DÍA 2 (2ª CLASIFICATORIA).
“Una chirigota de Cádiz propone degollar a Puigdemont y el público aplaude”. Con este titular sacado de contexto de un medio nacional-catalán se despierta uno asustao, a las claritas del mediodía, tras la primera noche de Falla. Y entre el pollo con patatas y las natillas, da-no-ne, te llegan rebotados mensajes y reacciones, como las de @elrobotpescador: “¡qué miserables! Si se hubieran preocupado de degollar señoritos en lugar de odiar a gente a 1.000 kilómetros, hoy Andalucía sería una potencia”. Potencia sesuá, también, me digo. Y uno se vuelve a acostar, por aquello de la sagrada siesta, mosqueao: ¿de verdad nos estamos volviendo tan carajotes? Y llega la tarde-noche, y el turno de la segunda clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (el COAC 2018). ¿Cuál será el próximo colectivo en sentirse ofendidísimo?
En esta segunda función, con mejor ambiente que en el estreno, por momentos, destacó el regreso del cuarteto del Morera, ‘El equipo a minúscula (Comando Caleti)’, al que, dentro de su estilo, le ha sentado bien el barbecho y la suma de Iván Romero. Además, dejó un buen regusto la comparsa de Nene Cheza ‘El rincón del duende’ y no desagradó la chirigota ‘Dónde meto el elefante en el piso de estudiantes’. El momento raro de la jornada lo protagonizó ‘Los no aptos’, desde Burgos, con nivel bajo cero calentando el cachondeíti general.
Una crónica carnavalera sin papelillos y serpentina no sería crónica ni sería ná. Por eso, este año adobamos estos relatos falleros al baño maría con las anotaciones de nuestros dos colaboradores, más frescos no los hay: el tontito de las banderitas y el señor mongolo (de Mongolia), únicos en su especie; sus palabras caen como el confeti de brillito. Maripili, dale a la palanca y que fluya el cronicón, sin vaselina ni nada. Pero antes, aquí debería aparecer la publi del Yuntamiento de Cádi: aún no han terminado de pintar la valla.
‘DÓNDE METO EL ELEFANTE EN EL PISO DE ESTUDIANTES’, LO ADOBO TÓ
Las 20.35 horas. Fuera luces, arriba telón. Hola qué hay. Saluda, asín, la chirigota descalza capitalina ‘Dónde meto el elefante en el piso de estudiantes’. Universitarios de una tribu africana perdida pasando el curso, a lo erasmus, en la UCA… “qué estoy mejor que en brazos viviendo aquí en Cai”. Y por supuesto, ahí está el elefante botando, dentro de la caja del amazon-a, todavía. Presentación presentación. Piropillo a la ciudad de primer pasodoble, y “cuando acabe de estudiar, me quedo en Cai, me quedo en Caaaai”. Ya meten en adobo a las gacelas y los ñus. Y letra-reproche hacia aquellos a los que se les llena la boca de libertad, y tildaron de facha al Selu y su chirigota por actuar en un mitín de los naranjitos fachas en tierras catalanas… “qué le pasa a mi ciudad, y a su izquierda adulterá…”. El temita da para ocho o nueve pasodobles, y triples. Miguel Ángel Ríos, Antonio Jesús Pérez y Miguel Ángel Llul, en la autoría de la letra y música. Empatizando con los animales en un cupletillo y echándole papelillos al acto sesuá, en el otro. Simpaticotes. Y nosotros somos más, de la selva del Amazonas. Y de remate, en un popu estándar, las vivencias de estos guiris tiznaos en su piso-leonera de estudiantes y en su proceso de gaditanización… “Carliiii, deja al Subiela por mí”. Con pavor a la cola de la circuncisión. El tontito de las banderas saca el pendón zulú, si existe. ¿Y a ti te pone el paquidermo bailongo? “Qué brasas”, me espeta el señor mongolo (de Mongolia). Señor previsible.
‘ESTE GITANO ESTÁ MAJARA’, DOS POR UNO
“Un niño gitano bebió de tu fuente, la del tresporcuatro, y se volvió loco, loco, loco, por tus carnavaaaaleees”. Ajá. Entra la comparsa de El Puerto ‘Este gitano está majara’, con letra de Raúl Villanueva, música de José de los Ríos, y tipo fusión-indescriptible con sombrerito. La luna, en el forillo virtual, vigilante al fondo. El Puerto y Cádiz, cerquita en ese primer pasodoble de re-presentación, aclarando cómo se juntan y mezclan dos grupos míticos de aquella orilla bañada por el Guadalete, “que te cantan los majaras, de la mano de un gitano”. Y el abandonado Vaporcito, sin rencores, te canta en primera persona el otro pasodoble, sentrañasmías. En la tanda de cupleses, un matrimonio en crisis con puyita a los dos minutos de independencia catalana, y la tienda del chino, que vende de tó, hasta a tu suegra. Ni gitano ni majara, ni majara ni gitano. Por si no ha quedado claro a estas alturas, el popurrit es un poco más de los mismo: sin ti serían “un gitano loco, pa to la vía” El señor mongolo (de Mongolia) me mira de arriba abajo antes de aseverar: “qué brasa”. El tontito de las banderitas, turbado, me saca la de Okayama. Otro majara, pero payo. O payoyo, no sé no sé.
