PASE DE LA GRAN FINAL
Y quiere el destino que ahora no sepa cómo echampelar la siguiente. Que pase dando bocaos… “Doce meses esperando pero la espera acabó, salimos de nuestra cueva, vámonos… y en menos de un tresporcuatro, seco como un estribillo… tú tienes permiso pa vivir, y yo libertad para matar, con coplas, de un caníbal carnaval”. Va a ser que ya pisa las tablas ‘Los carnívales’ del Martínez Lares. Con ganas, o lo siguiente, ese holaquéhay. Poblema doméstico en esa primera letrilla dolorosa, la rutina, la maldita rutina con dos abuelos que fingen antes su hijos y nieto… “no más de setenta metros mide la celda al completo, donde siguen reteníos los caníbales cansados que soportan oxidados el peso de sus anillos, dos extraños en un barco, hartitos de naufragar, odio, olvido, desprecio, rutina, setenta metros, hasta el juicio final, el amor hace mil años se tiro por la ventana.. ”. Y tú, Cádiz, dibujada y piropeada en versos, de aquella manera, que suena tan bien como lo parece… y si lo repiten, mejón… “tú chiquilla rabalera, tú esquinita cañonera, tú guitarrita canalla, tú la pobreza en adobo, tú la justicia de Momo, tú amurallada y sin muralla, tú la perfecta imperfecta, tú africana desteñía, tú el meridiano de la alegría de este planeta, tú inventora de palabras, tú la lluvia sin paraguas, tú y el sabido levante, tú borracha de tristeza, tú el principio y el fin, tú la luz que fregona pa un país sin país… tú la humedad disfrazá, tú esperando a tus hijos en el balcón regresar, tú saltando al vacío por el puente canal, que maldita maravilla”. Alguno se tira pa abajo. Por inercia. El segundo cuplé, de respuesta y con destinatario, han cambiado de camello, ahora comparten el del Juancarlo… “si abusas de ella, todas las musiquitas se te repiten, se te repiten, se te repiten”. Alguno por el foso de los leones siente mu hondo lo que han dicho. Será. Yo te como día a día y cuando llega el carnaval, siempre me quedó con hambre de quererte un poco más. “Niños, afilarse bien las garras que es luna de carnavales, y Cádiz está llenita de almas, niño, vamos a mimetizarnos, que se note en el ambiente que aquí se está cocinando algo… y se acabó, fui humano por un momento, pero tengo un bicho en el cuerpo que me pide tu corazóooon”. Corasón de tiza en la pared… Tímidos ¡campeones campeones! ¿Es mi oreja?…
(extracto de la crónica de la gran final del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE SEMIFINAL
Pa comérselo… No lo digas mu alto que asoma el carnaval caníbal de don Martínez Lares, y sus colmillos. ‘Los carnívales’, en posición, y el Falla meón, con predisposición… “Ha sonado el yunque bendito, su tañido nos devuelve a la cruda realidad… se abrió la veda de nuevo por fin, tú tienes permiso pa vivir, y yo libertad para matar, con coplas, de un caníbal carnavaaaaaal”. Con ganas XXL, con ganas de sangre… Doméstico el culebrón, tan del día a día que no lo queremos ver, del primer pasodoble, dando el cosqui de cruel realidad en el remate… “las calles siguen dormidas, pero el reloj de la vida ya ha despertado a esa madre… nadie sabe conjugar mejor el verbo regatear… y al conjuro del puchero, sube al máximo la radio, pa que nadie oiga sus quejas ni sus gritos ni sus penas… canibalismo de hogar, criadas sin derechos, años sin cotizar, amas de casa esclavas para la sociedad que el hombre hizo para el hombre”. El patriarcado no sabe adónde mirar. Y en el confesionario un pederasta que acaba de salir de la cárcel, que sufre y disfruta; no quiere salvación metiéndose a cura, porque sabe lo que hay adentro… “padre quiero confesarme, desahogarme, ayúdeme se lo ruego… el diablo salió de nuevo… que no revisen mi pena… en sus manos está el milagro, para mi no hay más leyes que las leyes de la selva… esto tiene solución, sé fuerte ante las pruebas que te manda el señor, déjalo todo, abraza la palabra de dios… no eso nunca jamás, los dos sabemos bien como esto puede acabar, bastantes criminales tiene la iglesia ya, con sus cruces protegíos”. Quien lo coja, pa él. Dos cupletillos que, en verdad, no sacian… “el gran bastinaso del canibalismo, es agacharte y darte bocaos tu mismo…”; y del atún, como el cerdo, to se aprovecha… Yo te como día a día y cuando llega el carnaval, siempre me quedo con hambre de quererte un poco más. Y al popurrinaso, de cacería carnavalera… “fui humano por un momento, pero tengo un bicho en el cuerpo, que me pide tu corazón… yo que tú no confiaría, siempre es una carnicería, cuando se habla de carnaval…”. Ya, yayayayayayá…
