La plaza de la Catedral de la capital gaditana, como otros espacios “icónicos” de Madrid, Barcelona, Granada, Huelva, Mallorca, Ibiza, Vigo, A Coruña, Santander o Gran Canaria, amanecía este viernes repleta de cientos de zapatos, emulando una concentración de personas.
Junto a estos, diferentes mensajes han querido recordar que, “aunque estemos inmersos en una emergencia sanitaria y social, la crisis climática es la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad; pone en riesgo real la existencia de la especie humana, como señala la comunidad científica”.
Es parte de la campaña bajo el lema ‘Covid hoy, crisis climática mañana, actuad YA’ llevada a cabo por el movimiento internacional de desobediencia civil pacífica Extinction Rebellion (XR); que exige participación ciudadana y actuación inmediata contra el calentamiento global en el proceso de “reconstrucción” que se abre a raíz de la pandemia del coronavirus.
Los convocantes de esta acción apuntan que “a pesar de ser un movimiento masivo”, se ha optado “por movilizar al mínimo número de rebeldes y garantizar el cumplimiento escrupuloso de las medidas sanitarias por responsabilidad ciudadana”. Y se asegura que la mayoría de los zapatos en esta protesta “se donará a diversas asociaciones y organizaciones benéficas”.
El Brote XR- Extinction Rebellion Cádiz, con estos zapatos, y según expone en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, ha querido representar “a todas las personas que, aunque no puedan estar in situ por la situación de emergencia sanitaria, sí deben tomar las decisiones de cambio que necesitamos”.
Este movimiento considera “imprescindible” implementar “sistemas más robustos de democracia directa y participativa para que en el periodo de reconstrucción no se deje de lado el clima, la biodiversidad y la justicia social”; “debe asegurarse que ni el planeta ni las personas más vulnerables queden como damnificadas de esta crisis y acabe la impunidad de las grandes empresas contaminantes”, se agrega.
Además, esos zapatos, en su variedad, “reflejan a toda la sociedad, cuya diversidad está representada en una Asamblea Ciudadana para la Emergencia”, tal y como establece la tercera demanda de XR. Un órgano de este tipo, se afirma, “se constituye por sorteo representativo, recibe el asesoramiento de científicos y expertos, delibera y llega a decisiones vinculantes, en este caso sobre la emergencia climática”. De esta forma, “se desbloquea la toma de medidas necesarias para mitigar la crisis climática, situando el bien común por encima del interés económico o partidista”. Otros países, como Irlanda, Francia o Reino Unido, “ya han utilizado este tipo de herramientas para tratar temas de calado”.
“La crisis del coronavirus ha puesto la salud en el centro. Sin embargo, para proteger realmente la salud a nivel mundial, es necesario conservar el sistema de prevención natural contra esta epidemia: la biodiversidad. El Programa para el Medio Ambiente de la Organización de las Naciones Unidas (PNUMA) advierte de la necesidad de proteger la biodiversidad para prevenir pandemias”, insiste este colectivo; incidiendo en que “unos ecosistemas sanos y funcionales son mucho más resilientes y permiten atajar la transmisión de virus entre animales y personas, además de reportar muchos otros beneficios”. No obstante, “esto solo es posible si se detiene la pérdida de biodiversidad y se limitan las emisiones de gases de efecto invernadero”, como reclaman también estos activistas.
Extinction Rebellion se presenta como un movimiento global que utiliza la desobediencia civil y la acción directa no violenta “contra la inacción política ante la emergencia climática”. Dirige tres demandas a los gobiernos: “decir la verdad sobre la gravedad de la crisis climática, actuar con urgencia para reducir las emisiones a cero neto en 2025 y crear asambleas ciudadanas que garanticen la participación ciudadana en la transición ecológica”.