PASE DE SEMIFINALES
En el juego de la vida, levantarse si te caes, es la única opción. Moralina y optimismo por un tubo en un mundo cada vez más oscuro gris casi negro, en el momento ‘La alegría de Cádiz’, de Manolo Cornejo…, “y aunque roto por dentro, ya lo ven, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo, mire usted, lo bonita que es la vida… no existe mejor consuelo que colorear con una risa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra, que es noble y guerrera, valiente y experta, en el divino arte de sobrevivir…”. Sonríe, Juan, dientes dientes. El primer pasodoble te engaña, para buscar el doble de emoshión: un renacimiento a partir de una donación de órganos: “respira hondo, vamos pa dentro, no tengas miedo agárrate fuerte a mi mano… por fin la vida va a nacer dentro de ti… vida, si hay dentro de ti vida… si ganaste la partida fue gracias a ese milagro de tu donante, gracias a quien se marcha regalando algo tan grande, gracias a quien te dio a luz después de parirte tu madre… paradojas del destino, gracias a un desconocido tendrás una vida por delante”. Fuuua, y vaya otro pasodoblón que se sacan los chavales: “muero de celos viendo el respeto que otras ciudades le profesan a su fiesta… y me pregunto por qué en mi tierra se molestan que se explote nuestro arte… ya sé que Cádiz no es sólo coplas, pero es lo que a la gente enamora… salva, esta fiesta nos salva, y siendo la más pagaba, ayuda a más gente que muchas religiones… seamos conscientes de nuestro tesoro, de su valía, carnaval pa todo el año, to los siglos y to los días… y ese que ladra y protesta, es que no se ha dado cuenta que a Cádiz le da la vida”. Juan, ¡reacciona! Bola de pelo, bola de pelo. Dos cuplés simpáticos y fresquitos; apartan al propio autor a una esquina “cortando queso”, jeje; y haciendo referencia al carahote que ayer quiso pegarle al Gago tras la actuación. No sé qué es lo que tienes sentrañas mía, pero me aleeeegras la vida. El popu es para ponerse de pie. Estos alegrías empáticos van poniendo la oreja, el hombro y repartiendo su corazón, vaciándose, y a la vez, llenándose con Cádi y su gente, “pa repartirlo de nuevo mañana”: “no pienses que por ser de Cádiz, tomo a cachondeo lo que es relevante, aunque una cosa tengo clara, ¿eh?, importancia a lo importante, no pienses por mi carácter que sufro menos que tú, simplemente es que depende de tu actitud… Aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, sí, oues ya está, oe, ¿tiene solución?, no, pues entonces… Te entrego una sonrisa y me traigo un problema, y mi cabeza combate siempre con la misma lucha, quién alegra al que te alegra y quién escucha al que escucha… Y aunque a mi gente di todo lo que tenía, Cádiz siempre tiene un hueco pa devolverme la vida…”. Qué joyitas atesoran esas cuartetas exprimibles, qué bien suena el conjunto y qué buen rollo desprenden ahí arriba. ¡Ahí va la alegría de Cádi!, Juan. Pon un Cornejo en tu vida.
