Ya están en marcha los últimos trabajos de localización de asesinados por el franquismo en la fosa norte del cementerio de San José, de Cádiz, como paso previo a centrar las labores en la fosa sur. Una vez ejecutadas todas las labores pendientes, el Ayuntamiento plantea convertir el camposanto clausurado en un gran parque, y para ello ya aspira a fondos europeos.
De este modo, durante este mes de marzo se realizará un último sondeo y excavación en la fosa norte “para asegurarnos de que no quedan restos de represaliados en esta zona del camposanto y así dar por terminados los trabajos realizados aquí”, explican desde la concejalía de Memoria Democrática en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Estos trabajos están financiados al cien por cien por la empresa pública Cemabasa, “ante la falta de implicación por parte de la Junta de Andalucía por dar cumplimiento a la ley de memoria histórica”, se queja el Consistorio gaditano. De este modo, se añade, “como institución pública tenemos la responsabilidad de hacer cuánto esté en nuestras manos para cerrar las heridas y poder avanzar en la justicia, la verdad y la reparación”.
Durante los trabajos de intervención arqueológica y localización de fallecidos fusilados e inhumanos en la fosa común del patio 1 norte del cementerio se localizaron a 37 víctimas con evidencia de muerte violencia por arma de fuego vinculada a la represión.
Tras esta campaña, el Ayuntamiento culminará estas tareas con una nueva fase de exhumación arqueológica en la fosa sur del patio 1 para lo cual ya tiene aprobado el proyecto y la licitación de los trabajos se publicará en breve en el perfil del contratante. En este caso se llevarán a cabo con una subvención concedida por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para tal fin, junto a fondos municipales.
En esta etapa se pretende localizar y exhumar nuevas víctimas de la represión franquista entre los años 1938 y 1941. La excavación arqueológica estará coordinada por el arqueólogo municipal José María Gener Basallote. Todas las exhumaciones se realizarán mediante metodología arqueológica. Además, la Universidad de Granada será la encargada de realizar las pruebas de ADN, con la finalidad de identificar a los represaliados sepultados que se puedan localizar.