La ordenanza de ocupación de vía pública con terrazas y otros elementos anexos en establecimientos de hostelería del Ayuntamiento de Cádiz al fin ha dado un paso adelante, tras más de un año consensuándose y las piedras en el camino de Horeca y los partidos de la oposición.
Tras el acuerdo en los últimos días con la patronal de hostelería, el texto se ha elevado este jueves a pleno extraordinario y ha sido aprobado inicialmente con el apoyo de todos los partidos salvo el PP, que se ha abstenido, aunque ha comprometido su voto a favor en la aprobación definitiva cuando se incorpore en el periodo de alegaciones un paquete de cuestiones que ya han sido acordadas.
Esta sesión plenaria, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, también ha votado la propuesta de resolución de las sugerencias presentadas al proyecto tras el proceso de consulta pública. Por unanimidad se han aceptado 21 sugerencias relativas a cuestiones gramaticales y de estilo planteadas por Ciudadanos. Con el voto del equipo de Gobierno y del PSOE se han desestimado las 18 restantes del partido naranja, incluyendo una que se ha votado por separado referente a la redacción de planes de regulación de espacios para la instalación de terrazas en lugares singulares. Asimismo, con el voto contrario de PP y Cs, los partidos del Gobierno local y el PSOE han apoyado la desestimación de las 14 sugerencias planteadas por Horeca en el periodo de consulta pública.
Tras esta aprobación inicial, se abrirá un periodo de alegaciones y, posteriormente, la ordenanza volverá a pleno para su aprobación definitiva. El deseo del bipartito es que pueda entrar en vigor a principios de 2019. Y se ha apuntado en el transcurso del pleno extraordinario, existe ya un compromiso del equipo de Gobierno para incorporar al texto final una serie de alegaciones de Horeca que se plantearán en este periodo que ahora se abre.
Cuestiones que no rompen el contenido y que no afectan a la accesibilidad, a la seguridad de los trabajadores o a las reglas de reparto de los espacios públicos. Serán “puntualizaciones de mejora para el propio día a día de la hostelería” vinculadas, por ejemplo, a que no tengan que recoger las mesas y sillas de terrazas con cerramientos cuando finalice el horario de apertura al público, o dar mayor margen de tiempo para la recogida de las terrazas.
Precisamente en ello ha fundamentado el PP su abstención, argumentando que es una “garantía” para que se incorporen esas alegaciones al texto definitivo. El resto de grupos ha votado favorablemente a la aprobación inicial del documento.
El concejal de Urbanismo y Vía Pública, Martín Vila, ha destacado que se trata de una ordenanza “absolutamente necesaria” y que viene a eliminar cualquier tipo de arbitrariedad, así como a dar seguridad jurídica tanto a ciudadanos, como a hosteleros y al propio Ayuntamiento a la hora de hacer cumplir la legalidad.
Y por enésima vez ha subrayado el alto grado de consenso que ha alcanzado esta ordenanza tras 18 meses de trabajo en una mesa “plural y diversa” en la que han participado todos los agentes implicados. Esto incluye a asociaciones de personas con diversidad funcional como Agadi y ONCE, la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de Abril, de consumidores y usuarios Facua, La Zancada en representación de los peatones, los sindicatos CCOO y UGT, la patronal de hostelería y los grupos municipales que han estimado participar.
Entre otras novedades, se incorpora que las autorizaciones de ocupación estén ligadas a que los establecimientos cumplan con la normativa en materia de accesibilidad, que los hosteleros estén al día con la Seguridad Social (cuestión que ha sido finalmente aceptada por Horeca pese a ciertas reticencias iniciales), al tiempo que facilita los trámites a la hora de gestionar las autorizaciones. Asimismo, se establece que el órgano encargado de velar por el cumplimiento de esta ordenanza de terrazas será una mesa de seguimiento integrada por todos los actores que han contribuido a su elaboración.
UNA REGULACIÓN “EN LA QUE TODOS PODAMOS SENTIRNOS CÓMODOS”
Este concejal de Ganar Cádiz en Común, en nombre del bipartito, se ha mostrado “muy satisfecho” con esta aprobación inicial, ya que se trata de un texto “consensuado” por todos los agentes implicados que garantiza un marco de convivencia en los espacios públicos de la ciudad y que, además, introduce elementos de protección para los propios trabajadores de la hostelería.
