Ocho jornadas, sólo dos partidos ganados, 11 puntos de 24 posibles y el líder, el UCAM Murcia, se escapa ya a siete… son las cuestionables estadísticas de un Cádiz hecho para arrasar esta temporada y que a estas alturas sigue sin demostrar absolutamente nada sobre el campo, pese al potencial. Antonio Calderón parece que no da con la tecla, y la afición tiene poca paciencia. En la mañana del domingo en Melilla se salvó un punto in extremis en el descuento, un 1-1 que no enmienda otro partido decepcionante.
Los de amarillo, en esta ocasión de negro, estrenando la segunda equipación de la presente temporada, jugaron de inicio con un once muy parecido al de la pasada jornada, con la única baja obligada de Migue, que se caía por enfermedad. Como remiendo, se adelantaba a Tomás y entraba como lateral izquierdo Andrés Sánchez, a la postre quien salvaba un punto con su gol, como el año pasado. Aulestia, Óscar Rubio, Servando, Josete, Andrés Sánchez; Garrido, Navarrete, Juan Villar, Tomás, Airam Cabrera y Jona, fueron los titulares.
Comenzó mejor este choque -televisado por 8TV en directo, como los últimos partidos de visitante- el equipo norteafricano, mucho más metido en el juego y buscando el gol. Sin embargo, la ocasión más peligrosa de esta primera mitad fue de los de Calderón, y llegó en una jugada de estrategia a balón parado. La falta la sacó Andrés al primer palo, Airam se adelantó y remató solo superando al portero, pero David Sánchez la sacó en la línea de gol enviándola a córnes.
No debía estar gustándole demasiado el panorama –más de lo mismo de lo que se viene viendo desde el inicio liguero- al entrenador del Cádiz y tras el descanso hacía dos cambios, dando entrada a Fran Machado y Espinosa por Tomás y Garrido. Y algo cambió, al menos levemente. Se buscó con un poco más de criterio y alegría la portería rival. Jona, recibiendo un buen pase que le dejaba delante de la portería, estuvo a punto de marcar el 0-1. Y hubo otras oportunidades antes de la media hora de esta parte… pero cuando más cerca estaba este gol visitante, llegó el tanto del Melilla, obra de Borja, y tras un saque de falta, que la defensa no terminó de despejar.
De ahí al final, los gaditanos no bajaron los brazos y con una defensa de tres –entró Kike Márquez por Servando- buscaron la insuficiente igualada, ante un rival que iba a defender como fuera este resultado. Pero no lo logró. En el prolongado tiempo de descuento, Andrés Sánchez, que fue jugador melillense hace dos temporadas, supo estar en el sitio para colar el 1-1, como ya hizo hace un año en este mismo escenario.
Un gol para evitar el desastre, pero que no debe hacer olvidar que este equipo urge de un cambio radical de juego, de actitud, de todo, porque a este ritmo –el líder ya se va a 7 puntos- y rebuscando excusas, puede que mañana sea demasiado tarde. De momento, esta semana toca afrontar dos envites: el miércoles la eliminatoria de Copa del Rey ante la Balona –ganar supone jugar en la próxima ronda ante uno de los primeras en competiciones europeas-, y el domingo, a las 17 horas, recibir al Cacereño en Carranza. DIARIO Bahía de Cádiz