La mesa de seguimiento de la ordenanza reguladora de terrazas, en Cádiz, ha celebrado su sesión constitutiva, en la que se ha analizado y evaluado con distintos agentes de la ciudad cómo se está aplicando la normativa, en vigor desde el pasado julio.
En dicha reunión se ha dado cuenta de la tramitación de todos y cada uno de los expedientes registrados, resaltando que 200 de los 393 expedientes recibidos (de los 415 establecimientos de la capital que instalan terraza) fueron tramitados en los últimos quince días de plazo, esto es, en la segunda quincena de septiembre.
Muchos expedientes no han recibido aún la aprobación definitiva puesto que han sido objeto de varios requerimientos. Algunos han sido objeto incluso de dos, tres y hasta de cuatro requerimientos por parte del Ayuntamiento puesto que dichos negocios de hostelería no han adecuado o legalizado su terraza conforme a la “clara y meridiana” ordenanza municipal. Es más, hay empresarios que han tardado casi cien días en dar respuesta a esos requerimientos.
En total, con un requerimiento para aportar documentación se han contabilizado 71 establecimientos, con dos requerimientos 20, con tres suman cuatro, y con cuatro requerimientos hay un local. En total, 96 expedientes con requerimientos.
A su vez, son 22 los establecimientos con terraza que han sido denunciados puesto que, a fecha de hoy, ni siquiera han solicitado la ocupación, por lo que se les aplicará el pertinente régimen sancionador de la ordenanza.
Aunque la ordenanza entró en vigor el pasado mes de julio, el Ayuntamiento concedió un plazo prudencial a los hosteleros para que fueran adaptando las terrazas y realizando las actuaciones pertinentes para cumplir los requisitos exigidos en materia de accesibilidad. Todo ello con el propósito de que antes de que concluya el año estén todas las terrazas autorizadas y adaptadas a la nueva normativa.
Por otra parte, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, en esta mesa de seguimiento se ha dado cuenta de la reordenación de espacio prevista en zonas singulares de la ciudad, como las calles La Palma, Rosario, San Francisco, Nueva, Corneta Soto Guerrero y Plocia, y plazas como la de Catedral, San Agustín, Pinto y San Francisco, entre otras. La reordenación se ejecutará gradualmente desde el mes de enero haciendo efectivas las medidas contempladas en la ordenanza con objeto de regular las terrazas, de que se respete el uso comunitario de los espacios en los que se ubican y para garantizar el paso de vehículos de emergencia y seguridad por distintas zonas de la ciudad.
El texto de la ordenanza, ya aprobada, fue consensuado por todos los agentes implicados, y busca alcanzar un equilibrio entre la oferta hostelera en terrazas y el disfrute por parte de la ciudadanía de los espacios públicos, garantizando de esta manera tanto la accesibilidad a todos los espacios como la seguridad pública y el atractivo de las propias terrazas legalmente dispuestas.
El concejal de Urbanismo y Vía Pública, Martín Vila, afirma que “el seguimiento y la aplicación de la ordenanza va a ser como su elaboración, participada. Vamos a contar con los agentes sociales implicados en ella”. En insiste en que la ordenanza “garantiza el equilibrio entre el disfrute libre del espacio público y la actividad ligada a la hostelería para que, en definitiva, la ciudad gane”.