Adelante Izquierda Gaditana lamenta “el silencio y el desinterés” del alcalde de la capital gaditana, Bruno García, por no aprovechar la oportunidad de lograr fondos adicionales para el barrio de Segunda Aguada: “no es capaz de levantar la voz dentro de su partido por la ciudad, y lo cierto es que no gobierna para todas y todos: gobierna para el PP, básicamente”.
Frente a esta “pasividad” del nuevo alcalde de derechas, el portavoz municipal de Adelante Izquierda Gaditana y militante de Adelante Andalucía, David de la Cruz, acudirá este jueves al Parlamento Andaluz con vecinos de Segunda Aguada a la sesión donde se defenderá la enmienda presentada por Adelante Andalucía para que la Junta destine apenas un millón de euros “de un presupuesto de más de 46.700 millones” a los dos barrios más densamente poblados de la comunidad autónoma: Segunda Aguada en Cádiz y Carretera de Cádiz en Málaga.
De la Cruz confía en que el Gobierno de Moreno Bonilla sí integre finalmente la enmienda de Adelante, “que está basada en una realidad objetiva, que parte de un dato concreto y que obedece a una necesidad clara de los barrios con más densidad de población en la comunidad”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el portavoz municipal izquierdista asegura que Adelante Andalucía, “desde el espacio que ocupe”, estará siempre “del lado de las barriadas y las personas más vulnerables, y seguirá peleando para que se haga justicia y en favor de la igualdad de oportunidad entre todos los vecinos”. “Así lo defendimos en el pleno del Ayuntamiento, donde el PP votó en contra, y así lo defenderemos en el Parlamento de Andalucía con vecinas de Segunda Aguada”, sentencia.
Adelante Andalucía propone que el Gobierno andaluz destine un millón de euros de las partidas de publicidad institucional y “donde se están gastando muchísimo dinero” para financiar actuaciones específicamente en ambos barrios de Cádiz y Málaga (500.000 euros para cada uno) con las que mejorar los servicios públicos que allí se prestan y contrarrestar los desequilibrios que sufren estas dos zonas respecto a otras debido a su alta densidad de población, “lo que provoca una mayor presión sobre los servicios públicos de la zona, un desgaste más acusado de los espacios públicos, y una necesidad mayor de generar espacios sostenibles de encuentro y esparcimiento como palanca de transformación del barrio”.