‘EL EQUIPO A MINÚSCULA (COMANDO CALETI)’, NO HABLES MAL DE DON ANTONIO
El retonno del multipremiado cuarteto del Morera, con el añadido del Iván Romero, del cuartero de los niños, viene como cuatro gashones desterrados de La trinchera, comparsa del Martínezlares hace veinte años. Aprovechando el tipo, ya pagado, formaron ‘El equipo a minúscula (Comando Caleti)’ y ahí andan desde entonces “buscando el tono” por La Caleta, esperando que alguien les llame. Manuel Jesús Morera, José Carlos Mení e Iván Romero comparten la autoría del texto y pamplinas varias. Parodia de presentación de los personajes, con protagonismo para el Gadita, de Cádi Cádi o más, y el Trinchera, que sigue sin superar la expulsión de la comparsa de “don Antonio, un señor, el Goku del carnaval”, “yo pa salir en La trinchera hice hasta la mili, dos veces la hice, y tenía los pies planos”. Cuplés sin mucha chicha, con mejor estribillo, “y ya no llevo más ná, porque no cabe en la furgoneta”; para pasar al tema libre, la llamada der Kichi y una misión: combatir la mafia china que se está llevando los carahos de mar de La Caleta. Chino “con age” de la calle Lubet y “tatuajes desmontables”, maniguetas, agente del Seprona, y se va formando el lío, para rematarlo con un “Cádi, me encanta que los planes salgan bien”, a lo equipo a mayúscula. Interpretando son muy grandes. El Carlos Meni termina, tras el remate shentimentalóide ivánromeristas, acordándose del que fuera figurante y postulante del cuarteto, Antuán. El tontito de las banderitas iza el pendón morado. El señor mongolo (de Mongolia), no tiene remedio: “qué brasa”, y sin rima. Una “brasa” que dicen los pejigueras del cronómetro que se ha pasado de hora: 3 minutos y 58 segundos. Hala, a ver cómo penalizas con puntos de sutura si ya no hay puntos… Oficialmente les cae una “amonestación”: eso no se hace, ca-ca. En cumplimiento de los artículos 27.1.2, 27.2.1 y 27.3 del reglamento, cuidaaao.
‘LOS NOCTÁMBULOS’, VOLANDO A OSCURAS
La noche confunde. Desde Algeciras se posa en el Falla la comparsa ‘Los noctámbulos’, aspirando a volar contigo, “con nocturnidad y alevosía”. Muy orgullosos de esos ojos luminosos del casco. El forillo es emprestao, sospecha el señor mongolo (de Mongolia), y ya de paso, “qué brasas”, apostilla. Enrique Parodi firma la letra, y la música junto a José María Durán. Pasodobles kilométricos. El primero se viste de un caso de acoso escolar modelo, para acabar con giro cuñadil… “tan sólo por ser hijo de un guardia civil y ser de Catalunya”. Vaya. El tontito de las banderitas enarbola la bandera de la desinformación capciosa. Y recuerdo a cuarteteros que ya no están, en la otra letrilla, interminable, ooo ooo ooohh. Creo que ya acabó, asómate primo. Un cuplé que va rimando y rimando, hasta rematar en un veráquemellevounnoapto. Y cuando estoy a tu vera, se pasa el tiempo volando. El tiempo es relativo, comentaría aquí y ahora el Einstein. Milagrito pa la provincia gaditana clama ese popurrí sin luces, ya verás que te la pegas.
