La AVV de Segunda Aguada, en Cádiz apoya aquellas propuestas e iniciativas en favor de la mejora de la limpieza, en concreto en cuanto a las cacas de perros que ensucian las calles. Aplaude las medidas que se están adoptando desde el Ayuntamiento como la puesta en marcha de una máquina especializada o la propuesta acerca de la creación de un registro de ADN, pero entiende que ante estas actitudes incívicas “es necesario el cumplimiento de las ordenanzas municipales”, y empezar a multar.
La Asociación de Vecinos de Segunda Aguada, en Cádiz, que asegura que mantiene una lucha desde hace años por mejorar el medioambiente del barrio “frente a actitudes incívicas que se traducen en multitud de excrementos que ensucian nuestras calles”, ha querido trasmitir su apoyo a aquellas propuestas e iniciativas en favor de la mejora de la limpieza.
En este sentido, estos representantes vecinales aplauden las medidas que se están adoptando desde el Ayuntamiento como la puesta en marcha de una máquina especializada en la retirada de cacas, o la propuesta aprobada por unanimidad en el último pleno municipal acerca de la creación de un registro de ADN “que permitiría identificar y sancionar a los propietarios que ensucian las calles con los excrementos de sus perros”, aunque “consideramos, que dicha medida debería ser a nivel autonómico para evitar que se puedan censar en otras localidades cercanas que no tienen esta norma y por lo tanto, no puedan ser localizados en nuestra ciudad”, se apostilla.
Con todo, se añade en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que al objeto de hacer frente a quienes hacen caso omiso a cuantas campañas de concienciación se llevan a cabo e incumplen las normas más básicas de la convivencia y del respeto a los demás, “es necesario el cumplimiento de las ordenanzas municipales”. Y actualmente, la ordenanza de Tenencia de Animales califica como infracción muy grave, sancionable con hasta 901 euros, el hecho de que “los perros dejen sus deposiciones en los lugares no permitidos y no sean recogidas por sus dueños o responsables”. Sin embargo, se añade, “todos sabemos que de poco sirve el establecimiento normativo de sanciones si no se vela por su cumplimiento con el suficiente rigor”.
“Carecería de sentido dotarnos de nuevas normas y ordenanzas si no se aplican las ya existentes” anotan desde la AVV Segunda Aguada, que cree fundamental que las autoridades se muestren “vigilantes” con el cumplimiento de dicha ordenanza “llevando a la práctica efectiva las sanciones oportunas reflejadas en la norma ante las distintas infracciones que tanto daño hacen a la imagen de la ciudad y a la vida de nuestros vecinos”.
“Pensamos que existen los recursos suficientes para que se vigile el cumplimiento de esta normativa, al igual que hacen otros municipios que con ello han conseguido una importante mejora de este importante problema”, se remarca, ya que estos vecinos entienden que las campañas de concienciación, información, reparto de bolsas y demás iniciativas “no han terminado por solucionar el problema”. Por ello, sentencian, “es necesario sancionar y obligar al cumplimiento de la norma”.
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