Hartos de “promesas incumplidas”, exigen a la AVRA un compromiso por escrito donde se indiquen indemnizaciones si no su cumplen los plazos. Además, reclaman informes que garanticen la seguridad de los edificios actuales, que presentan un estado de grave deterioro. La remodelación integral del barrio se viene ejecutando desde 1992, y restan todavía dos fases.
Vecinos de las fases séptima y octava del Cerro del Moro, en Cádiz, han registrado un escrito dirigido a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), con copia al Defensor del Pueblo, en el que reclaman el “cumplimiento inmediato” de las promesas para construir los nuevos edificios de viviendas, cuyas obras acumulan 30 años de retraso.
Las personas afectadas, hartas de “engaños y promesas incumplidas” durante años y con diferentes gobiernos responsables (liderados por el PSOE y luego por el PP, que en los últimos tiempos se culpan mutuamente), exigen a las administraciones implicadas en esta promoción de viviendas que comuniquen por escrito la fecha de comienzo de la construcción, incluyendo que se establezca indemnizaciones a abonar en caso de que se vuelvan a incumplir los plazos.
Del mismo modo, según se apunta en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, estos vecinos avisan de que si no hay una respuesta inmediata, convocarán manifestaciones para visibilizar ante la ciudadanía la problemática que sufren.
APENAS HAY AVANCES DESDE 2012
La actuación en este barrio vulnerable de extramuros comenzó en 1992 a raíz de un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Junta, ejecutando la administración local las tres primeras fases (266 viviendas). La Junta promovió las tres siguientes (174 viviendas), entregando las llaves de la sexta fase en octubre de 2012. A partir de ahí, se ha llegado a un punto de estancamiento que ha dejado en un limbo y pendientes de ejecutar la séptima y la octava fase.
Fue necesario esperar hasta 2018 para la firma de otro convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Junta (todavía con el PSOE al frente), a través de la AVRA, promovido por el Consistorio, para las dos fases pendientes. Tras la correspondiente declaración de ruina de tres edificios de esta zona, se procedió a su demolición en 2020 para construir allí las viviendas que tienen que realojar a estas 70 familias.
Sin embargo, el proceso continúa paralizado y estas familias se han quedado atrapadas, “ya que ni las pueden vender ni tampoco pueden salir porque no tienen vivienda en la que realojarse hasta que la Junta construya el nuevo edificio”. El PP, ahora en el Gobierno andaluz, se defiende cuestionando que ese último convenio “no tenía ni dinero, ni proyecto ni acuerdo con los vecinos”.
LOS AFECTADOS ESTÁN ATRAPADOS EN INFRAVIVIENDAS
Actualmente, las viviendas en las que viven los afectados “se encuentran en un estado deplorable, con posibles problemas de seguridad estructural, pudiéndose calificar de infraviviendas, ya que las mismas tienen una antigüedad de casi 65 años, con 50 metros cuadrados, sin ascensor y construidas con materiales de bajísima calidad, donde viven familias completas con niños y ancianos, esto últimos condenados a vivir enclaustrados en sus casas por no tener capacidad física para subir y bajar escaleras”.
Así, dado el estado actual de estas casas no se pueden ni vender si reparar, “por lo que se condena a sus vecinos a vivir en la incertidumbre y el miedo, en condiciones muy deficientes, soportando insectos, humedades y grietas, que suponen un peligro tanto para su salud como para su integridad física”.
Por ello, estos afectados pretenden que su escrito sirva para señalar a los responsables políticos por cualquier desgracia que se pueda producir por el estado de las viviendas. En este sentido, exigen que se emita un informe oficial “en el que se garantice, bajo su responsabilidad, que las casas no corren peligro de colapso o de peligrosidad para las personas que habitan en ellas o los transeúntes que pasan por sus calles”.
“se nos condena a vivir en la incertidumbre y el miedo, en condiciones muy deficientes, que suponen un peligro tanto para su salud como para su integridad física”
Asimismo, no descartan emprender acciones legales ante la fiscalía para que se investigue donde fueron a parar los fondos que fueron destinados a este proyecto. Según las explicaciones de la Junta, actualmente no hay financiación e incluso la AVRA ha solicitado al Ayuntamiento una modificación del proyecto de ejecución. Para los vecinos, esto “no es otra cosa que una estratagema más para seguir retrasando un proyecto que ya contaba con financiación y todos los requisitos para llevarlos a cabo”.
El pasado mes de marzo, tras reunirse con una representación de familias y visitar sus viviendas actuales, el alcalde José María González ‘Kichi’, arropado por sus concejales de Vivienda y de Urbanismo, Eva Tubío y Martín Vila, respectivamente, calificaba su situación de “insostenible”, y exigía a la Junta que “deje a un lado el autobombo que hace en materia de vivienda y actúe y cumpla de una vez”.
El plan de remodelación integral del Cerro del Moro, largamente reclamado por los colectivos vecinales en la década de los 80 del siglo pasado para contrarrestar el fuerte proceso de degradación y deterioro que venía padeciendo el barrio, se ha venido desarrollando durante las tres últimas décadas en seis fases o etapas, en las que se ha promovido la construcción de 489 nuevas viviendas para los vecinos, con una inversión pública que supera los 20 millones. Pero quedan pendientes las dos últimas fases.