(extracto de la crónica diaria de la 2ª semifinal del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE CUARTOS DE FINAL
Se hace de rogar don Antonio y su matanza de Texas-carnavalera. Qué peshá de peña devorada y repantigada ahí arriba. Dale al yunque bendito, Bartolo… “su tañido nos devuelve a la cruda realidad, nuestros dioses tienen un apetito voraz… doce meses soñando pero la espera acabó, salimos de nuestra cueva… tú tienes permiso pa vivir, y yo libertad para matar, con coplas de un caníbal carnavaaaaaal”. Una fiesta con hambre, que se devora así misma y quiere más. El Falla, con un alarido de gusto, quiere sangre, con tomate. Una primera letra abanderada lista para sonar en los altavoces de la plaza de Colón hace unos domingos junto al Paquito chocolatero… “cuando te echen de tu casa y el banco ría las gracias, acampa con la bandera, cuando no suba el salario el cachorro legionario, vístete con la bandera, cuando el vecino de arriba no piense igual lo fusilas, con banderas y a callar, cuando gasten las pensiones en cocaína, putas y flores, ponte en bucle a Marta Sánchez y baila con la bandera… cuando sientas que tu gente ha perdido Vox y voto, busca, busca en la bandera… cuando te falte hasta el pan, bandera vuelta y vuelta, pa almorzar y pa cenar… y no la vayas a vender… y que se salve quien pueda”. ¡Yo soy españó españó españó!, canturrea el fiscal. Que bocao tiene. Letrón, con un tema ya tan manido y tristemente actual, que igual debería morder a tanto patriota. Pero espera que viene el otro a tocar la fibra shenshible, desde las entrañas del propio Martínez Ares… “come cuando tiene sueño, duerme cuando está despierto, lee cuando tiene hambre, de tanto tragarse el llanto se le han cerrado los labios, ni las palabras le salen… lo que más quería en el mundo, en este mundo lo dejo, no hay pastilla que le cure la soledad del amor… tras unos ojitos verdes veo impotente como los duendes lo vuelven loco… así es el universo de mi viejo y muchos padres… de noche le oigo rezar esperando que venga volando Peter Pan, y le lleve con ella a donde nunca jamás se sentirá como un niño perdió… no sé si oirás mi canción, pero antes de borrarme de tu imaginación, te grabo este te quiero al lado de un corazón, tan bueno como vacío”. Llorera universal. ¿Y cómo seguimos ahora…? En los cupletillos, la medalla de Andalusía a Antoñito Martín… “sólo veo una pega, que tendrás que ponértela por los pies como los arneses”; y chanza con la versión del Vaporcito que lanzaba hace unas semanas el Diario… “por fin han trincao a los responsables del hundimiento”. Y cuando llega el carnaval, siempre me quedo con hambre de quererte un poco más. Popu-relleno, de cacería en febrero… “afilarse bien las garras que es luna de carnavales, y Cádiz esta llenita de almas…; la vida son ocho días a este lado del mar, no pierdas tiempo alma mía que uno ha volado ya..; y en un portal se entregaron, desnudaron sus labios, los dos se devoraron…; carne sin cuerpo, carne partida, hijos sin carne, carne de España… no se salva nadie de este criadero, yo también soy carne de febrero…; una traca final, lágrimas de colores, terminó el carnaval y con él mis horrores, soy una copla más viejo me invade la pena, llorando suplico verte en la próxima quema…; se acabó, fui humano por un momento pero tengo un bicho en el cuerpo, que me pide tu corazón, ya sé que esto es una locura, lo prefiero a la dulzura que me ofrece la salvación… ya ya ya ya ya ya yaaaaaaaa”. Cuanto más lo escuchas, paladeando el cómo, más te devora. Y terminas hasta bañado en fluidos. Pichitas, exprimid el corasón, de melón, pa otro lao, que en el foso teníamos la ropa limpia.
