JORNADA 34. Casi sin tiempo para asimilar la importante victoria en Soria del jueves, una nueva jornada de lo que resta de adulterada liga 2019/2020, condicionada por tres meses de parón por el coronavirus. El Cádiz, líder de Segunda, recibía este primer domingo del recién estrenado verano y ya en la llamada ‘nueva normalidad’ a un Alcorcón intratable como visitante. Todo un peligro sobre el papel, sí, pero pensando en los tres puntos para, además de mantener a Almería y Huesca lejos, abrir brecha con el Zaragoza en la lucha por el simbólico primer puesto (que vale para lo mismo que el segundo). Y otra vez un impecable Ramón de Carranza desangelado, sin público, sin pasión… el negocio no puede parar.
“Pensamos con la posibilidad de hacer muchos cambios porque va a haber mucha gente cargada que no va a poder aguantar el ritmo”, comentaba Álvaro Cervera en la previa del choque. Y no mentía. En el once inicial: Cifuentes, bajo palos (Gil se lesionó ante el Numancia); Espino, Iza, Cala y Fali, en defensa; Bodiger, Álex, en el centro del campo; Jurado (su primera titularidad) y Alejo, escorados a las bandas, y Nano Mesa y Álvaro Giménez, arriba.
Comenzó la partida y, con ella, el ridículo amago de ambiente futbolero enlatado por megafonía, atenuado, afortunadamente, con el paso de los minutos. Y de entrada, mucho ida y vuelta, con tímidos acercamientos a ambas porterías. Con más empuje local, y confianza, ante un rival sin bulla.
Un disparo de un participativo Jurado desde la frontal, que impactaba en un defensor, se convertía en lo más peligroso del primer cuarto de hora. Y en el 39, Sosa tenía cerca el 0-1 en una rápida acción que se iba fuera por el lateral. El choque había entrado desde hacía rato en una fase espesa en la que los de amarillo querían pero no encontraban cómo meterle mano a los madrileños. Y se pitó el descanso.
Cervera movía el banquillo ya en el ecuador: retiraba a Bodiger y Álvaro Giménez y entraban al verde José Mari y Choco Lozano. Y en la primera acción del nuevo periodo, varapalo: el campogibraltareño Stoichkov abría el marcador en el 49, culminando una gran jugada de Ernesto dejando sentado a Pacha Espino.
Tocaba remar a contracorriente, ante un equipo alfarero atrás y cómodo a la contra. En el 57 al menos asustaba Fali con un disparo con intenciones que se iba por arriba; y Alejo y Espino dejaban su sitio en el campo a Salvi y Akapo, este para la banda izquierda, recolocando a Iza a la derecha.
En el 66 era el Choco el que cabeceaba con fuego desde el área grande: un aviso. En la siguiente, asistido por Álex Fernández desde la izquierda, sí acertaba a colarla en la portería. Un justo 1-1 revisado por el VAR. Los de la Tacita habían metido durante unos minutos al Alcorcón en su terreno, y con más insistencia que frescura, conseguían esa igualada momentánea. A por la remontada. Una caída de Carcelén en el área en el 73 pasaba también por el ‘ojo’ del VAR, sin apreciar nada. Y se concretaba el último cambio amarillo: Pombo por Nano Mesa.
El Cádiz siguió buscando el segundo tanto, asumiendo el riesgo de alguna contra visitante, pero… sin apenas tirar a portería es complicado. Y también es verdad que el Alcorcón no daba tregua atrás. El empate no varió en el marcador tras cinco minutos de insulsa propina. Otro punto más, y ocho jornadas por delante.
“El partido lo hemos tenido controlado, pero hace falta más que empuje y ganas para ganarlo”, reconocía Cervera ya en rueda de prensa, haciendo su particular análisis, con cierta desilusión: “la única vez que nos tiran a gol, es gol. Lo remontamos y nos pueden más las ganas que el juego. Creo que era un partido para sacar algo más. Hay que seguir. Si no conseguimos ganar en casa y tenemos que ganar fuera, es complicado”. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway