PASE DE LA GRAN FINAL
Pasiiiiióooon entre la bruma. Ya asoma ‘Los luceros’, Subiela, y Carli, noquearnos a fogonazos, tirarse del faro pa abajo… y se bajaron… “y hoy quince luceros se quieren colar por tu ventana, deja que te alumbre con la antorcha viva de mi voz, si estás tú, brillo y brillo y brillo, por amor de dios, no me dejes a oscuras… pero hágase, pero háaaaagase la luuuuuz”. Dejando las estrecheces del atrezzo. Chapa style forever. Poesía pura, amol a oscuras, pero no es que estén ahorrando luz, son dos amantes ciegos… “que bonitos son dos cuerpos que se están tocando a oscuras, y sin verse el uno al otro se desnudan, y sin saber quién es ella y quién él, con sus caricias se ven… no se ven, pero sus cuerpos huelen como huele un huerto que se riega con agua limpia, no se ven y en la puerta de su cuarto duermen dos bastones blancos que ahora no necesitan, que negrura más bonita”. El fiscal opina que deberían haberlo interpretado con los focos apagaos, una experiencia sensorial más. Calla, hijo, calla… Y entre lágrimas anda el juego del segundo pasodoble potito potito, hasta que pare… “sé de lágrimas amargas por la pena de una ausencia, lágrimas de rabia, de dolor, de impotencia… sé de las lágrimas en un andén, al alejarse algún tren, lágrimas hechas de carcajadas, claras para un sí quiero, turbias para un tanatorio de desconsuelo, lágrimas falsas de cocodrilo, verdes de la amistad… no hay lágrimas más hondas que la que yo he presenciao… y de pronto rompe un llanto, es la luz que está anunciando, que un lucero llega al mundo”. Uuuuaaaaah, banda sonora para todos los alumbramientos durante los próximos catorce meses. Que viene la ola, que viene la ola… El torero Padilla se va a cortar la coleta, “como un potato va a acabar”; y repe el otro cuplé, repasando el talento de los críos de estos cumparsistas… Pero el lucero más grande y que tiene la luz, es el de la madre, me cachi en los mares, que a mi me dio a luz. Al final, me mojo. “La luz es un derecho, no un privilegio, no me especules con la luz, y el pueblo necesita luz… aguanta el temporal, que tras el temporal siempre vuelve algún sol a relucir, ni existe noche eterna, ni eterna es la galerna… abre los ojos, mira la multitud, mira la gente corriente que nos regala luz, cuántos luceros, cuántos fareros, hay a tu alrededor, mira sin miedo, mira su resplandor, son los benditos luceros que iluminan nuestras viiiiidaaaaaas”. Cádi, enamorado de túa. ¿Puede ser el remate de popurrinaso más bestial de la temporada? Puede ser, fiscal, puede.
(extracto de la crónica de la gran final del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE SEMIFINAL
Y del pom pom, al pan pan, con manteca colorá. Las letras del García Argüez tienen las mismas calorías. Que el Subiela, y el Carli, enciendan ya ese faro, que nos guíe ‘Los luceros’. ¿Ha venío Pacoli o el niño?, jejeje… “hágase la luz lucero, hágase la luz de nuevo… el tintero negro de la noche se derrama, y hoy quince luceros se quieren colar por tu ventana, pa ver las luces y las sombras de mi gente… pídeme mi sangre o lo que quieras, mi vida entera, pero hágase pero hágase la luuuuuuz”. Guaaaau. Dudas en ese primer pasodoble, con recelos al puritanismo moral bienquedista dominante en estos días, pero puede más el amol… “quiero decirte al oído susurrando poco a poco, que yo a veces te he mirao y he deseado decirte un piropo, por valiente y por miedosa, por tu corazón secreto, por oscura y luminosa, yo te admiro y te respeto… por ser como eres mujer… yo sé bien de tu fuego y tu poesía, femenina encendida, matriarcal y verdadera… si esta letra hoy es sexista, o es piropo o es machista, que me juzguen como quieran, pero que se entere el mundo que desde este amor profundo, muero con mi compañera”. Y siéntate, a la yugular del actual Falla esa segunda letra, eso que los modennos llaman COAC… “cucha lo que voy a cantarte, porque quiero que lo cojas, y es que voy a destriparle las