal vez sea la hora de descansar a la orilla del sendero que llevo, de beber el vino de la melancolía, tal vez sea que todo es tan distinto, que ya no soy el mismo, tal vez sea que ni el tiempo me dijo si fui vencedor o vencido… es tiempo de estar orgulloso de esta aventura contigo que mereció la pena… necesito pensar, necesito saber si esto lo necesito… el tiempo me dijo que es hora de bajarme del tren, y tal vez sea el tiempo algún día me diga qué hacer, el tiempo sólo el tiempo tal vez me empuje a volver…”. Oye, y dale, que insiste, que se nos va el gadirita, que no era un mal sueño. El tontito de las banderita está palote, no te digo ná, qué le pone un mástil. A mí me pone ese bocadillo de sardinas en su salsa… Dame pan, primo, dame pan.
‘EL DIABLO SE VISTE DE CORO’, PINCHITOS MORUNOS
Peshá de cuernos en el Falla, iluminatis, en el reinicio de la función, cornudos y con orgullo, con Inés estrenándose con el coro de su pare Nadi Migueles. Te cantan los niños, hoy, la presentación casi al oído, cerquita cerquita del proscenio. Dale al piano. Del cielo, al infierno… “que por fin, que por fin, el diablo está aquí, a enseñar cómo amar, que el diablo también sabe hablar… mi doctrina está aquí, ven a mí, que también sé andar sobre el mar, que el diablo llegó a tu ciudad”. Rebuscando en los cajones de la cabesita loca, miedos y temores, en el primer tanguito… “miedo a fregar sólo un plato, a que sea sólo un gato el que duerme conmigo… pero nunca miedo me da a denunciar sobre estas tablas… van a tener que cortarnos la lengua y las manos en mi carnaval”. Y subrayando a la orquesta del grupo, todas mujeres para interpretar el otro tango muy musical… “la música es para el alma como el agua para el sediento, es linda y la palabra que sin hablar te pide perdón, hermana a las razas y al prisionero le da valor…para bailar toda la noche, para ocultar tu mal humor… es un placer, nueve mujeres en mi orquesta…”. ¿Cómo contactar con estos diablos?, con una aplicación de móvil… “si la descargas esta semana, te damos catorce gigas, un par de cuernos y tarifa plana”, en un cuplé; en el otro, en el concurso “mucha gente de Sevilla, eso a mí me maravilla… pero prefiero seguir viviendo en el infierno que es más fresquito”. El tontito de las banderitas se ha perdido por el tercer malote del estribillo, ¿podéis ir más deeeeespacito?… con tanto golfo, canalla y malo, la culpa es siempre para el diablo. El popurrí, sonando, como en el global, más clarito que en preliminares, te sigue encontrando diablos por donde menos te lo esperas, y donde es evidente, con enorme puyita metaconcursera intercalada, que dice, vaya si dice… “que te esperamos si al cielo no llegas”. Señor mongolo (de Mongolia), eso va por ti.
‘CAI DE MIARMA (7´20)’, MOSTACHONES DE LA VIÑA
¿Te hace un peaje? La chirigota inclusiva y dual del Cascana, hermanando, aro aro… “somos gaditanos cerraos, somos sevillanos malages, toc toc toc, abre la valla que no pienso pagar, ábrela ya ya… toc toc, somos tontos… ¿por pagar?, por pagar ustedes, que nosotros cogemos por El Cuervo”. Chirigota, chirigota. Sueñan los sevillanos con ser chirigoteros… Un pasodoble, uno más, incidiendo en ese amago de concurso para miarmas ná más, pero qué manera de rematarlo… “que le ha abierto las puertas del carnaval antes el Liceo que la Maestranza… si yo con el Falla tengo ya de sobra, y no me hace falte ir a tu concurso… aquí os abrimos la puertas, las que allí a veces cerráis, con esos detalles, estáis haciendo más grande, mi carnaval de Cái”. El radar, a lo suyo. Y vaya con la segunda letra, dejando ko… “el Willy de Cádi, un grande de nuestra fiesta… quién se lo iba a imaginar, esta letra es pa tu manos y tu pies, tiene nombre propio y se llama Lola, su infinita batería, completa la dosis de valentía, la luz que a Willy guía”, eso sí es amor verdadero. Tol Falla moqueando, y el tontito de las banderitas, el segundo. A vé los cuplés: en la madrugá de Sevilla, siempre hay un gamberro y en Cádi el bombista de los Molina, bueno. Se supera el segundo, dedicado a la innombrable Janeiro… “a mis compis sevillanos han querido denunciarlos… y la niña en vez de pollo, al final se va a comer turuuruuu”. Con el pito pito. Con censura censura. ¿Es lo que buscan, no? Actualizando el estribillo, dándole cabida el Quique Pina. El popurrí mantiene el listón de chirigotón, alérgico al foame… “horquillas por tos laos, y el Cristo con el pelo suelto… Yo tengo la Viña, yo tengo Triana; yo tengo el carnaval, yo tengo la feria; yo tengo coches de caballo, yo tengo barcas de caballas… vamos a dejar las rencillas…”. El señor mongolo (de Mongolia) quiere hermanarse con esta chirigota. Cascana único, canalla, crítico, sinvergüen, forever and ever.
