PASE DE LA GRAN FINAL
Que cuando una mujer te diga no, es no, te repite el Bablé. Hazle caso. Hazme caso, ladra, ladra… ‘El perro andalú’ pone el lacito a este concursito, sí, de verdad de verdad, un mes después, y a esta finaaaaal, que muerde, que muerde. Por cierto, son Aguja de Oro por el tipo y premio Coplas del Carnaval de Cádi por Andalucía. To pa pal can. Arrodillaos, se presentan los de Martinezlarez, rabiosos… “por fin coronao, maldito holgazán, abre tu barraca, empieza a reinar… recuerda que entre nosotros está el maldito carnaval, cuida tu lengüita… el perro hoy se rebela, rompe las cadenas, no tiene amo, llevo la furia más loca, cuidao conmigo que muerdo, vengo que muerdo”. Un paso atrás, que no tengo la antirrábica. Parece que le echan en cara a un charnego que defienda la separtación de Catalunya y no luche por la tierra natal de sus ancestros, en el sur… “huyendo del hambre y la muerte, subieron al tren llorando, creció muy cerca de Barcelona, un chaval como otros hijos de obrero… de sus raíces no hay más que ausencia, y pide a gritos la independencia… si tuvieras los mismos huevos pa rebelarte en este pueblo… ayy clávate a fuego estas palabras, se puede vivir sin cartera pero no sin corazón”. De melón. El tontito de las banderas está reliao. No sabe si va por el Rufián o por la Janeiro. O es el cura del otro día. En el segundo, Paco Alba, de piera, se traga una charla con don Antonio…”y allí solos frente a frente, le solté esa coplilla primera que le escuché a mi padre hace muchas primaveras…. felicidades, viejo coplero, qué gran legado, nos regalaste… mira Paco de mi alma, cómo aullamos por ti”. ¿Quiñones? Al señor mongolo (de Mongolia) le moló El circo. Por Alicante no veas la que se ha liao por quitar la cruz de un pueblo… quita la cruz y pon un Macdonald, dice un cuplé, sin mostaza. En el siguiente, como era esperable, hace un cameo el Trinchera y se cae el Falla, los que siguen en modo on. “Ahora es cuando ha sonao bien la comparsa”, jeje. Pon la de la taza de plata, pon la de Cádiz, pon su pendón, porque esa es la mare que a ti te parió, en el balcón. Joé, po acabo de orinar junto a Modesto Barragán, premioooo. “No te vayas, primo noooo, qué sencillo decirlo en una canción, qué difícil cantárselo a esta generación, primo quédate, prima quédate, cómo odio ese maldito tren… que esta montaña no es Sierra Morena, es la piedra más grande del camino… vengo que muerdo vengo que muerdo, hermano, ladra, luego cabalgamos”. Qué bonita está mi Cái, que bonita mi ciudad… Todo potito. Qué mareo, primo. Qué poco falta pa la burriquita, vocea Paco Rosado. Siempre acertado. Siempre es nunca todavía.
(extracto de la crónica diaria de la gran final del COAC 2018, AQUÍ)
PASE DE SEMIFINAL
Y con la lengua fuera, salivando y a cuatro patas el Falla, que viene, que penetra el don Antonio más rabioso… “cuidao conmigo, cuidao, que vengo que muerdo, sigo siendo el mismo perro, el perro de Andalucía, vengo que muerdo… abre tu barraca, empieza a reinar, y no me cuentes penas, llantos, amarguras, alegría en sus caritas…”. ‘El perro andalú’ entra como para acariciarle el lomo. Yo que tú no lo haría, forastero, no no no. Pasodoble de hospital, y el niño ingresao luchando contra la adversidad, pese a los augurios de los médicos… “levanta por fin la persiana, desde aquí veo la playa, dame un beso de payaso, traigo un pañuelo muy chulo, ole los piratas guapo… ayer me dijo la niña, ríete siempre, y las sombras no vendrán… usted no sabe cómo es mi niño, es más valiente que nosotros tres… pinte colores bonitos, pinte como lo hace él”. Descartando el rotula negro. La guantá sin manos de la sesión es para aquellos que algún día fueron socialistas y embaucaron a este pueblo, empezando por Felipe, aunque no se nombre… “llegaste con el puño en alto prometiendo un mundo nuevo… el sur, sangre de tu misma sangre, se rindió a tus pies y su doctrina… creaste escuela, de eso no hay duda, aún sigue viva tu dictadura… cuarenta años comprando votos, con los subsidios de desempleo, cuarenta años y ahora gritan por las calles que vienen los radicales… ay mi rosita obrera, ya no te llevo en el corazón, a la derecha te mueras, pa recordar tu traición…”. Pum. El Canalsú, la vuestra, no sabe si quitar el enchufe, sin querer. La Susana está viendo Telecinco, no os pongáis nerviosos. Hachís puro de oliva, en un cupletillo, que pasa la aduana por los pelos… Cuando pongas una bandera primita mía en tu balcón, pon la de la taza de plata, pon