‘LOS NO APTOS’, REPETIDORES
“¡Ha vuelto Burgos, de nuevo al Falla, ha vuelto Burgos, de nuevo al Falla…!”. Con parodia ajín de preescolar introductoria y recuerdo a don Adolfo, se presenta la tiesa-chirigota burgalesa ‘Los no aptos’, con dos sofás de equipaje. Escolares maduritos y maduritas. La letra la ponen Juan José Benítez Bazán y Antonio Camacho Domínguez, y a la música se incorpora Miguel Ángel Apresa Fraidías. Pasodoble Cáditesquieromushoaunquesoydetolejos, para abrir boca. Teatrillo de Primaria entre coplas. Omátesquierotela, concepto del segundo reglamentario. El gallinero sufre, vaya si sufre conteniéndose. En los cupletillos hay mascamiento de letra sin compasión, y en Badalona vive su suegra, a ver si tancan la frontera. El Falla entra al trapo y corea al “no apto, no apto, no apto” del estribillo, con sinceridad. ¡Saca la morcilla!, vocea otro desde el anonimato oscuro. El popu, con su moralina por la discutible educación que los padres y esta sociedad les están inculcando a sus niños, ofrece un parto en diresto. ¿Y de esto no se quejan los ultras catalanistas? El señor mongolo (de Mongolia), mudo. El tontito de las banderitas, arría, arría. Cachnondeíti general y poca vergüen castellanoleonesa ahí arriba. “Yo volveré, yo volveré”: la amenaza queda sobre la mesa. Estábamos tan agustito que nos han regalao 1 minuto y 45 segundos extra. Tarjeta amarilla.
‘EL RINCÓN DEL DUENDE’, DUENDE AL CUADRADO
Veo purpurina en esos rostros, y ya me pongo nervioso. La cabeza de serie de la función llama a la puerta, la comparsita de Cádi ‘El rincón del duende’. Cuatro barrios de intramuros se ponen a canturrear: la Viña, el Mentidero, el Pópulo y Santa María. “Soy tu raza, tu conciencia, tu locura, que no se aprende… el duendeeeee”. José Luis Zampaña, Zampi, escribe y José Antonio Cheza, el Nene Cheza, le pone música. Metaconcursera viene la primera letra, con rabia, defendiendo al carnavalero anónimo… “no sobra en febrero la canción de un compañero aunque suene regular”. Ahh, y “las preliminares son la esencia del concurso”. Amen. Babeta, ese palabro. Y usando la técnica del espejo, entra la segunda, clamando por la igualdad en el carnaval, y por extensión, en la sociedad… “que todos somos culpables, mil perdones compañera”. Sin objeciones, pero ojalá no quedará el asunto en una letra bienqueda. Un cuplé lanzado a los utracatólicos aquellos del autobús homófobo, que “boquete tiene tol mundo”, y la independencia, familiar, en el otro. Me cashi en la mar, me cashi en la mar. El duende recorre por fuera y por dentro esos cuatro barrios señeros en las cuartetas de un potable popurrí localista, con meta en la Viña y en un “lo más grande de Cái, siempre fueron los viñeros…”. Los de Loreto tienen que estar contentos. “Levanta gaditano, no te tragues tus miserias, la sangre de mis barrios es la savia de esta tierra… y el duende de Cái eres tú”. El señor mongolo (de Mongolia), más que duende tiene lombrices: “qué brasa”, sostiene. El tontito de las banderitas tiende una sábana blanca. Las pinzas, de madera.
‘LOS QUE VAN A SU BOLA’, AYY, YA TENGO DESTEMPLANZA
“Su niño es más endeble que la urna del referéndum…”, jeje. La tapadera a la sesión la pone la chirigota de Alcalá de Guadaira ‘Los que van a su bola’. Sin sistema inmunitario, se ven condenados a sobrevivir en una burbuja… “se presenta el tío, envasao al vacío”. Viven ajenos a la realidad, como el Rajoy, dicen. Los hermanos García Salgado, Víctor y Jesús, firman letra y música. Piropo pelotero a Cádi, rodando en el primer pasodoble, sin esquinas ni rincones. Y apelando a la educación sin sobreprotección, que luego te sale el niño “tirano”, se apunta en el pasodoble número dos: “deja al chiquillo que se caiga de rodillas y le salgan dos postillas como las ruedas de un camión… de los errores se aprende…”. Poco pelo en uno de los cuplés, reguleros, y repitiendo aquello de arrimarse a la Arrimadas, peor. En pompa. Lo cogen to, “menos el Ébola”. El popu se atranca. El tontito de las banderitas saca un pañuelo de mocos y el señor mongolo (de Mongolia) estornuda: “qué brasa”.
Las 00.53 horas. Baja el telón. Baja la persiana y acuéstateeee, que esta segunda noche de Falla está liquidada. Al señor mongolo (de Mongolia) y al tontito de las banderitas, bostezantes, los pongo a hacer cola ya mismo en la puerta del teatro, que sigan respirando Cádi, que a las cuatro de este jueves arranca también el concurso de los niños y no tan niños. Dale a la cantera. Y entre pico y pala, una frase célebre nutritiva: “dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”, dicen que dijo Benjamin Franklin, un estadista, pensador, filántropo y científico estadounidense. Sí, del mismo sitio que el Trump Trump, gorrión. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway
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