La Policía Nacional intervino el pasado fin de semana en un piso turístico de la capital gaditana donde se había organizado, en plena pandemia del coronavirus y de restricciones, una fiesta privada con 18 personas de diferentes nacionalidades, muchos de ellos residentes en la ciudad al estar cursando estudios universitarios como erasmus o alumnado visitante. De hecho, la Universidad de Cádiz daba recientemente la bienvenida formal, en formato virtual, a los más de 250 estudiantes de los programas de intercambio que cursarán estudios en sus cuatro campus (sobre todo, en el de Cádiz) a lo largo del segundo cuatrimestre.
Según se relata en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la intervención policial se inició en la madrugada del ya domingo 7 de marzo tras recibirse en el 091 la llamada de una vecina informado que se escuchaba bastante ruido de música y de gente congregada en el interior de un apartamento turístico.
Hasta el lugar se desplazaron varios indicativos cuyos agentes se entrevistaron con una persona que les abrió la puerta de la vivienda, y les manifestó que había varios amigos suyos en el interior con motivo de una fiesta, invitando a los policías a que entraran para comprobar tales hechos.
En el interior de la vivienda localizaron un total de 18 personas de diferentes nacionalidades que fueron identificados y propuestos para sanción administrativa por incumplir las restricciones recogidas en el vigente estado de alarma frente al Covid-19.
DETENIDO UNO DE LOS JÓVENES POR RESISTENCIA
Sin embargo, uno de los presentes, un ciudadano mexicano de 24 años de edad, se negó a dar cualquier dato que facilitara su identidad. Tras negarse en reiteradas ocasiones ante los requerimientos de los agentes, fue trasladado hasta la Comisaría Provincial a efecto de realizar las gestiones tendentes a su plena identificación para ser multado como el resto.
Durante el traslado, “el joven mantuvo una actitud altiva y envalentonada, negándose incluso a bajarse del coche una vez estacionado en la dependencia policial”. Transcurridos unos minutos, los agentes lograron que saliera “pero sin dejar de lanzar improperios e insultos contra los agentes”.
Los policías, siempre según su propio relato, interpelaron al joven si tenía en su poder alguna documentación que acreditara su identidad, “negándose nuevamente y no colaborando”. Por todo ello, procedieron a realizar un cacheo; durante el mismo, esta persona “lanzó un puñetazo en la cara de uno de los agentes que pudo ser esquivado”.
Ante esta “actitud agresiva” fue reducido e informado de los motivos de su detención como presunto autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad.
En un cacheo posterior se localizó entre sus pertenencias su documentación personal quedando plenamente identificado. Una vez finalizado el atestado policial, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia en la ciudad.