(extracto de la crónica diaria de la 4ª cuartos de final del COAC 2019, AQUÍ)
PASE DE PRELIMINARES
Y cerrando el portón, don Antonio… se palpa la tensión expectante en el ambiente, llegó el estreno de ‘Los carnívales’, con tilde en la i, prima. Con forillo a medias, y el negro al fondo de ‘Los cobardes’. “Ha sonado el yunque bendito, su tañido nos devuelve a la cruda realidad… tú tienes permiso pa vivir y yo libertad para matar, con coplas de un caníbal carnavaaaaaal”. El infierno festivo carnavalesco devorándose a sí mismo. Antonio Martínez Ares, de eso va tu rollaso, ¿no pichita? Con las tres últimas comparsas del autor enjauladas. Un pasodoble perdido, o no, para aclarar el concepto, navegando en la sencillez de antaño… “somos quince criminales que al llegar los carnivales con sus letrillas te atrapan… atrás quedó el barroquismo, la extrema complejidad, y rebuscando en la esencia del acorde nuestra herencia, hemos copiado sin más… preparaos pa la matanza, con las piernas temblorosas con ese miedo en la copla del bendito primer día… dio comienzo la masacre, toca de nuevo luchar, febrero quiere sangre y se la vamos a dar, amor de mis amores qué más puedo contar… que pase lo que tú quieras”. Parece que ha gustao eso de entrar a la primera. Y sí, la típica/tópica letra de pasodoble echando de menos ya al Tino Tovar recurriendo a nombres de agrupaciones tinistas, tan igual a otras estándar, pero tan diferente, devolviéndosela tras aquel de ‘Volver a empezar’ de 2010, con la misma madre presente… “hoy vengo con esa lanza que me clavaste en el alma hace nueve carnavales, tú comenzabas de cero, yo daba palos de ciego, mejor dicho era un cobarde… madre a to nos ha querío pero contigo pierde el sentido y yo lo entiendo, para ella siempre has sido, ay niño, su ojito izquierdo… búscate en el lavaero, en el cielo gaditano, párate en las estaciones, piensa en todas las canciones que tu espíritu ha creado… por más que te resistas, coplero has de morir, escucha como te llaman las tablas…”. En resumen: ¡Tino, vuelve! En los cuplés, bueeeeeno, rutina sexual… “por primera vez hoy me pongo arriba”, y como buenos carnívales, dejando su marca en carnavaleros, y en el propio Ares… Yo te como día a día, y cuando llega el carnaval, siempre me quedo con hambre de quererte un poco más. De cacería en el popu… “la vida son ocho días, y uno ha volado ya… carne de Cádiz carne de paro, carne de azul carne de rojo, no se salva nadie de este criadero, yo también soy carne de febrero… una traca final, lágrimas de colores, soy una copla más viejo, me invade la pena… se acabó, fui humano por un momento pero tengo un bicho aquí dentro que me pide tu corazón, yo que tú no confiaría, siempre es una carnicería cuando se habla de carnaval…”. El Goku ha lanzado su onda vital y el Falla aplaude queriendo explotar… sin explotar, algo aturdido. Toca masticar y digerir sobre todo la última parte del repertorio y encontrarle las tripas. El fiscal ha acabado ensangrentado. Literal. Los peligros del foso. DIARIO Bahía de Cádiz
(extracto de la crónica diaria de la 10ª clasificatoria del COAC 2019, AQUÍ)
FICHA DE LA AGRUPACIÓN
Comparsa: ‘Los carnívales’
Localidad: Cádiz
Autoría Letra: Antonio Martínez Ares
Autoría Música: Antonio Martínez Ares
Dirección: Rafael Velázquez Jones
Representante Legal: Rafael Velázquez Jones