CRÓNICA J-37. Una “final”. Así calificaba en la previa Álvaro Cervera el Cádiz-Málaga de este lunes. Derbi andaluz en lo más alto de la tabla de Segunda para cerrar la jornada 37; con la que los amarillos inician un tramo final de campeonato de infarto: Deportivo, Osasuna, Granada, Sporting… De momento, dependiendo de sí mismos para alcanzar ese otro objetivo ilusionante de disputar los play off de ascenso.
Con más policía de lo habitual (el partido fue declarado de alto riesgo), algún altercado entre contados aficionados irracionales y unas 14.000 personas en Carranza (de ellas, unas 300 de la hinchada blanquiazul), comenzaba un ambientado choque, pese al día y la hora (impropia para el fútbol), con un inesperado nombre propio: Mario Barco, tras meses sin jugar aparecía en el once titular de los locales, conformado por: Cifuentes, bajo palos (que saltó al verde acordándose de Iker Casillas); Matos, Correa, Sergio Sánchez y Kecojevic, en defensa; Garrido y José Mari en el centro del campo; y arriba, Aketxe, Machís, Jairo, y Barco de delantero.
Los de amarillo salieron valientes, presionando arriba, y pronto, en el 2, tras una falta al venezolano en una internada, el vasco daba el primero susto a balón parado. Pero no se había cumplido el minuto 7 y un saque de córner desastroso propiciaba la contra del Málaga y el 0-1, obra de N’diaye.
Le costó al Cádiz recuperarse de ese tanto, un imprevisto en el guión. Los hombres de Víctor Sánchez, a su vez, pasaron a controlar sin prisa alguna, desesperando a los jugadores locales (corriendo de un lado a otro, detrás del balón) y a la grada. Y, en el 22, otra falta en la frontal, y esta vez sí, Ager Aketxe la colaba en la portería de Munir, llevando la igualada de nuevo al marcador, y levantando los ánimos del cadismo.
El partido volvía a empezar con el 1-1, y sobre el ecuador Machís y Ontiveros ponían en aprietos a cada uno de los guardametas. Y poco más se vio hasta un suspiro antes del pitido que marcaba el descanso: un jugadón, a lo chupón, de Darwín Machís que terminaba rematando Jairo, a las manos de Munir.
Ese segundo gol pudo llegar nada más iniciarse la segunda mitad, pero Jairo Izquierdo, al parecer, remataba el fuera de juego. El conjunto amarillo salía agobiando a los de negro, sin dejarles pensar. Con la tensión creciendo a medida que avanzaba el crono, y faltas, demasiadas faltas…
José Mari dejaba su sitio en el campo a Álex Fernández, y poco después, Mario Barco empezaba a mostrarse lesionado, y era sustituido por Jovanivoc. La primera pelota que tocaba el balcánico, a pase de Matos, la mandaba a las nubes. Y en el minuto 71, en una de las contadas oportunidades del Málaga, Cifu tenía que emplearse a fondo para repeler el tiro de Adrián.
Se entraba en los últimos diez minutos de partida con incertidumbre, podía pasar de todo, o todo lo contrario. Ninguno quería conformarse con el punto, mas tampoco perder ese escaso punto… Lekic era la última apuesta ofensiva de Cervera, reemplazando a un Jairo fundido. Un saque de esquina de los de la Costa del Sol, un mal remate de Álex y una falta directa esquinada de Aketxe fue lo poco que deparó el desenlace de esta “final” que acabó en tablas. Los de la Tacita se mostraron en el global serios y convincentes ante uno de los gallitos de la categoría, con el triple de presupuesto.
Y si cambios: el Cádiz, metido en liguilla, por delante del rival directo en la clasificación. “Hemos conseguido que el Málaga no haga muchas cosas. Quizás sea justo pero creo que hemos hecho para más”, sentenciaba Cervera satisfecho pero no contento con el 1-1 tras el choque, dejando claro un mensaje de cara a lo que resta de liga, que se prevé más que apretado: “vamos a intentar llegar hasta donde podamos”. DIARIO Bahía de Cádiz