JORNADA 13. Dos equipos limitados y con mucho miedo, en la zona baja de la tabla y ansiosos por ganar, se veían las caras en la noche del miércoles en el Estadi Son Moix; partido aplazado semanas atrás que medía al Real Mallorca y al Cádiz CF, ambos inmersos en dinámicas grises desde hace jornadas.
“Es un partido tremendamente importante, es una oportunidad de oro. Una victoria cambiaría todo, primero a nivel de puntos, pero también en lo anímico y futbolístico, suponiendo un punto de despegue a una nueva situación”, apuntaba Sergio González en la previa del choque, al que los gaditanos llegaban además con la baja en la portería de Conan Ledesma.
Así, los de amarillo se plantaban ante los bermellones con: David Gil, en portería; Iza, Momo, Fali, Javi Hernández, en defensa; Rubén Alcaraz y Álex Fernández, en el centro del campo, con Alejo y Machis de extremos; y arriba, Roger Martí y Maxi Gómez.
La primera mitad no fue buena ni por parte de los locales ni de los visitantes, aunque hubo tantos en las dos porterías. Se adelantaba el Cádiz, en el minuto 11, con un golazo por la escuadra de Alcaraz de falta directa. Y poco más, ofensivamente, se le puede anotar a los de Sergio, salvo una ocasión bastante clara ya en el descuento desperdiciada por Álex, rescatando un balón suelto dentro del área.
Y si arriba se le vio poco o nada a los de la Tacita, tampoco estuvieron más finos atrás. En el 38, un resbalón de David Gil casi supone el empate; portero que salvaba el empate dos minutos después ante Sergi Darder. Sin embargo, el 1-1 subía al marcador en el 45, gol de Abdón aprovechando un desbarajuste defensivo.
LA SEGUNDA MITAD IGUAL DE GRIS
No cambió mucho el panorama tras el descanso, con el Cádiz jugando a nada y excesivamente reservón, y los de Aguirre sin atreverse a exponer demasiado. Y pronto llegaban los cambios visitantes: a parte del obligado de Zaldua por Iza, lesionado; entraban Chris Ramos y Rubén Sobrino por Machis y Maxi Gómez, ambos con rendimiento y actitud decepcionantes, otra vez.
Pese al doble susto rondando el minuto 70, con una acción en la que David Gil debía reaccionar y meter la mano a un centro mallorquinista que se envenenó; y un disparo al palo de Valjent, los amarillos parecían estar algo más metidos en este desastroso partido. Y se confirmaban más refrescos: Brian Ocampo y Sergi Guardiola, por Alejo y Martí.
Y sin más ocasiones reseñables, y los bermellones más insistentes, el duelo desembocaba en el descuento, con siete minutos de añadido. David Gil, en casi la última acción, salvaba el punto ante un lanzamiento de Javi Llabrés. Un pobre punto para gaditanos y mallorquines que no frena la mala racha, de unos y de otros, y sobre todo las penosas sensaciones sobre el verde. “El punto es el mal menor, hace justicia al fútbol rácano que se ha visto; hoy aquí no podíamos perder”, valoraba tras el duelo Sergio González.
Disputado este partido pendiente, el Cádiz acumula ya diez jornadas seguidas sin ganar (no lo hace desde el 1 de septiembre), en las que solo ha logrado cuatro puntos. DIARIO Bahía de Cádiz