cuatro iniciales, al nombre del COAC… C de copla y cementerio, O de odio y ombliguismo, A de artista sin criterio, C de coba, colectivo, carroña, club de fans, carajote y de criticar… C de cansado, O de onanista, C de censura pa las consciencias, A de avaricia pa Canal Sur.. ya está bien de este circo apolillao, carcomido y asfixiado por canallas y capullos… qué caraho estamos haciendo con las coplas de mi pueblo, pobrecito mi concurso”. El Chapa, categórico, forever. Que viene la ola. Cupletillos con esos publicistas bastante sensibles, y un chat picantón, conectados por la misma suegra, que en la tele y en las redes, todo es mentira… Pero el lucero más grande y que tiene más luz, no es el de los faros que tienen los mares, que es el de la mare, me cachi en los mares, que a mi me dio a luz. Para rebañar ese popu… “y para hacer el amor, ni una triste sirena…; y este pueblo necesita luz…; abre los ojos, mira la multitud, mira la gente corriente que nos regala luz… cuantos luceros, cuantos fareros hay a tu alrededor, mira sin miedo, mira su resplandor…”. El fiscal se me va hacia la bombilla… Comparsón, aunque el teatro no acaba de arder…
(extracto de la crónica diaria de la 3ª semifinal del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE CUARTOS DE FINAL
Momento caballati mientras el Subiela, y el Carli, levanta su faro, de pasión… hágase la luz. Barabanbabán… “Cádiz es como un bichito, dando vueltas a una luz, la estrellita para este farero que brilla a contraluz, desde febrero a febrero… deja que te alumbre con la antorcha viva de mi voz, pa que se aclaren tus reflejos…. pídeme mi sangre o lo que quiera, mi vida entera, pero hágase, pero hágase la luuuuzz”. Y la luz se hizo. Iluminando ese primer pasodoble en fotos el triste mañana de esta tierra, tras el voto reaccionario en diciembre… “en la madrugada sepia de las brumas de un espejo, una extraña galería de fotografías pasa en blanco y negro… y habrá quien hoy contemple ese pasado, sin haberse percatado de lo que nos viene encima… bienvenidos al futuro del pasado más oscuro, bienvenidos a Andalucía”. Y tocando la fibra shensible y combativa, un yayoflauta más… “un abuelo guarda el cofre de la calma y del cariño… cada mañana oye un abuelo en el colegio ruido de niños, y al mismo tiempo en las esquelas, tiemblan las velas por sus amigos… porque un abuelo mira a su nieto y ve a su hijo niño otra vez… quien lo tenga que lo quiera, que no hay luz más verdadera que las manos de un abuelo… y aquí está ese abuelo ya cansado, junto a tos sus compañeros, pa luchar con dos cojones defendiendo las pensiones, con la rabia de un guerrero… un abuelo es un valiente, y es el fuego entre la gente, un abuelo es un lucero”. Qué viene la ola… En los cupletillos, implante capilar en Turquía… “ahora que tengo pelo me encajan mejor los cuernos”; y los niños de estos cumparsistas se salen con tanto talento… “fíjarse cómo es la cosa que ha venío uno de punteao”, jeje… Pero el lucero más grande y que tiene más luz, no es el de los faros que tienen los mares, que es el de la mare, me cachi en los mares, que a mi me dio a luz. Al final, me mojo. Palabra de farero en ese popurrí que deslumbra y guía entre tinieblas, con un remate redentor… “abre los ojos, mira la multitud, mira la gente buena y corriente, que nos regala luz… cuántos luceros, cuántos fareros hay a tu alrededor, mira sin miedo, mira su resplandor… son los benditos luceros que iluminan nuestras vidaaaaas”. Bombillaso del García Argüez. El fiscal lo tiene claro: ¡este mundo es de la genteeeee! Gente corriente, con corriente. Pummm…
(extracto de la crónica diaria de la 6ª cuartos de final del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE PRELIMINARES
