Un año más, al llegar estas fechas, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha vuelto a repartir en toda la comunidad el denominado Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) o, dicho de otro modo, los incentivos económicos que abona a casi todos sus trabajadores -deja fuera al personal temporal que no haya estado un mínimo de cuatro meses en una misma unidad- según hayan cumplido en mayor o menor medida, y según su criterio, los objetivos de gestión que establecidos, “relacionados en su inmensa mayoría con la contención del gasto o el aumento de la actividad y muy poco con la mejora real de la calidad asistencial”.
Y las secciones sindicales de CGT y Autonomía Obrera en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz insisten en indignarse ante este reparto de incentivos. En el caso concreto del centro gaditano, la cantidad exacta que se ha distribuido entre la plantilla supera los 5,5 millones de euros, “cifra muy similar a la que se abonó el pasado año”.
El montante global “resulta algo menor de lo que por este mismo concepto se repartía en años de bonanza económica”, pero aún así, para estos sindicatos, “sigue resultando, una cifra absolutamente escandalosa e inaceptable” por dos razones: “porque nuestro rendimiento o compromiso no debería venir determinado por incentivo económico alguno, sino por nuestra mera condición de empleados públicos al servicio de la salud de la población”; y sobre todo, porque tales pagos de incentivos “tienen lugar en un escenario general de graves recortes en multitud de partidas sanitarias (especialmente en personal) y cuando en nuestros centros escasean a diario materiales básicos o cierran camas periódicamente para contener el gasto”.
Estos 5,5 millones, agregan desde Autonomía Obrera y CGT, para hacer una idea de su alcance, “viene a suponer aproximadamente un 50% del presupuesto de nuestro centro para personal eventual y sustituto durante todo el año”, por lo que “si en lugar de destinar ese dinero a incentivos, los dedicásemos a contrataciones, la plantilla de personal temporal aumentaría de forma notable, mejoraría la calidad de atención a los pacientes y no tendríamos, por ejemplo, que asistir al vergonzoso cierre de camas de todos los veranos”.
DISTRIBUCIÓN DE INCENTIVOS IGUALMENTE “ESCANDALOSA”
Con todo, si ya de por sí el volumen global de estos incentivos “resulta escandaloso”, aún más lo es, para estos sindicatos, la distribución específica entre los distintos colectivos de trabajadores del Puerta del Mar. Y es que el total de beneficiarios con estos incentivos asciende a 3.298 personas, “pero no todas, obviamente, van a resultar retribuidas con la misma cantidad”. De hecho, la persona que más cobra percibe más de 10.500 euros extra, mientras que la peor retribuida percibirá tan sólo 1,27 euros.
La causa de esta “brutal disparidad” de cifras reside en varios factores, pero el elemento determinante lo constituye la enorme diferencia que existe entre la cantidad que se paga por alcanzar el 100% de objetivos en las diferentes categorías laborales. Así, por ejemplo, si has alcanzado una puntuación máxima de 10 y eres director de alguna Unidad de Gestión Clínica, recibes una cantidad media de 12.000 euros, pero si eres un trabajador del grupo E (celador, pinche, lavandero, etc.) la media a percibir se reduce hasta los 484 euros.
De este modo, este sindicato revela que aquellos que en el hospital de la capital gaditana perciben más de 1.000 euros, que son el 49% de la plantilla, van a concentrar en sus nóminas el 83% de los incentivos repartidos, es decir casi 4,6 millones. Pero hay más, dentro de este grupo, alrededor del 30% (507 personas) se llevan más de la mitad de ese dinero, En el otro lado de la balanza, los trabajadores que van a cobrar menos de 1.000 euros por persona, y que agrupan al 51% de la plantilla, se repartirán unos 950.000 euros (el 17% de este Complemento al Rendimiento Profesional total).
Los sindicatos denunciantes inciden en esos poco más de 500 trabajadores del Puerta del Mar que vienen a absorber, en suma, casi el 44% de los más de 5,5 millones que se reparten en todo el centro, es el constituido, fundamentalmente, por directores de las Unidades de Gestión Clínica (designados directamente por el gerente), el propio equipo directivo del centro, la gran mayoría del colectivo de facultativos especialistas y los cargos intermedios de la División de Enfermería. “Todos ellos son los que realmente tienen capacidad para determinar estancias medias, dictar altas, indicar unas u otras pruebas, contener el gasto farmacéutico, reducir contrataciones, etc., y es, en definitiva, el grupo para el que realmente se creó y estructuró el sistema de incentivos en el SAS y el modelo de las Unidades de Gestión Clínica”, se asevera. Un sistema ratificado en 2002 por CCOO, UGT y CSIF. La productividad que percibe este “selecto grupo” oscila entre los 3.080 euros y los 10.554 euros.
Estas cifras “no son sino otra prueba más de lo enormemente injusto de un concepto que, desde su creación hace ya 15 años sólo ha servido –interpretan desde CGT y Autonomía Obrera-: en lo retributivo, para agravar las diferencias salariales, generando desánimo y desmotivación; en lo asistencial, para favorecer la reducción de costes, deteriorar la asistencia y obligarnos a todos a dedicar cada vez menos tiempo a los enfermos y más al registro burocrático de parámetros catalogados como objetivos; y en lo laboral, para potenciar la sumisión a los jefes y la marginación de los ‘díscolos’ que prefieren la atención digna a los pacientes sobre las diligencias burocráticas, las disminuciones forzosas de estancias o la reducción de las indicaciones”.
“UNA INMORALIDAD ABSOLUTA” QUE “URGE CAMBIAR”
Pero además, “en la situación general de crisis que hoy día vivimos, donde más de 4 millones de ciudadanos –en España- no tienen siquiera un salario que llevar a sus casas y más de la mitad no recibe ya ningún tipo de prestación económica”, el Complemento al Rendimiento Profesional “es, y discúlpennos quienes discrepen, una inmoralidad absoluta”.
“¿Cómo podemos percibir más de 300 millones de euros adicionales en toda Andalucía mientras miles de compañeros aguardan desesperadamente en las listas de la nefasta bolsa se empleo temporal una oportunidad para trabajar, y mientras los ciudadanos sufren los recortes presupuestarios del SAS?”, se preguntan estos sindicatos, que reclaman un “cambio radical de filosofía” en estas percepciones retributivas en concepto de productividad: “urge que desde los máximos responsables del SAS y las direcciones de los sindicatos de Mesa Sectorial se inste un nuevo acuerdo sobre este complemento por el que una pequeña parte del mismo se incorpore de forma estable a los salarios de las categorías más desfavorecidas y otra, la mayoría, se destine íntegramente a contrataciones”.
“Es lo mínimo que entre todos debemos hacer para apoyar a quienes más padecen esta coyuntura; es nuestra obligación básica como trabajadores con un empleo seguro y nuestro principal deber moral como empleados de un servicio público”, se sentencia.