‘LOS MAFIOSOS’, TORTELLINI
“Si tienes duro el corazón y te resbala la piel, y las cicatrices llenan las paredes de tu alma…”, estás maduro para alistarte a la comparsa del Juan Carlos Aragón… “no se te olvide mafioso, que el carnaval es del pueblo, voy a intentarlo a tu manera a ver si así se lo devuelvo”. La mafia, y toda su parafernalia, en posición, sonando como superior y con convicción. Un pasodoble tan real como la timocracia en la que te crees que vives… “aquí, donde día tras día, el pueblo se calla y se esconde, donde la mujer es todavía más esclava y más barata que otro hombre,… aquí donde la derecha sigue siendo ultraderecha y tan lejos de la izquierda, que está abriéndose otra brecha que el país ya no recuerda… aquí donde más de cien mil ni muertos descansan en paz… aquí donde la ignorancia es patrimonio del pueblo que se consuela creyendo que vive en la democracia, sin ver que una democracia no opone su resistencia al que pide independencia para irse de su casa… y si para protestar llegan los manifestantes, la policía les da mucho más duro que antes… aquí donde siempre termina mandando un gobierno a medias con un banco, y detrás del ladrón siempre está otro ladrón, si no está la derecha está la oposición… qué importa ya donde entierren a Franco”. Pero, ¿ha muerto?, se pregunta el tontito de las banderitas. Y como el cabesa escribe como escribe, la sonrisa tiene su momento en el otro pasodoble… “por más que este mundo reviente, de odio miseria y maldades… por más que se digan verdades, saberlas no sirve a la gente, y para seguir viviendo hace falta una sonrisa… sonrisa que es como la luz, del faro de la humanidad, que en quien se fabrica, su boca bonita abre de par en par, por poquito que valga ya vale más que el dinero… tu sonrisa no se va ni con las cuatro estaciones… en el mundo con que tu sonrisa aguante todo sobra… con tu sonrisa ya tengo bastante”. Qué potito. Te deja con la sonrisa tonta. Un iphone, qué coraje, que te fotografía con cuernos, en un cuplé… “lo mismo es que su señora se está cambiando de compañía”, jejeje. Y a la moda de tatuarse alguna frase de tu comparsa favorita…, y estos se pintaron uno “precisamente ahí donde terminan sus cuplés… y el popurrí de Los tintos lo pones en el hueco que ha sobrao”, to embalao, jeje. O entra pero no sale, o sale por mal camino. La mercancía llega con un popurrí de peso, marca de la casa, y el capo en el centro… “si lleváis a cabo canciones así, ellos intentarán que no hagan ruido, solamente cantando no vale luchar, hay que usar además otros oscuros caminos… no para irnos nosotros, sino para que se vayan ellos…”; “los poderosos no tienen siquiera rostro ni alma, ni principio ni final, de cadáveres y llantos van sembrando los caminos, pero como el carnaval a mí me da para tanto, sueño que los elimino, con lo bonito de mi canto; ojalá que mi canto algún día, además de una historia real, sirva para quitarle la mascara a toda la mafia escondida bajo su disfraz, y que bajo el disfraz se pasa la vida… como si la vida fuera carnaval”. Parapapá parapapá parapararapapá. Po al señor mongolo (de Mongolia) le sube esta droga. No, si terminará comprando el documental mafioso y bebiendo wiski dyc, verá tú…
‘LOS SIRENITAS’, CHICHARRONES
Y pintándole los dos coloretes a la sesión, pum pum, pum pum… “no te vayas a morir, que van en camino los sirenita”. Ponte una tirita, curando penas con alegrías. Aparca a ambulancia de los Molinas. Nino nino nino. El primer pasodoble suelta lindezas a los pirómanos, y los sentencia a la hoguera… “nuestros hermanos gallegos se consumen por el fuego… un pueblo unido por un malnacío… que lo quemen vivo que lo quemen vivo que lo quemen vivo”. Y un padre con su hijo en las faldas, despidiéndose antes de irse al exilio laboral… “papi tiene que irse fuera, a buscar las habichuelas…”, pero el crío le chantajea, que no hay mejor regalo que ir al colegio de su manita cada mañana. ¡Qué bonito qué bonito qué bonito!, vocea una sirenita desde el gallinero. Bajo el mar… Con el mamoneo de las denuncias a los carnavaleros viene el cuplé primero… “si a Paquirrín le da por informarse, van a tener que ponerle el Falla a su nombre”, jeje. Y golpecitos a partir del físico y tipo de variopintos carnavaleros, el otro. Y to son cantos de sirena. Las horas, entre otras cositas, aflojan un pupurrí con betadine… “¿y cómo lo cargo, lo cargo con el nabo?… Cádiz, tú mi sirenaaaaaa”. Nino nino nino. El tontito de las banderitas no tiene claro eso de las sirenitas. El señor mongolo (de Mongolia) se las comería a la plancha. Bajo el mar… vives contenta, siendo sirena, eres feliz…
Las 02.51 horas. Baja el telón. Bájame otra mantita. Tontito de las banderitas, señor mongolo (de Mongolia), abrocharse el pijama que ahí fuera hace tela marinera. A ver si tropiezo con una frase célebre tropical: “la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas”, dicen que dijo Albert Camus, el escritor francés, el mismo que está detrás del pensamiento filosófico conocido en su casa a la hora de comer como absurdismo. Otra noche de lo explico, que se me va el tren de Tino… DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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