“Hace ya 18 meses que iniciamos esta tarea, incorporando a la mesa de trabajo no sólo a la hostelería, sino también a representantes en defensa peatones, consumidores, sindicatos y también a los vecinos”. Según ha comentado, ha sido una labor “ardua” en la medida de que ha abordado “un debate que nunca se había abierto a la ciudad”, ya que era “un debate que estaba secuestrado por el PP, entonces gobernando, y la propia patronal de hostelería”, ha relatado el también primer teniente de alcalde en una comparecencia tras el pleno.
Vila ha abundado que ese debate ha sido “cómo ordenamos el espacio público, entendiendo que en las plazas y calles no solamente debe haber espacio para la ocupación con mesas y sillas, sino también espacio para la convivencia no vinculada al consumo”. Las plazas y calles “tienen que ser para vivirlas, para el disfrute vecinal y libre y, por tanto, con esta ordenanza garantizamos espacios y plazas singulares en esas reglas de reparto”, ha agregado.
El resultado es un proyecto de ordenanza que establece una regulación “en la que todos podamos sentirnos cómodos”, puesto que las aportaciones que han puesto sobre la mesa los vecinos, los hosteleros, los consumidores o los sindicatos “establecen ese marco de convivencia”.
Para el Ejecutivo liderado por José María González ‘Kichi’ es “importante” que la ordenanza “incluya un elemento de protección a los trabajadores de hostelería”, ya que “siempre que hablamos de turismo y de repunte en el trabajo no podemos olvidar la alta precariedad que existe en el sector”. De ahí la relevancia de incorporar la obligación de que aquellos que ocupan los espacios públicos con mesas y sillas que estén al día con la Seguridad Social, ya que “permite que estos trabajadores tengan un elemento más de protección” y, al mismo tiempo, redunda en “un turismo de calidad”.
Otro de los aspectos que ha destacado es la obligatoriedad de señalización, lo que permite “garantizar el control de estas ocupaciones facilitando el trabajo de los técnicos municipales” y también ayuda a “evitar la competencia desleal que se da entre los propios hosteleros cuando alguien ocupa por encima de las autorizaciones concedidas”.
Vila confía en que la nueva ordenanza municipal pueda estar definitivamente aprobada y aplicándose “a principios de 2019”.
PUNTOS DESTACABLES
Entre otras novedades, se incorpora esa exigencia de que los hosteleros estén al día en la Seguridad Social y que no tengan deudas con el Ayuntamiento. Asimismo, el texto recoge la creación de una mesa de seguimiento en la que participarán todos los actores que han contribuido a su elaboración y que tienen ya diferentes encomiendas. Entre ellas, destaca la creación de un sello de calidad que comportará la calificación de los establecimientos como empresa socialmente responsable, por lo que tendrá en cuenta componentes como el ambiental, de accesibilidad o en materia de empleo.
Asimismo, la ordenanza incorpora el cumplimiento de los objetivos en materia de calidad acústica para garantizar el descanso de los vecinos con este tipo de elementos auxiliares en la vía pública.
En materia de accesibilidad, garantiza el itinerario peatonal en todos los puntos de la ciudad dejando libre de obstáculos un mínimo de 1,8 metros, y también garantiza las condiciones de accesibilidad con un paso de tres metros como mínimo en todas las vías para la circulación de vehículos de seguridad y emergencia. El carril bici debe quedar completamente libre, se garantiza el acceso comercios y edificios y, entre otras medidas de protección del vecino, no se permitirá el establecimiento de terrazas a menos de un metro de la entrada o huecos de vivienda.
Otra de las novedades más destacadas es la obligación de los titulares de las autorizaciones a señalizar los límites del espacio autorizado conforme a las instrucciones del Ayuntamiento, lo que facilitará a los servicios municipales las labores de inspección y control, a los vecinos comprobar si las ocupaciones son conformes a la autorización y, a su vez, evitará la competencia desleal entre hosteleros.
La ordenanza recoge cuáles son los espacios singulares del centro y de extramuros, donde se respetará la regla de 1/3 de ocupación privativa y 2/3 de uso público. Se incorporan como anexos planos a título informativo de cómo resultaría la aplicación de esos criterios, que mejoran la alienación garantizando la accesibilidad sin perder mesas ni sillas respecto a las que están actualmente autorizadas.
El texto también incorpora mejoras en lo que se refiere a la tramitación, pues se establece la posibilidad de renovación automática de las autorizaciones de ocupación en aquellos casos en los que no se produzca una variación de las circunstancias. Esto permite “evitar burocracia, agilizar los trámites y aliviar de trabajo a las propias delegaciones municipales”.