DÍA 12 (12ª CLASIFICATORIA)
Cádi, si te aburres es porque quieres: presentación del cartel de la Ostionada, también del cartel de la Semana Santa, otra manifestación pro-Palestina, Sergio González haciendo las maletas…, de todo para este sábado sabadete. Y para rematarlo, la duodécima noche de las clasificatoria del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2024).
Una función muy tragable de preliminares, destacando ‘Asesinato en el Cádiz express’, el coro de los niños en tren jugando al Cluedo; la comparsa guerrera ‘Los sacrificaos’ del Jona, moviendo peones en el ajedrez-capitalista; la chirigota de Écija ‘Te como tu cara’ dando bocaos; y ‘Los pihorror’, la de los Sabajanes desde La Isla, de pierrots surrealistas, o no tanto.
Espera espera, Juan. Que el Procopio ha redactado un comunicado pidiendo “perdón” a las tres últimas concejalas de Fiestas a las que recurrió en su repertorio para hacer una orgía con Vicente Sánchez: “nunca hubo intento de ofender o utilizar a la mujer como objeto”, interpreta. Somos el resto los que tenemos la mente viciada. Afú. Maripili, dale a la palanca y que derrape en las curvas este cronicón sin cadenas en las ruedas. Y si algún mecenas quiere adoptarnos como mascota, to es hablarlo.
‘Asesinato en el Cádiz express’, a lo Angela Lansbury
Las 20.05 horas. Arriba telón. Chaca chaca chaca. El coro de los niños, enlatado como en el Cercanías un laborable en hora punta; sale este vagón carnavalero buscando la final, como destino…, pero, girito, “han matado a don Carnal, al culpable hay que buscar, hemos de encontraaaar”. ‘Asesinato en el Cádiz express’ se presenta de forma singular, planteando la historia: ¿quién ha sido el malaje? Inés Migueles Pájaro y Nandi Migueles, en la autoría. Con una puesta en escena mu conseguida. De entrada, un metatango, con la pesada mochila de cuarenta años de un coro que “lucha por ser primero, pero primero en la amistad”. Aro aro, Juan. Mucho mucho love en la segunda letra reglamentaria…, “tengo amor de to los colores, de tantos corazones, que me dan refugio… pero ese amor de quererte a ti mismo no puede faltar, que mientras a ti no te quieras ni mil amores te salvarán”. ¿Amor onanista? Tanda de cuplés a la velocidad de AVE: manifestaciones fachas en Ferraz y pijos nostálgicos moscas con su pulisía, “y es que un porrazo me lo han pegado en la misma falange”; y otro tecnológico modenno, del tirón pal logopeda. “Que si te subes, tú de emociones vas a morirte”. La novela de suspense se desarrolla en un popurrí metacarnavalero que engancha, con el detective sospechando de la prensa, “que con críticas nocivas asesinas poco a poco a don Carnal”; del jurado, “mientras sigas votando a aquellos que de Cádiz no llevan su sello, a don Carnal aniquilas”; de los “raritos” atrincherados de las redes; y de autores, comparsistas y chirigoteros artistas, buscando la fama…, “entre todos, ya lo veis, sois los culpables de matar a don Carnal… si te sulfuro, será porque te amo, si te defiendo, será porque te amo, que nadie quiera cambiar un carnaval verdadero que nace del pueblo que jamás morirá, será porque te amo…”. Las culpas repartidas y un final jaleoso que se entiende regulero con esos bombazos que te pegan, con la instrumentación sonando sobre las voces. A Juan le ponen los repertorios redondos. Con parada intermedia en el Falla, “que aquí muero yoooo”.
‘¡¡Se prohíbe el cante!!’, jaleo jaleo
Comparsa con tipo de comparsa, barbas, sombrerito, pañuelito al cuello…. Ya canta, pese a la prohibición del tabernero, ‘¡¡Se prohíbe el cante!!’, agrupación sevillana de Alcalá de Guadaira con Ramón Jiménez Zamudio y José Manuel Utrera López en la autoría. “Si es cierto que con el cante y con el buen vino pueden curarse las penas, esta noche me emborracho y cantaré mientras me duelaaaa”. Acabando la presentación chillaíta al borde del escenario. Están de moda los blanqueamientos borbónicos, y los pasodobles que aconsejan a la Leonor, la que dicen será tu futura reina; el padre, o la abuela, le pide que no aguante a alguien como el Juancar, vaya…, “ya eres mayor, no hagas en tu vida lo que no quieras…”. ¿Y nosotros tenemos que aguantarla a ella, y costearla? El otro llama a los andaluces a la separtación, una Andalucía que “Madrid no respeta… pero sale a la calle y protesta por una amnistía… haz como el catalán, que tú tienes que luchar por Andalucía”. Se mantiene esa pasión impostada que chirría. A los cuplés: “a ver si España estalla, con suerte los sevillanos pillamos un trozo que tenga playa”; y un perro mu petardo. “Cáaaaadi, dime aunque sea mentira, que me quieres vida mía, y brindando te canto por bulerías”. El cante flamenco y aflamencado inunda ese popurrí pasito palante, pasito patrás, sube baja sube baja, ni izquierda ni derecha, que tiene claro que “Andalucía, si sale a la calle, se van a enterar lo que es un jaleo… cuando las penas me abrazan, el andalú me consuela”. Juan, haciendo la revolusión, de centro, acodado a la barra de la peña.