(extracto de la crónica diaria de la 2ª semifinal del COAC 2024, AQUÍ)
PASE DE CUARTOS DE FINAL
Y plegando las velas de la función, una comparsa de Cádi, para Cádi, por Cádi. Manolo Cornejo nos regala ‘La alegría de Cádiz’. “Nací gaditano, en la orilla de la playa, una ola vino y tuve el primer resbalón, y aprendí de niño que en el juego de la vida, levantarse si te caes, era la única opción… y aunque roto por dentro, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo, mire usted, lo bonita que es la vida… no existe mejor consuelo que colorear con una risa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra que es noble y guerrera, valiente y experta, en el divino arte de sobrevivir… ahí va la alegría de Cádiz”. Cogerlo ahí. El grito de la juventud que persigue independencia en un primer pasodoble que reniega de subvenciones…, “hiere mi orgullo rondar los treinta, y comprobar que lo que avanza es sólo el tiempo… lo que los jóvenes reclamamos es ver la luz detrás de tanta sombra, no quiero ayudas para alquilar, quiero un trabajo que me dé la independencia, quiero ser útil y ser capaz, no me des peces, deja que aprenda a pescar… tengo dos manos, un millón de sueños, fuerza y ganas para construir mi vida, y poder el día de mañana al que critique gritarle, que igualito que mi padre, a mí no me regalaron nada”. Acertado. Y sigue pasando el tiempo en el segundo pasodoble miedica: “el miedo importa cuando lo has de luchar, pero es sencillo cuando es de los demás, el miedo puede cambiar tu vida, creando heridas que hacen que vivas a medias… no es cosa de cobardes, porque también viven en los valientes, quiere que te equivoques, es esa angustia de cada noche que no te quiere ver sacar los dientes… y quién no sintió miedo al ver el paso del tiempo, por ver que he de asimilar algo inevitable… por eso antes de que el miedo me pare, quiero cantarte… que en las canas de tu pelo, es esconde mi mayor miedo, cuando me falte mi mare”. Vaya girito, pa tocar la patata, Juan. Bien bien esa tandita de cuplés conectada: una pareja viajera, con la nevera llena de imanes de medio mundo…, “y yo que soy un tieso, con el dinero que estoy ganando, ahora mismo en mi nevera hay dos imanes, del Río San Pedro y de San Fernando”; y un colega que ha ido a conciertos de artistas de renombre también por medio mundo…, “y yo que soy un tieso, con el dinero que estoy ganando, he ido a dos actuaciones del Ramoni, en el Río San Pedro y en San Fernando”. Jeje. No sé lo que tienes, sentrañas mías, pero me alegras la vía. Este personaje va entregándose, repartiendo trocitos de su corazón en un pupurrí colorista, también el negro, ocultando sus propias congojas, pidiendo ayuda en silencio, vaciándose… hasta que la misma Cádi le llena ese vacío para volver a salir a la calle mañana a compartir su reír por no llorar. Con versos de gran categoría y profundidad entre esas cuartetas: “Que la vida pa nadie nunca se detiene, las cosas vienen como vienen y tienes que resistir… pero no pienses que por ser de Cádiz, tomo a cachondeo lo que es relevante, aunque una cosa tengo clara ¿eh?, importancia a lo importante… aquí se lucha y sólo una vez al año, se echa rabia por la boca… No te quejes tanto, no te enfades por tonterías, que la vida es corta y aquí vamos a estar dos días… Aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, sí, pues ya está oe, ¿tiene solución?, no, pues entonces… Te entrego una sonrisa y me traigo un problema, y mi cabeza combate siempre con la misma lucha, quién alegra al que te alegra, quién escucha al que escucha… Aunque este roto, emborracharte de alegría, eso, la vida es eso, que nadie nos asegura un nuevo día… Y aunque a mi gente di todo lo que tenía, Cádiz siempre tiene un hueco pa devolverme la vida… Tacita, que cuanto más te voy queriendo, más me duelen tus penitas…”. Un popurrí para bañarse y retozar en él. Juan, tráeme el champú.
