Cádiz y El Palo se vieron las caras en el Carranza, en un duelo a priori desigual y en el que los de amarillo no tenían en mente otra cosa que no fuera sumar los tres puntos para seguir acosando al líder. Y, como en los últimos choques en casa, se salió en tromba y en el minuto 4 ya se ganaba 1-0, tras gol de Josete. La superioridad de los de Calderón fue manifiesta cuando quisieron, pero no se concretó en un marcador más abultado. Y a apenas tres minutos del final llegaba el jarro de agua fría, el empate. Dos puntos perdidos de la manera más tonta.
Cádiz y CD El Palo se vieron las caras en la tarde del domingo en el Ramón de Carranza, en un duelo a priori desigual –si se comparan presupuestos y objetivos- y en el que los de amarillo no tenían en mente otra cosa que no fuera sumar los tres puntos para seguir metiendo presión al líder, el UCAM Murcia. Y, como en los últimos choques en casa, desde el minuto 1 se salió en tromba, y tras una primera ocasión de peligro de Jona, cabeceando un córner, ya en el 4 marcaba Josete, de cabeza, desde dentro de área grande. Un 1-0 tempranero para hacerlo todo un poco más fácil.
Un encuentro enmarcado en una semana en la que se han conocido los cuatro partidos de excesiva sanción a Villar, por la autoexpulsión de hace una semana –por llamar “chulo” al árbitro-, reemplazado en el once inicial por Kike Márquez; y en la que se ha disputado un amistoso en Madrid ante el Rayo Vallecano, perdiendo honrosamente por 2-0.
Y poco, pero muy poco, duró el arreón inicial del Cádiz, y el partido –con unas 8.500 personas en las gradas- se tornó soso, aburrido, con un equipo malagueño –de rosa, el color de moda en el fútbol español- intentando llegar tímidamente a los dominios de Aulestia, y los de Calderón más relajados de la cuenta, confiados en su superioridad para incrementar la ventaja en el marcador en alguna de sus oportunidades, de tanto en tanto, sin continuidad alguna, hasta que volvieron a pisar el acelerador acabando la primera mitad. Así llegaría el casi-gol –se fue rozando el palo- de Jona en el minuto 38 tras una buena jugada colectiva. El hispano hondureño fallaría otra incluso más clara, solo delante del portero, antes del pitido intermedio. Y a la ducha.
El control de la pelota fue casi totalmente de los de casa en el segundo tiempo, aunque las ocasiones de verdadero peligro no terminaban de llegar, salvo disparos de Migue rondando el minuto 20, y el 28. La superioridad local no acababa de certificarse, y El Palo podía dar un susto en cualquier momento, pese a estar siempre más cerca el segundo del Cádiz –en el 40, Airam, ya en el campo por Jona, la mandaba al larguero- que el empate de este modesto conjunto de una barriada malagueña…
Y hubo susto, de los gordos: en el minuto 42, ante una defensa impasible, Amaya hacía el más que injusto 1-1, culminando una jugada de Damián por la izquierda. Increíble. Y no le faltó tiempo a El Palo para comenzar a perder tiempo de manera insultante. El Cádiz, a la desesperada, buscó el gol de la victoria, pero ya fue imposible. Y la pitada en esta ocasión se la llevaron los de rosa, celebrando el empate en el terreno de juego.
Decepción. Un partido que debió acabar en goleada para los de casa, terminó con reparto de puntos. Y encima, el UCAM ganó su partido –mantiene la imbatibilidad- y, en la cabeza de la tabla, se vuelve a alejar a siete puntos tanto del Cádiz, como del Real Jaén, ambos empatados con 22 puntos en la segunda posición. DIARIO Bahía de Cádiz