Y apagando la función, o todo lo contrario, y poniéndole la chapa, ese faro a oscuras arranca un ooooohhh del teatro, entre la bruma, y de nuevo en lo alto el Ángel Subiela, y el Carli, con ‘Los luceros’, con letra de Miguel Ángel García Argüez y musiquiqui de José Manuel Aranda y Manuel Sánchez Alba, el Noly, Pasión en modo on,.. “Hágase la luz de nuevo… Cádiz es como un bichito dando vueltas a una luz, ay luciérnaga de las negruras, mi candil del sur del sur… gaditano y andaluz que brilla a contra luz, desde febrero a febrero… el tintero negro de la noche se derrama, y el cielo es un pez al que le brillan las escamas, y hoy quince luceros se quieren colar por tu ventana… deja que te alumbre con la antorcha viva de mi voz, pa ver las luces y las sombras, pa que se aclaren tus reflejos, pa que se rompan tus espejos… yo te he dao todo lo que tengo, mi tiempo y mi juventud, pídeme mi sangre o lo que quieras, mi vida entera, pero hágase, pero hágase la luz…”. Y Endesa, feliz. Poesía que va iluminando esa presentación. Auto-ojanosa con la propia música del pasodoble, ese primera letra que acuna, para sentirla… “no es que la luna lunera tenga luz de plata, es que mi faro y tu luna se regalan una vieja serenata… suena a las olas que vienen y van, como el mecido de una bajamar, suena a poniente y a yodo y a sal, suena pa tu paladar… música clara, oscura, pura, de las mareas, y sin embargo tiene un latido recién nacido en las azoteas, suena a pasado, a presente… óyela, que retumbe el tresporcuatro y reviente este teatro con la música del cielo, pa que brillen los luceros”. Y saca el móvil y graba que viene el segundo, con voltereta final, marca de la casa… “mira qué hermosa es la tarde, mira cómo el cielo arde, graba este sol y esta luz inmortal, este azul poderoso de sal, graba mi playa y mi mar… graba y disfruta que no hay más playas como estas playas del sur del sur… ponte ahí que voy a sacarte un plano donde salgan tus dos manos, tu carita y tu sombrilla… ponte ahí, que también quiero que salgan bien claritos y a tu espalda, veinte muertos en la orilla, veinte muertos sin sus tumbas, pa que no olvides nunca de esta negra pesadilla”. Letrón de los que hacen sentirte mal, rodillaso en la conciencia. Que viene la ola. En los cupleses, con el coco comido por los carnavales… ya con la parienta “no hacemos preliminares, pa qué si no arrastra puntos”; y madriditis y títulos, el Sergio Ramos promete sacarse el graduado… Pero el lucero más grande y que tiene más luz, no es el de los faros que tienen los mares, que es el de mi mare, me cachi en los mares, que a mi me dio a luz. Fuaaaaá. Y ponte la rebequita, que entra el popurrí en vena, de esos para, después, leer y analizar… “Vivo en este faro solo, todo lo hago solo, pa arriba pa abajo yo solo, y pa hacer el amor, ni una triste sirena… pero mi faro chiquito da un resplandor muy bonito con una gracia exquisita y arte pa rabiar…; abre los ojos y mira a tu alrededor, verás la luz que nos da color aunque parezca que es invisible… la luz es un derecho y no es un privilegio, no me especules con la luz, el pueblo necesita luz…; cuidado que allí vienen nubes negras, pero no es la tormenta en ningún cielo, es la que a veces hay en tu interior… sal de ahí compañera, mi amigo sal de ahí, y aguanta el temporal que tras la tempestad, siempre vuelve el sol a relucir…; abre los ojos, mira la multitud, mira la gente, buena y corriente que nos regala luz… cuántos fareros hay a tu alrededor, mira de nuevo, mira sin miedo, mira su resplandor… son el faro de lo eterno, son las luces que dan vida, son los benditos luceros que iluminan nuestras vidaaaaaas”. ¡Que este mundo es de la genteeeeee! Ah, no eso es del coro del año pasao… La última cuarteta tiene una música que me suena, me suena, y me ilumina el rostro, El fiscal, me desenchufa. DIARIO Bahía de Cádiz
(extracto de la crónica diaria de la 15ª clasificatoria del COAC 2019, AQUÍ)
FICHA DE LA AGRUPACIÓN
Comparsa: ‘Los luceros’
Localidad: Cadiz
Autoría Letra: Miguel Ángel García Argüez
Autoría Música: José Manuel Aranda Perales y Manuel Sánchez Alba
Dirección: Ángel Subiela Gómez
Representante: Legal: Ángel Subiela Gómez