La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado la creación de una mesa de trabajo que estudie la viabilidad en la continuidad de la celebración de las, desde hace años, controvertidas barbacoas del Trofeo Carranza. Se contemplará el impacto ambiental y el bienestar de los usuarios de las playas que genera este evento estival, en horas bajas; aunque sigue atrayendo agosto tras agosto a no menos de 30.000 asistentes, convirtiendo la Victoria sobre todo en un macrobotellón.
La última Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado la creación de una mesa de trabajo que desarrolle el estudio sobre la viabilidad en la continuidad de la celebración de las, desde hace años, controvertidas barbacoas del Trofeo Carranza así como otras cuestiones como el mantenimiento.
El alcalde, José María González ‘Kichi’, ha señalado al respecto que ya en la reunión celebrada el pasado mes de diciembre por el comité de Gestión de Playas se expuso la necesidad de crear una mesa de trabajo que contemplara el impacto ambiental y el bienestar de las personas usuarias de las playas que este evento estival pudiera generar.
Esta mesa, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, estará compuesta por un representante del Área de Medio Ambiente, un representante del servicio de Policía Local, un representante del servicio de Protección Civil, un representante del servicio de Deportes, un representante de la Demarcación de Costas Andalucía-Atlántico en Cádiz, un representante de la consejería de Medio Ambiente de la Junta, un representante de Agaden, un representante de Ecologistas en Acción, un representante de cada una de las asociaciones de vecinos afectadas por la celebración y un representante de cada partido en el Ayuntamiento.
“El informe que resulte del estudio que realice esta mesa consultiva, servirá de base para decidir sobre la continuidad de la celebración de este evento”, ha sentenciado el primer edil de Por Cádiz sí se puede.
La afluencia de público a la noche de las barbacoas del Trofeo Carranza del pasado verano fue finalmente “más o menos la misma” de las últimas ediciones, “alrededor de 30.000 personas”, pese a que la mitad del nuevo Gobierno municipal decidió sorprendentemente ampliar 200 metros la zona acotada de la Victoria donde estaba permitida la fiesta.
Las horas bajas en la que se ha instalado esta noche de las barbacoas es más que evidente, si se atienden a sus cifras, pese a que 30.000 personas, siguen siendo muchas. Pero es que hace algo más de una década, en 2005, se llegó a hablar hasta de 300.000… y a principios de siglo el entonces Gobierno local de Teófila Martínez promovía la asistencia con el objetivo de alcanzar algún record güiness al olorcito de pinchitos y choricitos al fuego.
A partir de informes de la Demarcación de Costas señalando la importante contaminación del litoral posterior al evento, y de fotos vergonzosas de sofás y otros bártulos abandonados en la arena, el Consistorio cambió radicalmente sus simpatías al respecto y optó por minimizar todo lo posible esta fiesta vinculada a la final del Trofeo, acotando un espacio de la playa para las barbacoas e imponiendo un límite horario, todo ello con el pretexto de facilitar la limpieza.
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