La Policía Nacional ha detenido en la capital gaditana, en una vivienda en la trasera de la propia Comisaria provincial, a un hombre como presunto autor de los delitos de atentado contra agente de la autoridad y daños.
En el registro de su domicilio se ha descubierto a un “gran aficionado” a las armas de aire comprimido, contando con “un auténtico arsenal ilegal” con toda clase de armas: fusiles, carabinas y pistolas algunas de gran potencia y alcance, así como abundante munición. Esta “afición” le ha llevado a límites “más allá de lo permitido”, poniendo en peligro la integridad los agentes policiales en el edificio vecino.
Y es que durante estas últimas semanas, actuando a modo de francotirador, oculto tras una de sus ventanas, este individuo se ha dedicado a tirotear la azotea y fachada trasera del edificio de la Comisaría, “ocasionando daños en las instalaciones y poniendo en peligro a varios agentes”.
“Incluso llegó a disparar cuando varios funcionarios accedieron a la azotea para reparar los desperfectos. Los agentes, al escuchar las detonaciones, corrieron a parapetarse, ante el temor a ser alcanzados. Del mismo modo, varios impactos de proyectiles han sido ocasionados en lugares próximos a ventanas, por lo que podían haberse lesionado de gravedad a trabajadores del edificio”, se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
La alerta saltó cuando el aire acondicionado de las instalaciones policiales (en la avenida principal) sufrió una avería debido a los daños producidos en las máquinas del sistema de automatización “que han permanecido fuera de servicio durante semanas en plena ola de calor”. Cuando los técnicos accedieron a una de las terrazas a reparar los equipos de refrigeración, pudieron comprobar que el motivo de la avería eran las perforaciones ocasionadas por los impactos de los proyectiles. Tras una inspección, rápidamente se hallaron otros daños en el sistema de alumbrado, cableado y fachada, “con multitud de impactos de proyectiles que se han repetido a lo largo de varias semanas”.
“LARGAS HORAS DE VIGILANCIA”
A partir de entonces y durante este mes de julio, se inició una investigación, “con largas horas de vigilancia”, para poder descubrir el lugar exacto del que provenían los disparos. Tras recabar pruebas suficientes, se solicitó el oportuno mandamiento judicial para proceder a la entrada y registro en el domicilio del sospechoso, “incautar las armas finalmente halladas en el mismo y poner fin a esta peligrosa situación”.
Los especialistas de la Brigada Provincial de Policía Científica de Cádiz están realizando el correspondiente informe de balística operativa al objeto de determinar si las armas simuladas que posee el detenido han sufrido alguna modificación que altere sus características y capacidades de disparo, así como verificar su correcto funcionamiento. En el lugar de los hechos se realizó un estudio para determinar las posibles trayectorias de los disparos así como la distancia de alcance efectiva.
El investigado utilizaba armas de Airsoft, si bien no se consideran armas de fuego, son réplicas exactas de modelos originales “y están sujetas a regulación y control que emplean proyectiles de plomo impulsados por la presión de aire comprimido o gas nitrógeno”. En total, se le han intervenido siete pistolas, un revolver y siete armas largas entre ellas, rifles, carabinas fusiles y subfusiles.
De momento, este hombre de 49 años de edad permanece en el área de custodia de detenidos de la Comisaría Provincial a la espera de finalizarse el atestado policial tras lo cual será puesto a disposición de la Autoridad Judicial.