‘¡¡He vuelto!! (El barrio)’, cerca… lejos…
Epi y Blas, viendo un partido del Cádi en la tele, abren la parodia del cuarteto ‘¡¡He vuelto!! (El barrio)’, con letra de Ramón López Rodríguez y música de Daniel Illesca. Y de repente también sobrevuela las tablas Súper Coco, mosqueao con los carteles de ‘se traspasa’, “que ya me he roto dos o tres veces la nariz”. Risas con efecto retardado. No falta la rana Gustavo, el reportero más dicharachero de esta cosa, que se va nutriendo de temas variopintos e inconexos. Los silencios gélidos van evidenciando que no cuaja, y encima se alarga como la lista de espera de la sanidad pública. Dos días después entona ¡¡los cuplés!!, más celebrados por el meneíto en el escenario que por las letras, con una gachí sin oreja y rabo el día de su no-boda con un torero, y semen que alimenta, afúuu. “No te queje más, capullo, ese zapato no es tuyo”. Azafrán, azafrán. El tema libre es una continuación de la parodia, sin norte, sin hilo, pero con un “stop” en la ventana, “lo que se lleva ahora”. “Y soy feliz, poniéndome mi disfraz, mis dos coloretes…”, y con shentimiento de Aliexpress se pone fin a este quiero y no puedo agónico, que se pasa de coción; el jurao, sieso, les multa, con seis puntitos de sutura. Si Espinete levantara la cabeza… Juan, ¿qué fue de Ana, soy Ana, los chicos de este barrio quieren ya jugar con Aaaana…?
‘El apotecario’, de guardia 24 horas
Juan, está visto y comprobado que si eres imberbe no vales pa comparsista. Algeciras pisa otra vez las tablas con la comparsa ‘El apotecario’, “te cuida por siempre este humilde apotecario”: persona que vende especies, las mezcla y elabora fármacos. Gracias, RAE. Con el caldero en el coco, y la botica en mitad de un bosque. Reivindicando su gaditanía en el primer pasodoble, “que yo nací en Algeciras, mi tierra y yo la amó, pero dígame a mí si yo no soy un gaditano”. Un padre separtao, lamentando el castigo de su niño… “entenderás el amor que por un hijo siente un padre”; para la segunda letrilla de comparsa comparsa. El autor de la letra es José Antonio Jiménez López, y de la música, Antonio Manuel Malia Delgado. En un cuplé mandan gratuitamente “al caraho” al Perro Sánchez. En el otro se “cagan en las castas” del Puigdemont. Chupito. “Al compás del tres por cuatro, yo te lo voy a curar”. Recetando remedios, potingues y paracetamol cada ocho horas pa tus achaques y los de tu tierra en ese popurrí, plano, que acaba arrepentido, “que la fuerza más grande no te la dan pociones, te la dan sus corazones… que no hay nada en este mundo que a ti consiga arrodillarte, levántate, mira hacia al frente y adelante… que la mejor cura y poción tú la has tenido siempre en tus manos”. Juan, ¿a ver esas manos? A ve si nos cortamos las uñas…
‘Los pihorror’, po me la coges con las dos manos
Momento de una chirigota tristona de San Fernando, ‘Los pihorror’, sí, pierrots abatidos…, “esto ehh, carnavá, esto ehh, carnavá… y aunque acaba de empezar, po a ver si se acaba ya”. Todo mu lacio, todo mu satírico, mu surrealista, hasta ese atrezzo random. Comparsistas que no lo quieren ser. Por ahí anda la ida de olla de los Sabajanes, Servando Aarón Sabajanes Gallardo y Servando Domingo Sabajanes Cortés. En todo en la vida “siempre hay un pico”, defiende uno de los singulares pasodobles, con un chimpón que se ve de venir de lejos…, “y to el pico de una mesa, más de una vez me he clavao… y no se te ocurra nunca, sin preguntar, de darle un pico a una futbolista”. ¡¡Guillette!! “A la mujer luchadora, por la igualdad y en contra del machismo”, entona la segunda letra machista sin medida, obviamente con retintín extremo. Se meten en el papel de pierrots con shentimiento horroroso. “La vida del comparsista, qué vida más perreá… carnavá, carnavá, carnavá, y por la noche a currar, ¿a currar?, Cáiii, por la noche pa el Pay Pay”. El estribillo adecenta la tanda de cupleses chungueta, al tipo. El fatigoso existir del comparsista profesional 366 días al año trata de sostener un popurrí guasón con personalidad propia, que acaba rendido a la calle, “eso sí que es carnaval”. Y con el tipo B, a cantar en una ilegal…, “y si esto no te ha gustado, po ya sabe lo que rima… Los hawaitanos, nos vamoooos”. Esto es un sí, Juan.
