Con ocasión del 95 aniversario de la Zona Franca de Cádiz, gran parte de su plantilla se ha reunido para celebrar esta fecha especial con “una agradable jornada de convivencia”, un almuerzo en un restaurante de la capital gaditana. Al mismo no faltó el actual delegado del Estado del Consorcio, Fran González.
Con esta cita interna, se señala en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, la Zona Franca gaditana inicia una serie de acciones para conmemorar el casi un siglo de vida de la institución, que hoy además de operar en la capital, se extiende por diferentes puntos de la provincia. Es una de las tres zonas franca históricas del Estado español, junto con Vigo y Barcelona.
El Real Decreto de 11 de junio de 1929, de bases reguladoras de los puertos, zonas y depósitos francos, autorizaba el establecimiento de una Zona Franca en la ciudad de Cádiz. Ya durante la Segunda República, en 1931, se determinó que la presidencia recayera en el alcalde. En 1933 establecía sus terrenos, entre el fuerte de Cortadura y el Muelle de Puntales, y en 1936 se daba luz verde al proyecto de muelles, dragado y rellenos, meses antes del golpe de Estado militar que truncó la legalidad vigente e impuso una larga y sanguinaria dictadura en el país. Hasta 1947, en la postguerra, no se retoma la iniciativa.
Hoy día, casi cien años después, la Zona Franca de Cádiz, dependiente del Ministerio de Hacienda, sigue saneando sus cuentas tras una etapa complicada y vive inmersa en su transformación hacia un nuevo modelo de industria 4.0, más sostenible y comprometido y vinculado a la innovación y la tecnología, buscando en la economía azul su gran fuerte.
Sus actuaciones ya no sólo se ciñen a los recintos fiscales y aduaneros de Cádiz capital, y de la Bahía de Algeciras (creado en los últimos años). Los estatutos de la institución recogen que “la Zona Franca nace para promover el desarrollo socioeconómico de toda su área de influencia”, que hoy en día es toda la provincia gaditana.
La Zona Franca de Cádiz es parte del territorio del Estado donde se aplica un régimen aduanero especial, considerándose que las mercancías se encuentran fuera del territorio aduanero de la Unión Europea, donde no están sujetas a los derechos de importación y a la aplicación de las medidas de política comercial. Ello le convierte en “un lugar idóneo para realizar y potenciar el comercio internacional”.