JORNADA 26. El líder y el cuarto clasificado enrachado de Segunda medían sus fuerzas en la sobremesa de este domingo casi veraniego en el Ramón de Carranza. Un partido importante para ambos, para un Cádiz que volvió al fin a ganar hace una semana pero de forma agónica y sin convencer, y un Real Zaragoza en alza, pese a que acaba de ser apeado de la Copa por el Real Madrid.
Cerrado el mercado invernal, los de amarillos se han reforzado con los fichajes de Pombo, y en los últimos días, del serbio Filip Malbasic (cedido por el Tenerife) y de Álvaro Giménez (natural de Elche), prestado por el Birmingham City, ambos delanteros. Y a la vez, ha cedido para lo que resta de campaña a Caye Quintana, Querol, Sergio García y Javi Navarro. Movimientos para todos los gustos.
“Debemos recuperar nuestra versión de siempre”, era la máxima de Álvaro Cervera en la previa de este choque, al que salía con un once inicial tipo conformado por: Cifu, en portería; Iza Carcelén, Pacha Espino, Juan Cala y Fali, en defensa; José Mari y Garrido en el centro del campo, con Álex Fernández más adelantado; y arriba, Alberto Perea y Salvi Sánchez de extremos, y Choco Lozano como delantero. Y en las gradas, casi 18.000 personas y buen ambiente, fluctuante, desde el pitido inicial.
Con los rivales estudiándose, un pase largo de Fali a Choco se convertía en la primera ocasión, inesperada del partido, tras un tímido lanzamiento de falta de los hombres de Víctor Fernández. Los de casa se iban viendo seguros atrás y más sueltos arriba, y en el 12, una buena asistencia por la derecha prolongada por Iza, no encontraba rematador. A continuación era Álex el que probaba, desviado, desde el borde del área.
Los aragoneses, tras los sustillos, optaban por calmar el partido e intentar que no pasara nada. Así, no llegaba otro acercamiento hasta el minuto 34, con un cabezazo de Fali en un córner. Y en el 40, se pidió penalti sobre Salvi, que ni el VAR quiso ver. Poco más que contar: el Cádiz era el que, de alguna manera, siendo benévolos, más buscó el gol, pero se alcanzó el descanso con el 0-0 de partida.
Aunque nada más reiniciarse, el Zaragoza cogía a los de amarillo sesteando y Soro hacía el primero. No hubo fuera de juego. A remar contracorriente. Como primera respuesta, Perea hacía de todo dentro del área, pero se encontraba con las manos de un inspirado Álvarez. Y poco después, la tenía Álex; y Fali, por dos veces, tras una falta peligrosa al borde del área y otra intentona de regatearse a media defensa de Alberto Perea.
El choque comenzaba a enrarecerse, y en el 65 casi llega el segundo tanto zaragocista en las botas de Guti. Cervera pasaba a Garrido a la defensa y sustituía a Fali, cojo, por un delantero, Malbasic, que debutaba ya con su nueva camiseta. En ese momento, Choco cabeceaba a las manos un centro desde la izquierda. Y el serbio tenía el empate en el 70. Entretanto, Pombo salía pasearse al verde por un Lozano con molestias.
El Cádiz achuchaba a lo loco y los de rojo, sin prisas, tenían a su favor la baza de los contragolpes frente a conjunto cada rato más desordenado y desesperado. Bodiger entraba por un fundido José Mari. Y como último recurso, Perea, a lo suyo, chupando y chupando entre piernas, cayendo y levantándose, se internaba en el área, era derribado, y el árbitro pitaba penalti, en el 82. Álex Fernández no fallaba desde los once metros. Carranza volvía a respirar, y a rugir.
El resto del encuentro, ya roto, el Zaragoza se dedicaba a frenar un posible arreón de los de la Tacita, que tampoco se la jugaron por temor a perder, al final, ese puntito que tanto había costado rescatar. Un 1-1 y contentos y descontentos a partes iguales. “El partido que hemos hecho es de lo mejor que hemos jugado, de lo más parecido a lo que nosotros somos”, terminaba auto-convenciéndose Cervera ante los periodistas. DIARIO Bahía de Cádiz