CRÓNICA COPA. Un alto en el camino cuesta arriba de LaLiga 123. El Cádiz, en horas bajas deportivamente hablando –y es evidente que también institucionalmente con la ‘pelea’ publica entre Vizcaíno y Pina, y con un vestuario incómodo y con dudas, según ha dejado entrever el entrenador-, olvidó en la noche ventosa de este martes por un rato lo verdaderamente importante, y se centró en su circunstancial andadura en la Copa del Rey. Tras eliminar a Almería y Osasuna, el sorteo ha deparado unos dieciseisavos de final ante el Real Betis –quinto clasificado en Primera hoy día-, ya a doble eliminatoria. Y la ida, en el Ramón de Carranza ante cerca de 15.000 personas –los abonados han pagado esta vez 5 euros-, contando a alrededor de 1.500 ruidosos aficionados verdiblancos ubicados en un lateral de Tribuna, y otros tantos desperdigados por todo el estadio.
Álvaro Cervera, que afrontaba este duelo sin presión pero con ganas de que el equipo reaccione y recupere su identidad, la que le hizo respetable gran parte de la pasada campaña, alineó a un once titular experimental: Rubén Yáñez en portería; Carpio, Lucas Bijker, Servando y Villanueva, en defensa; Abdullah, José Mari y Álex Fernández en el centro del campo; y arriba, Moha, Dani Romera y David Barral. Y en el banquillo, lo más destacado, la presencia del goleador del filial Manu Vallejo.
Movido comenzó el encuentro, alentado por ambiente atronador –otro duelo se desarrollaba en paralelo entre aficiones y cánticos, algunos desde el sector sevillano reprobables-, y en el minuto 5 un buen centro de Bijker por la izquierda no lograban rematarlo ni Romera ni Barral dentro del área. A punto. En la siguiente acción, en la otra portería y tras un cúmulo de errores, Sergio León desde la frontal marcaba el 0-1 para los béticos. La diferencia de calidad entre un Primera en racha y un Segunda en crisis.
Como era previsible, los sevillanos eran dueños casi absolutos de la pelota aunque no estaban cómodos del todo ante unos jugadores amarillos que corrían detrás y trataban de robar, con complicaciones, buscando la contra. Y en una de ellas, en el 20, conseguía centrar Moha y tras un primer rechace del portero Dani Giménez, Álex Fernández pasaba por ahí, por el área pequeña, para devolver la igualada al marcador. Un poco de rebote, pero gol al fin y al cabo. Y en el minuto 28, Barral tenía el 2-1 muy cerca mas se resbalaba cuando tenía superado al guardameta rival. Poco más ofreció un primer tiempo ya denso y sin ocasiones de peligro.
La segunda mitad se inició con monólogo de los hombres de Quique Sentién, sin excesiva profundidad, es verdad, ante un Cádiz reculando cada vez más… y en el 54, un pase de la muerte de Nahuel lo convertía Sergio León, de nuevo, haciendo 1-2. Como reacción, Cervera sacaba del campo a José Mari y Barral e incorporaba a Garrido y Álvaro García. Un Alvarito que en cuanto tocó la primera bola, generó peligro, y Romera remataba ajustado al palo; y en la siguiente oportunidad cabeceaba casi perfecto una asistencia de Moha, pero se iba fuera por poco.
En una rápida réplica, Fabián la estrellaba contra la madera en el 69, y seguidamente, el de Utrera, con todo a favor, perdonaba mandándola a las nubes. Se abría el encuentro, más, y se agradecía, ya con el fresquito de la noche. Y Carrillo entraba por Romera en la delantera. En el 77, un saque de falta lateral de Álex lo salvaba Giménez en línea de gol tras varios remates y varios atacantes protestando no se sabe muy bien qué en vez de comerse la pelota.
El Betis no quiso más sustos gaditanos, y en el tramo final se dedicó a marear el balón, dejando que pasara el tiempo, generando varias ocasiones claras, también. Y Garrido, retirado con molestias, y el equipo con uno menos.
En fin, esta no es nuestra lucha, pero nadie puede dudar de que al menos se compitió. Es lo que se le pide a este Cádiz. Dentro de un mes, acabando noviembre, será la vuelta en el Benito Villamarín. Entre tanto, a centrarse en la liga, que es donde hay que volver a mostrarse con convicción, ganas y fe. DIARIO Bahía de Cádiz