la de Cái, pon su pendón, y al que no le guste que ladre, porque esa es la madre que a ti te parió. “Somos sus bufones, de sol y procesiones, nadie nos ve sufrir, con una sonrisa a raudales para cuando quieran venir, los que levantan el país… no te vayas, primo, prima, qué sencillo decirlo en una canción, que difícil cantárselo a esta generación, como odio ese maldito tren… yo tengo un reino por si fuera poco… hermano, ladra, luego cabalgamos”. Al pupurrinaso no le hace falta en este pase encender la guirnalda de bombillas, el teatro arde sin luces. ¿Goku muerde o mordisquea? Enga, a mojarse. El tontito de las banderitas dice que sí. El señor mongolo (de Mongolia) dice que… sí. Ioooo, no lo piense mu alto que te achuchan al pitbull…
(extracto de la crónica diaria de la 2ª semifinal del COAC 2018, AQUÍ)
PASE DE CUARTOS DE FINAL
¡Don Antonio! Y mordiendo los flecos de esta eterna sesión, el perro blanquiverde más rococó del momento, el Martínez Ares pringado en símbolos y más símbolos, para despertar a la Andalusía subyugada… “cuidado que vengo que muerdo, que traigo la furia más loca, la sangre en la boca, la rabia el cuerpo… sigo siendo el mismo perro, el perro de Andalucía, vengo vengo que muerdo… por fin coronao, maldito holgazán, abre tu barraca, comienza a reinar, enciende los farolillos de tu ocho princesitas, y no me cuentes penas, llantos, amarguras… alegría en sus caritas… canta grita salta, ríe baila al viento, cómo de fiel es mi perro… el perro hoy se rebela, el perro muerde la mano, el perro rompe las cadenas, el perro no tiene amo… vengo que muerdooooo”. Cuidadín. El tontito de las banderitas no se acerca mucho, que nunca le han echao la antirrábica. Todos los filólogos sabemos que el español que se habla en el sur es el más evolucionado, pero te lo tiene que contar el Ares para que te lo creas… “los pobrecitos castellanos, no pueden seguir nuestro acento, necesitan ir más lento, ¿los perros? que los subtitulen, hay quien pide abiertamente. … por fin nuestro verbo es un grito… si la palabra fuera la clave, la mía seria la lengua madre… es un dialecto adaptao al día a día, se llama sabiduría en continua evolución, mil y un vocablos reducío a lo concreto, que no hablamos malamente, hablamos mucho más tiempo…, que tu idioma sigue vivo por paletos como yo… cómo es posible que no me entiendas, si tu memoria está escrita en el sur, pregúntate que ya es hora, si el inculto no eres tú, si el inculto no eres tú”. El señor mongolo (de Mongolia) es muy fan de la economía del lenguaje y de don Pedro Payán. Confesión divina en el otro pasodoble, con alzacuellos… “no puedo fingir por más tiempo, he conocido a una persona, llevamos casi un añito, no sonrías que no es broma, al lado de esa señora, resucito… antes que te lo cuente, su nombre es María, la última cena, te pido eso… para los restos esta será mi penitencia, mi pecao, mi tormento, el apestao para mi iglesia, que no ve que me enamore pero tapa a violadores, en el nombre del señor. … vendré el domingo, vendré con ella, vendré a tu casa por tu bendición, no te olvidaré en la vía, ayyy palabrita de dios”. Ya lo cantaba OBDC horas atrás, si debajo del disfraz, sólo hay un hombre. Los aplausos falleros denotan el procesamiento de la letra. Cupletillos salvavidas. En el primero, Goku sin ideas para la tanda, “llamemos a Puigedont que le está dando ideas a todo el mundo”; y en el segundo, un cuñao en un programa de Telecinco que te gira la vida, “tú necesita una rotonda…”. Cuando pongas una bandera, primita mía, en tu balcón… pon la de la taza de plata, pon la de Cádiz, pon su pendón, y al que no le guste que ladre, porque esa es la madre que a ti te parío. El popurrí ya te lo has escuchao catorce veces, así que cántalo conmigo… “así es como nos ve, esa otra mitad de España peleá con la otra España, que ni come ni deja comer…”; “no te vayas, deja quieta las maletas, sé que el tiempo se te agrieta, tu sitio está aquí a este lao… es sencillo decirlo en una canción, qué difícil cantárselo a esta generación, primo quédate, prima quédate … como odio ese maldito tren…”; y ya sin corona, sin yugo ni rosas ni caretas ni manto, “un hombre queda, tan sólo un hombre, un andalú que cada día a lo que venga lo desafía, limpio de cruces… esta montaña no es Sierra Morena, es la piedra más grande del camino, si no la apartas eso es lo que dejas a tus hijos y a sus hijos… vengo que muerdo, vengo que muerdo, hermano, ladra, luego cabalgamoooos”. Guau guau. ¡¡Don Antonio!!
