El Cádiz se va asentando en Segunda. Este sábado, sin la presión de verse abajo, visitaba –con Alfredo Ortuño y Dani Güiza compartiendo punta de ataque- el campo del Levante, líder destacado de esta igualada categoría y arañaba un importante y meritorio punto (0-0) sufriendo lo justo y mostrando solidez y orden. Se suma la sexta jornada consecutiva sin perder, y la tercera sin encajar un gol.
Este Cádiz parece que madura y está logrando asentarse en Segunda división, tras un inicio liguero dominado por la ilusión de un recién ascendido, la cruda realidad de la competición y los prematuros nervios de una parte de la afición. Este sábado, sin la presión de verse abajo, visitaba el campo del Levante, líder destacado de esta igualada categoría y arañaba un importante y meritorio punto sufriendo lo justo y mostrando solidez y orden. Se suma la sexta jornada consecutiva sin perder, y la tercera sin encajar un gol.
En el Ciutat de València, con más de 13.000 espectadores -alrededor de un centenar cadistas-, sorprendía Álvaro Cervera alineando de inicio a Ortuño y Güiza juntos en punta de ataque, pareja inédita en esta temporada. Así, en su once titular figuraban: Cifuentes en la portería; Carpio, Aridane, Sankaré y Luis Ruiz en defensa; José Mari y Garrido, en el centro del campo; y arriba Nico Hidalgo, Álvaro, Ortuño y el jerezano, que duró casi 60 minutos sobre el campo.
El orden defensivo de los amarillos –en esta ocasión, de nuevo con la equipación verde- fue diluyendo poco a poco el ataque levantino. Los valencianos llevaron el peso del partido desde pronto, como era de esperar, pero sin encontrar huecos, lo que les hacía desesperarse y probar con disparos lejanos. Un saque de esquina de Campaña repelido por Cifu fue lo más peligroso del arranque. El Cádiz, por su lado, gozó de su mejor oportunidad a la media hora con un centro de Ortuño que Álvaro no acertó a rematar en boca de gol.
Ya tras el descanso, y consumida una fase en la que los dos equipos pudieron abrir el marcador -una ocasión muy clara del de Yecla a pase de Alvarito; y a continuación en la otra portería era Jason el que ponía en apuros a Alberto Cifuentes-; los hombres de López Muñiz se ponían más serios todavía y obligaban a la defensa cadista a no despistarse: Luis Ruiz salvaba el gol en un tiro cruzado de Jason y posteriormente el portero y capitán estaba atento ante un tiro a bocajarro de Rubén García.
El Cádiz sabía que no podía sufrir más de la cuenta en los peligrosos últimos minutos, y supo manejar la superioridad rival en esos momentos locos de tensión y nervios. De hecho, el choque finalizaba en campo del Levante, con la propina de una tangana tras el pitido arbitral.
Y, con el 0-0 que sabe a medio-victoria en casa del todopoderoso líder recién descendido de Primera –el mismo al que se apeaba de la Copa del Rey hace unos meses-, se confirma que este equipo de Cervera está, ahora mismo, en la buena dirección hacia esa meta, la de la permanencia. Con sacrificio y disciplina, sabiéndose pequeños pero no inferiores. DIARIO Bahía de Cádiz
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