(extracto de la crónica diaria de la 4ª de cuartos del COAC 2024, AQUÍ)
PASE DE PRELIMINARES
Expectación en el teatro ante la revelación de la pasada temporada, la comparsita de Manolo Cornejo, este año ‘La alegría de Cádiz’. Reír por no llorar…, “aunque me asoman las grietas no estoy hecho de papel, no son más que cicatrices que me han tocado vencer, las heridas de mi guerra que encierran lo que soy y nadie ve, y aunque roto por dentro, me visto de alegría, pa demostrarle al mundo lo bonita que es la vida… con dos golpes de age alivio la cruz de tu calvario… no existe mejor consuelo que colorear con una sonrisa tu peor momento, y de eso sabe mi tierra… que cuando yo me vaya digan, ¡ole, ahí va la alegría de Cádiz!”. Ahí queda bien presentado este personaje que guarda para sus adentros el drama. La paradoja de Cádi, Juan, una tragicomedia de manual. Una primera letra que mira al exitoso tercero del pasado concurso, entre el piropazo…, “desde chiquillo tuve en tus calles el paraíso que no me ofrecen los dioses… y al mismo ritmo de tus mareas he ido creciendo siempre a tu vera, me fui impregnando de tu sal bendita… fíjate si te quiero, que de mi amor más sincero nació la locura de hacerte una comparsa… y si alguien piensa que tuve la suerte del principiante y que fuiste novelera por dejarte enamorarte, yo te juro vida mía que yo te quería ya de antes”. La otra letra, llena de primeras veces, hasta que llega el bofetón…, “pero cuidao que llegarán primeras veces que te podrán condenar… basta, la primera vez basta, si te pega o te amenaza, si te maltrata, te insulta o si te humilla, no des segundas oportunidades, el que nació cabrón es cabrón pa to la vida… si de verdad te quisiera no te pondría la mano encima”. Ha gustao, ha gustao. ¿Y cómo se mete uno con el Bruno?, se pregunta uno de los cuplés: “ya tenemos nuevo alcalde, ya se han acabao to los problemas que había en Cádi por culpa el Kichi… si hubierais votao al tonto de GranHermano tendría el cuplé solucionao”. “No sé qué es lo que tienes sentrañas mía, pero me aleeegras, la vida”. Repartiendo pedacitos del corazón por ese popurrí-hombro, un corazón que se va vaciando pero también llenando…, “no pienses por mi carácter, que sufro menos que tú, simplemente es que depende de tu actitud… y aunque es verdad que nada es tan grave después de haberlo contado, tengo que arreglar con mi alegría, lo que no arreglan en el Congreso… no te quejes tanto, no te enfades por tonterías, que la vida es corta y aquí vamos a estar dos días, aparta de tu mente ese runrún de cada noche, ¿tiene solución?, ¿sí? po yasta, ¿tiene solución?, no, po entonces… el corazón vacío y la mochila llena, te entrego un sonrisa y me traigo un problema, quién alegra al que te alegra, quién escucha al que escucha, no pienses que pa mí no existen los días grises pero darles color es algo que se elige, el sol sale para todo el mundo, depende de ti que dé luz a tu rumbo… la vida es eso, aunque estés roto, emborracharte de alegría, que nadie nos asegura un nuevo día… deja que tú empatía fluya, que no sabes qué batalla está librando quien te ayuda con la tuya… vivir sin heridas es como no vivir, y aunque dejé mi corazón más que vacío, si es a mi tierra y a su gente, estará bien repartío… y me lo vuelvo a llenar, con las riquezas que no da el dinero, y recompongo el corazón… y tú Tacita, que cuanto más te voy queriendo más me duelen tus penitas… ya tengo de nuevo el corazón lleno, Cádiz de mi alma, de alegría y de esperanza, pa repartirlo, pa repartirlo de nuevo mañana”. Pito pito. Bonita, con gusto, sincera y honesta, y entendible desde la primera escucha ese mensaje sanador que encima se desarrolla. Popurrinazo. Comparsón. ¡¡Alegría alegría, Juan!! DIARIO Bahía de Cádiz
(extracto de la crónica diaria de la 9ª clasificatoria del COAC 2024, AQUÍ)
FICHA DE LA AGRUPACIÓN
Comparsa: ‘La alegría de Cádiz’
Localidad: Cádiz
Autoría letra: Manuel Lorenzo Cornejo Puente
Autoría música: Manuel Lorenzo Cornejo Puente
Dirección: Manuel Lorenzo Cornejo Puente
Representante legal: Antonio Jesús Ramírez Cruz
En 2023: Cádiz de mi alma