‘Los sacrificaos’, jaque mate
Con el Falla calientito llega el momento de la comparsa del Jona, la comparsa con letra y música de Jonatan Pérez Ginel, la comparsa ‘Los sacrificaos’, asín como en la carretera de Astilleros tras la lucha del metal. “El mundo es como un ajedrez, en el que las reglas del juego te son impuestas al nacer, la mayoría es un peón, que adoctrinados por el miedo, se utilizó y sacrificó para que alguien superior no perdiera privilegios… nos separaron, nos convencieron, sentados frente al televisor… si he de ser sacrificao, que sea por cantar lo que he cantao, lo que nunca me he callao”. Rompiendo el tablero en el holaquéhay. Cocinando una nueva agrupación en ese pasodoble sacrificao, sacrificao, “aquí otra vez, por traerte nuevas coplas, por contarte mi verdad… yo no sé, Tacita maldita, qué es lo que me has dao, que por más palos que llevo a las espaldas, vuelto a tu fiesta aquí sacrificao”. ¿La EDUSI?, la EDUSI sin gastar del todo también tiene hueco en un pasodoble en el que repasan proyectos pendientes, a medias y prometidos…, “por culpa de administraciones que no hicieron nada… mientras que Cádiz muere abandonada”. Güeeeenooo. Los tatuajes de los carnavaleros y el clima dislocao te rellena esta tandita de cupleses con estribillo superior, “pero si atacan a Cádi no hay figura que me empate, me vuelvo loco de remate… no sé qué tienes chiquilla, que siempre me sacas de mis casillas”. El tono crítico, agitador, guerrillero baña un popurrí-ajedrez que dice cositas, como debe ser…, “al igual que en este viejo juego, sólo somos piezas de un tablero que se sacrifican… paga y paga, paga una vez más… aflójame el cinturón que ya no aguanto por dios, como un día explote, aquí se termina el juego… podemos poner en jaque hasta nuestra majestad… bendito sean los obreros y obreras de nuestro Cádi… que Cádiz no tiene reyes porque rojo es su pendón, aunque sí tiene una reina, y esa es la madre que me parió”. Juan, baja el puño ya, que nos vamos con el Jona al mataero.
‘Te como tu cara’, suavecito para abajo, para abajo, para abajo…
Y poniéndole el bozal a la sesión ya dominguera, la provincia sevillana trae al Falla una docena de psicópatas caníbales amordazados, los Hannibal Lecter de Écija, la chirigota ‘Te como tu cara’…, “verá que en este concurso no voy a comerme ná”. La letra se la apuntamos a Juan Francisco Castro Fernández, y a la música al hermano, David. Cádi les sacia con sus cositas en la primera letra-piropillo, “dame un trocito chiquitito de tu corazón, que con eso estoy comío…”. Mueven los brazos menos que tú, Juan. Un poco más de lo mismo en el segundo pasodoble, engatusando con el repaso a las “genialidades” que brotan del Carnaval de Cádi, “y no existe inteligencia artificial que lo supere”. “Yo no me como esa porquería”, suelta el primer cuplé indigesto con una piba vegana y nosequé más cosas; y orgía con el Stephen Hawking, o argo, en el complementario. “Mucha suerte, mucha suerte, ¿suerte?, ¿suerte?, ¡¡que me suelte!!”. Con alguna pamplina más acertada que otra en ese popurrí carcelario, otro más, que se come casi de tó…, “a mí me gusta el Pacoli, pero me quedo con hambre…”; con la cuarteta estática “y Echenique lo baila así”, y la del “porque todos tenemos un amigo… embalao”, revoleando al personal en el teatro. Y en carretilla los trajeron y en carretillas se los llevan. Henchidos.
Las 00.30 horas. Baja el telón. Po no ha estado malota la función, tras una sesión de cantera de mediodía en la que la que se conocieron los primeros finalistas del COAC 2024, los de infantiles: ‘Un cuarteto en peligro de extinción’, ‘Vaya elementos’, ‘Blam, blam, blam, somos los hijos secretos de Diego Tristán’, ‘Papá, mamá, tenemos un problema’, ‘Tochicko Mikay’, ‘Los indigestos’, ‘Los tristina’, ‘A las cuatro nos vemo en la 2’, ‘Las hijas de Neptuno’, ‘Si yo te contara…’, ‘Vaya cacao de comparsa’, y ‘Calle Febrero’. Enhorabuena a los premiados. Juan, me la coges con las dos manos. Pulsa al enter para que la Inteligencia Artificial nos saque de esta parrafada con una frase célebre de campeonato: “No hay risa más triste que la risa de un Pierrot”, dicen que dijo Jean-Paul Sartre. Vaya, que este francés tampoco era la alegría de la huerta…. Dany Rodway
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