La Catedral de Cádiz es uno de los monumentos más fotografiados y visitado de la ciudad: en el primer semestre del año, desde el 1 de enero hasta el 30 de junio, reconoce haber recibido más de 173.000 visitas turísticas, de pago (8 euros la entrada general), cuyo beneficio revierte en el propio edificio responsabilidad de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
Y precisamente para seguir captando al turista, se acaba de añadir una “experiencia inmersiva 360º que permite sobrevolar el templo gaditano, y disfrutar de una envolvente recreación de Cádiz en una de sus mayores épocas de esplendor: el apasionante siglo XVIII”.
Uno de los primeros en probar el “emocionante viaje por mar, por tierra y por aire que comienza desde los fondos marinos del océano Atlántico”, en esta presentación ante la prensa, ha sido el Obispo Rafael Zornoza, a punto de jubilarse, quien la ha calificado como “impresionante”; además, ha agradecido al Cabildo el esfuerzo que hace por poner al servicio de los visitantes de la Seo este atractivo turístico, “que pone más en valor si cabe el monumento artístico más representativo y más señero de la ciudad”.
Por su parte, el deán de la Catedral, Ricardo Jiménez, ha asegurado que este nuevo proyecto de realidad virtual “favorece la visita cultural en el primer templo de la diócesis. Esperemos que sea muy bien acogido por nuestros visitantes y que salgan más satisfechos de la Catedral”.
Y el director de la empresa que gestiona las visitas turísticas, ArtiSplendore, Francisco Moya, ha mostrado su satisfacción por seguir contribuyendo en “el enriquecimiento de la visita cultural” con esta experiencia que su empresa lleva implementando desde hace dos años en otras catedrales.
“REALISMO INMERSIVO” AL NIVEL DE OTRAS CATEDRALES
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se detalla que “es la voz del océano” la que guía al usuario durante la experiencia, mostrándole también el bullicio y el esplendor comercial de una ciudad que fue aquellos años, en el siglo XVIII, el nexo entre Europa y América; y donde su catedral “es símbolo y referente”. Templo cuyas obras comenzaron en 1722 y se dieron por finalizadas en 1838 (116 años a través de los cuales se ve el cambio de estilo y los gustos de los distintos arquitectos).
A través de 25 puestos VR (23 situados en la cripta y 2 en las naves de la Catedral para las personas de movilidad reducida), la estación inmersiva de ArtiSplendore completará la visita al monumento: “el objetivo primordial no es otro que el de acercar aún más el conocimiento y el respeto hacia el patrimonio a toda la ciudadanía, lo cual incluye de forma muy especial a todas aquellas personas que presentan algún tipo de diversidad funcional”.
La experiencia (en varios idiomas) permite disfrutar de un fantástico entorno digital que emerge del fondo del mar para, a continuación, recorrer el bullicio de uno de los puertos comerciales más importantes del mundo durante el siglo XVIII. Ya en el interior, son los vuelos de drone los que permiten al usuario apreciar cada detalle de la catedral desde una perspectiva “totalmente novedosa y envolvente”. El coro y la sillería, su elegante girola, o su conmovedora cripta construida bajo el nivel del mar, son solo algunos de los ejemplos de los que se pueden disfrutar en este ‘viaje’.
“Una obra audiovisual que es, en definitiva, el resultado de múltiples esfuerzos y perfiles profesionales: desarrolladores de software y hardware, investigadores, guionistas, compositores, productores, editores o locutores”, se incide. Un realismo inmersivo que se pone ahora en marcha en la Catedral de Cádiz y se suma al ya extenso camino de experiencias 360 de la empresa ArtiSplendore en numerosas catedrales de España e Italia.