“Contra la corrupción, por lo que de verdad importa”: es el lema de la campaña lanzada en internet desde la ciudadanía en la que se recogen firmas solicitando al Ayuntamiento de Cádiz que cambie el nombre de la avenida Juan Carlos I y pase a llamarla avenida de la Sanidad Pública.
“Nadie puede negar, y menos en estos momentos de crisis sanitaria, que aportan mucho más al conjunto de ciudadanos de esta ciudad el sistema público de salud con sus profesionales e instalaciones que un señor cuya propia familia ha puesto en evidencia de la forma más descarada como mínimo como insolidario con el país que le paga los yates y los vicios”.
Esta iniciativa gaditana, recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, en la que se invita a sumarse tanto a ciudadanos a título individual como a organizaciones (AQUÍ), recuerda que “camufladas o ausentes bajo el aluvión de las noticias sobre el coronavirus”, se ha publicado “discretamente” que la Casa Real “repudia” al que fuera rey de España, Juan Carlos I, retirándole incluso su asignación de casi 195.000 euros al año y renunciando el actual rey Borbón, su hijo Felipe VI, a la herencia “que su padre haya podido amasar mediante negocios ilegales”.
“Este comunicado (desde Zarzuela) aparece como reacción a la publicación del diario británico The Telegraph en la que se revelaba que la fundación Lucum, que Juan Carlos I había constituido en el paraíso fiscal de Panamá, tenía como segundo beneficiario al actual rey Felipe VI. Según publican los medios de comunicación es a través de esa Fundación que el rey percibió 100 millones de euros del régimen de Arabia Saudí presuntamente como comisión por la construcción del AVE a La Meca y es desde esta cuenta desde la que el rey ha estado cobrando partidas extra y pagando asignaciones a su amante Corinna Larsen. Reconociendo incluso que lo sabía desde hace años, es después de la publicación en el periódico británico cuando el actual rey decide renunciar públicamente a esa herencia, así como de otra fundación de similares características, y quitarle a su padre su asignación dejándolo al descubierto”, recopila los promotores de esta recogida de firmas.
En este sentido, se añade que “somos conscientes de que Juan Carlos I no va a pasar fatiga sin la escandalosa asignación que recibía de todas las personas contribuyentes de este país”, pero lo que “parece ilógico”, se subraya, es que la capital gaditana “tenga una de sus principales avenidas rindiendo homenaje a una persona que, a pesar de cobrar un sueldo público de casi 200.000 euros al año, se permita el lujo de hacer negocios beneficiándose de su condición de Jefe de Estado y guarde sus dineros en paraísos fiscales fuera de la España que lo mantiene”.
De este modo, en la argumentación de dicha campaña se señala que esta conducta “imperdonable” del que fuera rey (puesto en su momento por el dictador Francisco Franco) “merece por parte de Cádiz y su Ayuntamiento una reacción inmediata para pedir que la segunda vía de comunicación más importante de esta ciudad no lleve el nombre de un evasor fiscal demostrado entre otras acusaciones que tendrán, a duras penas, que demostrarse en las pocas instancias que se atreven a investigarlo, y pase a rendir homenaje a lo más preciado que tenemos la mayoría de las personas que cada mañana nos levantamos para trabajar o buscar trabajo, que cuidamos de nuestras familias y nuestras comunidades, que pagamos religiosamente nuestros impuestos y a quienes no se nos permite un solo resbalón con nuestros préstamos, hipotecas o ayudas públicas”.
“Lo más preciado que tenemos –se sentencia-, lo que nos acompaña desde el nacimiento a la defunción, lo que hace que un pobre pueda reponerse de un ictus, lo que hace que una jubilada con una paga mínima sobreviva a un cáncer, lo que hace que un niño de familia humilde supere una leucemia igual que un millonario, ese milagro cotidiano es la sanidad pública”.
A favor de la avenida sanidad pública, fuera el rey de las calles de Cádiz