(extracto de la crónica diaria de la 4ª cuartos de final del COAC 2018, AQUÍ)
PASE DE PRELIMINARES
Guau guau. Que se pare el mundo redondo, que toca lo que toca. La cabeza perruna de la función, la comparsita de don Antonio, un seeeeñññor, el Goku…. El Falla, patas arriba, pide dogchow. Barroquismo en el tipo y en la escenografía. Esperando el libro de instrucciones. Símbolos y más símbolos. Eso de venir sin forillo, ya, como que, camaleón camaleón… “Cuidado que vengo que muerdo, que traigo la furia más loca, la sangre en la boca, la rabia el cuerpo… sigo siendo el mismo perro, el perro de Andalucía, vengo vengo que muerdo…”. Con corona de bufón, collar de esclavo “de Isabel y de Fernando”, manto de Ecce Homo, la pandereta “el símbolo de la España inferior que va pariendo mesías, poetas”, “esa flor que no te quiere” y “por fin coronao, maldito holgazán, abre tu barraca, empieza a reinar, enciende los farolillos de tus ocho princesitas…, ríe, baila al viento, sufre, traga, calla, cómo de fiel es mi perro”, pero “el perro hoy se rebela, hoy muerde la mano, rompe las cadenas, no tiene amo, hoy traigo la sangre en la boca, veneno en forma de coplas, cuidado que mueeeeeerdo”. Guaaau. Presentación rabiosa, grrrrrrr. Sin bozal, Antonio Martínez Ares. La pasión eterna del andalú, como la del Cristo aquel, entrando en el primer pasodoble… “febrero se va a ir de su mano, comienza otra historia bendita… este misterio sólo se siente, cuando tu madre te pare andaluuuuz, porque desde que nacemos, estamos ataos a una cruuuuz”. ¿Se puede decir menos rebuscao?, pregunta el tontito de las banderitas. Por preguntar. Con reflexión se introduce el otro ego-pasodoble: “pronto llegará ese momento, que tú no me quieras tanto, que no te valgan mis requiebros… será mañana, será pasado, lo que es seguro es que estoy marcado… ay amor mío cuánto nos hemos querío y nos hemos peleao, menos esos trece años que se quedan para mí… no me abandones, ay amor mío, porque presiento que se acerca ya… que me quiten lo ladrao, o me voy a poner a lloraaaar”. El Ares pensando en su jubilación, ay ay ay, con lo shungo que está el tema pensiones. Cupletillos abreviados, con la Teo y er Kichi limando asperezas en pelotas, ¿Jurado?; y el Bertínosborne… “que me cae mu malamente”, jarto mejillones. Cuando pongas una bandera, primita mía en tu balcón… pon la de Cádiz, con su pendón, y al que no le guste que ladre, porque esa es la mare que a ti te parió. Palabras mayores, suena el popu que atraviesa los tópicos más rancios del que mira con superioridad desde el norte, la identidad propia, la emigración indeseada, la resignación ¿o la revolución?, para escucharlo de pie, y digerirlo acostao… “así es como nos ve, esa otra mitad de España peleá con la otra España, que ni come ni deja comer… bufones, somos sus bufones, de sol y procesiones nadie nos oye sufrir, juglares de ferias y carnavales y una sonrisa a raudales, pa cuando quieran venir, los que levantan el país…”; “no te vayas, deja quieta las maletas, sé que el tiempo se te agrieta, tu sitio está aquí a este lao… es sencillo decirlo en una canción, qué difícil cantárselo a esta generación, primo quédate, prima quédate … como odio ese maldito tren…”; y al aullido final, “fuera coronas, porque este perro sólo es siervo de ese rey que es su persona…” y fuera yugo, y rosas “que no alimente a las gaviotas”, y caretas, y el manto, “un hombre queda, limpio de cruces, un hombre queda… esta montaña no es Sierra Morena, es la piedra más grande del camino, si no la apartas eso es lo que dejas a tus hijos y a sus hijos… vengo que muerdo, vengo que muerdo, hermano, ladra, luego cabalgamoooos”. ¡Ostia Patxi!, ¡cony Carles!, si hasta dan ganas de nacer blanquiverde. El tontito de las banderas no encuentra a Buñuel por ninguna esquina. El señor mongolo (de Mongolia) es más de periquito como mascota. En modo procesando… Vamos, no te comas el tarro; el pasodoble de los Yesterdais con ostentación. Guau guau. DIARIO Bahía de Cádiz
(extracto de la crónica diaria de la 10ª clasificatoria del COAC 2018, AQUÍ)
FICHA DE LA AGRUPACIÓN
Comparsa: ‘El perro andalú’
(‘La eternidad’ en 2017)
Localidad: Cádiz
Autoría Letra: Antonio Martínez Ares
Autoría Música: Antonio Martínez Ares
Dirección: Antonio Martínez Ares
Representante legal: Rafael Velázquez Jones